Discusión en Casa Lamm en el contexto
del foro México después del 2 de julio
Los museos dejaron de ser oasis idealistas para convertirse
en medios de propuesta: Turrent
Lamenta Marco Barrera "falta de autonomía y carencia
de recursos" para esos sitios
CARLOS PAUL
Hoy día "el museo dejó de ser el oasis idealista
de la cultura moderna -definido como institución permanente al servicio
de la sociedad-, para convertirse en un medio a través del cual
un sujeto propone (un discurso) para que otro reciba el mensaje", definió
Lourdes Turrent, en la mesa de discusión Museos, sociedad y globalización,
efectuada en el contexto del foro México después del 2
de julio y el mundo actual, al que convoca cada viernes La Jornada,
en coordinación con la Casa Lamm.
Con la participación de Dolores Béstegui,
quien dirigió varios años el Museo de San Ildefonso, ahora
directora del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), Marco Barrera Bassols,
Cuauhtémoc Medina y como moderador Angel Guerra, Turrent, luego
de señalar que "los museos nacieron con la consigna de acumular
objetos valiosos para la ciencia, para facilitar el desarrollo de los nuevos
saberes y educar el ojo de los espectadores en el contexto de poder de
los estados modernos", destacó que ahora esos recintos son estudiados
"como medios de comunicación que trasmiten su mensaje mediante la
exhibición de objetos, los cuales adquieren sentido porque alguien
desea decir algo con ellos".
Hugues de Varine Bohan, apuntó Turrent, "dio la
pauta al convertirlo en un medio de desarrollo de la comunidad, cuyo resultado
fue la creación de los ecomuseos y los museos escolares. Si antes
se habló del museo como edificio, colección y público,
en la posmodernidad hablamos del sujeto, el que propone y reproduce al
museo. Ahora estos recintos "también se explican por su rentabilidad
política, por los grupos de estudiosos que los sostienen, por su
liga a las elites gubernamentales y por su papel en la construcción
ideológica de los estados. Desde la posmodernidad, concluyó
la investigadora, "la primera pregunta que debemos plantear es: quién
habla en los museos, para quién y por qué".
Marco Barrera reflexionó sobre la autonomía
en la gestión de museos y los límites y responsabilidades
de los gobiernos en esa materia. Destacó, entre otras cosas, que
uno de los factores más importantes, "que no es producto de la globalización,
sino privativo de la situación mexicana, es la falta de continuidad
y la poca flexibilidad que nos hemos dado para adecuar la legislación
al momento actual y para resarcir grandes atrasos en distintas materias.
Pero sobre todo, que no hemos sido capaces de sacar a los museos de los
reacomodos políticos en momentos de alternancia y de una difícil
transición que no ve término". Mientras que por una parte
surgen nuevas formas de acción museística, por otro lado
permanecen una serie de limitantes, dijo Barrera, como son "una legislación
adecuada a la realidad de los museos, escasas formas de participción
de las comunidades relativas a esos recintos, ausencia de políticas
de formación de colecciones, falta de autonomía y una creciente
carencia de recursos".
Cuauhtémoc Medina expresó que "los museos
mexicanos se han vuelto un territorio extremadamente politizado. Suscitan
pasión, envidia, terror, preocupación y deseo. Lo que sólo
puede significar que esos espacios se han capitalizado, si no de recursos
materiales, sí de 'prestigio' y 'poder de convocatoria', es decir,
capital simbólico", lo que a su vez "tiende a sugerir que ha ocurrido
una mutación que, o produce un nuevo tipo de institución-museo,
capaz de ampliar de manera radical su intervención en el espectro
cultural, o conduce a un nuevo tipo de marasmo, donde la oportunidad de
crear una nueva relación entre museo, Estado y sociedad se desperdicie".
Luego de desarrollar la idea de cómo durante los
gobiernos priístas el museo "fue definido como la vitrina tridimensional
de las ideologías oficialistas" y de que "la carencia de colecciones
ha acostumbrado al público a pensar que museo es equivalente a sala
de exposiciones", Medina señaló que "con la llegada al poder
de Vicente Fox, el avance de los museos fue puesto en cuestión por
la combinación de dos factores: la falta absoluta de proyectos culturales
de la derecha y por identificar ?la nueva autoridad cultural?, a los profesionales
del museo como sus enemigos". Sin embargo, finalizó, lo que se tiene
que plantear de manera principal es "cuánta autonomía podemos
construir para la institución-museo".
Dolores Béstegui planteó, entre otras cosas,
la problemática que implica generar una autonomía económica,
la relación de las sociedades de amigos y las autoridades museísticas,
las implicaciones de tener una estructura educativa y las relaciones de
colaboración con la iniciativa privada.