No hay negligencia del gobierno, dice Canales Clariond
Un derrumbe dañó obra de Federico Cantú en NL
Fue esculpida a orillas de la carretera nacional
Es imposible recuperarla, opinan geólogos
DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL
Monterrey, NL, 24 de junio. El gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, negó que haya existido negligencia de su administración como señalaron artistas locales ante el derrumbe del bajorrelieve Los altares, de Federico Cantú, inicialmente denominado por el artista El flechador del Sol, que fue esculpido a orillas de la carretera nacional en una de las paredes rocosas del cañón de Santa Rosa, en el sureño municipio de Iturbide.
Canales Clariond dijo lamentar el daño que a raíz del reblandecimiento de la tierra sufrió el mural en piedra de Cantú -autor del emblema del Instituto Mexicano del Seguro Social- y externó su deseo de recuperar la monumental obra, algo imposible, pues en opinión de geólogos no se trata de un rompecabezas.
Tomás Mancilla, geólogo que acompañó a Canales en la rueda de prensa, dijo que hubiera sido muy riesgoso pretender impedir lo que era inevitable: el derrumbe de la capa de piedra.
El desprendimiento de las rocas en una superficie aproximada de 700 metros cuadrados, dañó casi en su totalidad el bajorrelieve realizado en abril de 1961 por el artista oriundo de Cadereyta de Jiménez, Nuevo León, reportó el alcalde de Iturbide, Raúl Carreón Mata, quien afirmó que el pasado 5 de junio hubo un primer desprendimiento de rocas, de lo cual informó al gobierno del estado.
Indicó que el personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que retiró el material del derrumbe, lo hizo sin ningún cuidado como si se tratara de escombro, ya que su prioridad era recuperar la vialidad de la carretera nacional.
Aunque el munícipe expresó que no debe culparse a nadie porque se trató de un daño causado por la naturaleza, estimó sin embargo que tal vez pudo intentarse alguna acción para evitar el derrumbe de casi todo el mural que representaba un atractivo turístico y formaba parte del patrimonio artístico nacional.
Los escritores Joquín Hurtado y Abraham Nuncio comentaron que la destrucción de esa obra ''es resultado de la desatención, la negligencia, el descuido y la carencia de una política gubernamental de preservación del patrimonio artístico y cultural de Nuevo León".