Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 25 de junio de 2002
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Los acusó de allanar la vivienda donde rescataron a los plagiarios

Funcionario de Ecatepec detiene a 2 periodistas que indagaban sobre un caso de doble secuestro

JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL

Coacalco, Mex., 24 de junio. Un funcionario del ayuntamiento de Ecatepec y familiar de la dueña de la casa donde permanecieron secuestrados dos empresarios liberados el pasado fin de semana, detuvo este lunes a dos periodistas que daban seguimiento a la información sobre el cautiverio y rescate de las víctimas.

El fotógrafo Luis García Soto y la corresponsal Almendra Vázquez Bravo, del diario El Universal, permanecieron detenidos durante más de siete horas en el Ministerio Público de Coacalco, donde se les pretendía fincar el delito de allanamiento de morada.

Previamente, García Soto tomaba fotografías desde el techo de la casa número 61 (con permiso de la dueña) a la vivienda 63 de la calle Colima, en la colonia San Lorenzo, donde el pasado fin de semana policías de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y de las procuradurías de Justicia del estado de México y del Distrito Federal liberaron a los empresarios José Eliu Pagés Gallardo y Juan Manuel Pérez Vega. Al mismo tiempo, Vázquez Bravo recababa datos entre los vecinos sobre el mismo caso.

En ese momento llegó al lugar Daniel Díaz Medina, juez calificador del ayuntamiento de Ecatepec -familiar de Marina Espinoza, propietaria de la vivienda donde permanecieron como rehénes los empresarios-, quien con otros parientes suyos sometió y detuvo a los periodistas y los entregó a una patrulla de la policía municipal de Coacalco, cuyos tripulantes los llevaron a la agencia del Ministerio Público.

Allí, Daniel Díaz acusó a los comunicadores de allanamiento de morada; no obstante que éstos nunca entraron a la casa supuestamente invadida.

La dueña de la vivienda desde donde los periodistas hacían su labor (que pidió omitir su nombre) reiteró ante el Ministerio Público que fue ella quien dio permiso para que su domicilio fuera utilizado por los comunicadores, lo que ayudó para que éstos fueran liberados.

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