Celebra el Día del Ejército en traje de civil y en un cuartel por temor a un atentado
Llama Hugo Chávez a las fuerzas armadas a respetar la Constitución
Nuevo exhorto del mandatario venezolano a la unidad, la paz y la reconciliación nacional
Los mandos castrenses no son árbitros de lo que sucede en el país, declara jefe militar
AFP, PL, DPA Y REUTERS
Caracas, 24 de junio. El presidente Hugo Chávez llamó este lunes a sus compatriotas a la unión y la paz, e instó a las fuerzas armadas de Venezuela a respetar la Constitución y no escuchar a quienes golpean las puertas de los cuarteles para que vuelvan a rebelarse contra su gobierno, al tiempo que el comandante del ejército Julio García declaró que "en ningún momento" los militares deben convertirse en árbitros de la sociedad.
"Que nadie pierda la brújula. Aquí está el rumbo. No puede haber confusiones", dijo Chávez al mostrar una Constitución ante los cuerpos militares formados en el Fuerte Tiuna de Caracas para celebrar el Día del Ejército.
Chávez, quien el 14 de abril superó a un golpe de Estado, dijo que "a nadie se le vaya a ocurrir que hay que buscar militares para arremeter contra las instituciones, o que hay que buscar armas para hacer determinada cosa". Advirtió que quienes intenten repetir los sucesos de abril encontrarán a los soldados "dispuestos a dar la vida por la patria", y subrayó que el ejército esá preparado para dar batalla por Venezuela "con su fusil al hombro".
"Los que lo trataron de hacer hace pocas semanas, interpretando muy mal el momento que vivimos, ojalá se hayan llevado una buena lección", afirmó el mandatario, cuyas fuerzas armadas sufrieron fisuras tras la pasada aventura golpista.
Chávez fue arrestado por oficiales rebeldes la madrugada del 12 de abril y en su lugar se instaló un gobierno encabezado por el líder empresarial Pedro Carmona. El mandatario volvió al poder 48 horas después tras un contragolpe de militares leales respaldados por cientos de miles de venezolanos en las calles.
"Nuestro camino debe ser otro"
"Veámonos en el retrato de otros pueblos hermanos que fueron a guerras fratricidas y algunos continúan en guerras intestinas matándose unos a otros. Eso no puede ser el camino de nuestra patria", señaló el mandatario, y abogó por la "reconciliación" de los venezolanos.
"El destino de Venezuela no debe ser la guerra, sino la paz. Aquellos que piensen que hay que alentar la violencia para desestabilizar, o buscar militares para arremeter contra la institucionalidad, les hago un llamado a la conciliación", añadió el gobernante.
Los tres días de disturbios, manifestaciones y saqueos dejaron un saldo de 57 muertos y desde entonces Venezuela está sumergida en una ola de rumores y pronunciamientos de militares que advierten sobre un nuevo y más cruento golpe.
El propio presidente ha dicho que hay quienes quieren matarlo y restringió al mínimo sus apariciones públicas, al extremo que por primera vez celebró el Día del Ejército en una instalación militar y no con el tradicional desfile callejero de tropas.
También por primera vez asistió de civil y no vistió su uniforme del cuerpo de paracaidistas del cual fue dado de baja por alzarse en 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
Militares disidentes sostienen que Chávez es indigno de usar el uniforme por haber sido expulsado de las filas y lo acusan de querer convertir a las fuerzas armadas en una herramienta de su proyecto político, tildado de populista e izquierdista.
Tras el golpe, Chávez dejó sin cargo a 80 de los cerca de 180 generales y almirantes, dio de baja a cuatro de ellos, ordenó la apertura de consejos internos de investigación y es acusado de haber desatado una purga en los cuarteles para eliminar a quienes disienten con su proyecto político.
A su vez, el comandante del ejército Julio García, aseguró que los militares "como servidores públicos estamos al servicio del Estado y en ningún momento podemos convertirnos en árbitros de lo que ocurre en el país".
Agregó que cuando los civiles lo instan en la calle a tomar partido frente a a crisis institucional que vive la nación, como ocurre frecuentemente, él responde: "lo siento, no somos árbitros.
"Debemos hacerle entender eso a nuestros compatriotas que están confundidos", añadió el general García, nombrado al frente del ejército hace poco más de dos meses, luego que Chávez recuperó el poder.
Dijo que los futuros ascensos no incrementarán las "fisuras" en las fuerzas armadas, y expuso que aquellos militares que fueron investigados por su presunta participación el el golpe y resultaron inocentes no tendrán afectada su carrera militar.
"La mayor parte de ellos no tuvieron participación activa ni fueron promotores" del golpe, aunque en las horas previas a la insurreción acompañaron a los rebeldes, declaró García en entrevista al diario El Universal.
El jefe del estado mayor del ejército, Melvin López Hidalgo, señaló que la Fuerza Armada Naional culminó las investigaciones sobre la responsabilidad de militares y civiles en la asonada, y reconoció que algunos oficiales, con determinada participación en el golpe, fueron víctimas de quienes manejaron "insatisfacciones y frustraciones existentes o utilizaron la amistad para influenciarlos".
Precisó que muchos generales, almirantes, oficiales superiores, subalternos y suboficiales profesionales se limitaron a cumplir órdenes, pero en la medida en que se aclaró la situación esos mismos militares deploraron el golpe y lamentaron haber sido víctimas de la manipulación de los líderes de ese movimiento.