Ante la cúpula empresarial pide no dejarse
seducir por la "nostalgia del autoritarismo"
Las nuevas expresiones de la democracia "no tienen
por qué asustarnos", dice Fox
La economía es sólida para enfrentar las
turbulencias financieras internacionales, asegura
PATRICIA MUÑOZ RIOS
El presidente Vicente Fox Quesada planteó ayer
que su gobierno actuará con "resistencia, responsabilidad y madurez
política" para enfrentar las turbulencias económicas externas,
a fin de "minimizar el riesgo de contagio internacional" y mantener la
estabilidad e incluso poder alcanzar tasas de crecimiento de 4 por ciento
al término del año. Se comprometió también
a que su administración no descansará hasta que el país
viva dentro de un verdadero estado de derecho.
Al encabezar el acto de cambio de mando en el Consejo
Coordinador Empresarial (CCE) -en el que el nuevo dirigente, Héctor
Rangel Domene, le dijo que es débil el estado de derecho en el país-,
el mandatario hizo un llamado a que "no nos dejemos seducir por la nostalgia
del autoritarismo", ya que las nuevas expresiones de la democracia "no
tienen por qué asustarnos".
Fox Quesada sostuvo que pese a la reciente caída
del peso la economía mexicana tiene una confiable estabilidad y
dijo que aun cuando la volatilidad financiera internacional ha golpeado
nuevamente ha varios países del continente, México sólo
se ha visto afectado "en mucho menor grado".
El mandatario explicó que esto se debe a que en
este gobierno se ha mantenido una conducción prudente y responsable
de la política económica por medio de un manejo fiscal disciplinado
y congruente con los ingresos públicos.
"No es casualidad que México mantenga hoy en día
un nivel de riesgo-país más bajo y las reservas internacionales
más altas en su historia. No es casualidad que las principales calificadoras
de riesgo hayan otorgado a México el grado de inversión.
No es casualidad que sólo en el primer trimestre de este año,
y a pesar de la reducción en la dinámica de los mercados
de capitales, la inversión extranjera directa se haya ubicado en
2 mil 700 millones de dólares", planteó a los principales
líderes empresariales del país congregados en el evento.
Las nuevas expresiones democráticas
En
respuesta a la referencia que hizo el nuevo dirigente del CCE en el sentido
de la fragilidad del estado de derecho, el Presidente manifestó:
"que no se malentienda, no es autocomplacencia ni nada que se le parezca.
Nuestra determinación para construir un México que viva dentro
de un verdadero estado de derecho continúa como el primer día
de mi gobierno, no vamos a descansar en este esfuerzo".
Pidió al empresariado del país: "no nos
dejemos seducir por la nostalgia autoritaria. Las nuevas expresiones democráticas
no tienen por qué asustarnos". La libertad a disentir, añadió,
no debe ser una barrera al logro de acuerdos en beneficio de todos, sino
una oportunidad para encontrar puntos de coincidencia y tender puentes
que satisfagan los intereses legítimos de los grupos mayoritarios
de la sociedad.
"De mi parte, ratifico que para enfrentar turbulencias
externas y poner a nuestro país al día y a la vanguardia,
de mi gobierno pueden esperar confianza y determinación, disciplina
y resistencia, responsabilidad y madurez política", anotó
en el acto.
Por la mañana, durante una mesa redonda en la que
se analizó la situación de México, Fox Quesada expuso
que la economía nacional ha sido capaz de navegar y de resistir
mucho mejor que otras la fuerte volatilidad que se ha presentado a nivel
mundial.
Nuestra economía, afirmó el mandatario,
nuevamente demuestra su fortaleza ante estas turbulencias externas. Y advirtió:
"por supuesto, no podemos ni vamos a bajar la guardia". También
planteó "que nadie lo dude, mi gobierno va actuar con disciplina
a fin de minimizar el riesgo de contagio internacional, si existiere, y
mantener la estabilidad que se requiere para seguir siendo un destino atractivo
para la inversión y así crecer y generar más y mejores
oportunidades de empleo".
En su alocución reconoció que es preciso
fortalecer las instituciones para que permitan procesar las diferencias
en un marco de civilidad. Dijo que también se requiere responsabilidad
de los actores políticos para mantener la gobernabilidad.
Promete crecimiento de 4 por ciento
El Ejecutivo abordó el tema económico ante
los corresponsales extranjeros. Analizó su actuación durante
18 meses de mandato y aseguró que no ha habido ningún estancamiento
en la labor presidencial; que los compromisos de campaña han sido
atendidos, aunque no todos resueltos, porque algunas soluciones serán
a largo plazo. Expuso que "hay diferentes percepciones del cambio" y que
entre sus logros se encuentra haber logrado mantener la estabilidad económica
con rumbo en este periodo de transición.
Negó que haya alguna contradicción entre
sus aseveraciones y las del Secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz,
quien sostuvo que el país está en riesgo de vivir una situación
similar a la Argentina por financiar la falta de ingresos con privatizaciones.
El mandatario se mostró optimista respecto a las
previsiones de crecimiento para el presente año y declaró
que en el segundo trimestre se crecerá a una tasa de 2 por ciento,
en el tercero a 3 por ciento y en el cuarto a 4 por ciento.
Solución al conflcito por agua
En la reunión con los corresponsales extranjeros
externó que confía en que habrá "una pronta solución
al conflicto por el agua con Estados Unidos" y que se logrará un
buen entendimiento entre las dos partes. "Parece ser que estamos acercándonos
a un solución. Los dos países comprenden que no hay agua,
pero el problema es que no ha llovido en los últimos diez años
lo suficiente y ambos gobiernos hemos comprendido que nadie está
escondiendo agua y que nadie está ocultando cifras", argumentó.
Desde la perspectiva presidencial es preciso construir
plantas para el tratamiento del agua, instalar sistemas de riego por aspersión
y diversificar los cultivos para lograr una explotación eficiente
de los recursos hidráulicos. Por ello se invertirán 400 millones
de dólares en la ribera mexicana del río Bravo.