Polifarmacia, tabaco y alcohol, principalmente, señala gerontólogo
Aumentaron adicciones entre ancianos en la década anterior
CAROLINA GOMEZ MENA
En el curso del decenio pasado las adicciones también se han convertido en un grave problema de salud entre las personas de la tercera edad. Si bien alrededor de 50 por ciento del consumo total de sustancias sicoactivas se da entre los 15 y 30 años de edad, las tendencias recientes apuntan a que éste empieza a incrementarse en las edades avanzadas a escala mundial.
A decir del gerontólogo Raúl Falcón Molina, coordinador de la Clínica de Adicciones del Instituto Nacional de Adultos en Plenitud (Inaplen), en México se calcula que "entre 10 y 15 por ciento de los mayores de 65 años" experimentan algún tipo de adicción, entre ellas la polifarmacia (consumo exagerado de medicamentos sin prescripción), tabaquismo y alcoholismo.
No existen cifras respecto de otras drogas, como cocaína o mariguana. De ahí que el Inaplen propuso al Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic) que en la próxima encuesta nacional de adicciones (cuyo levantamiento se prepara) incluya a las personas de la tercera edad, ya que la constante ha sido cerrar el sondeo en los 65 años.
En cuanto al abuso de medicamentos entre quienes rebasaron la sexta década, se calcula que a escala global 80 por ciento de los ancianos consume entre dos y cuatro fármacos -muchos de ellos prescritos médicamente-, ello debido a la gran incidencia de enfermedades crónico-degenerativas. Pero el mayor abuso se da con los antihipertensivos, hipoglucemiantes y antidepresivos, particularmente, porque en esa etapa de la vida "empezamos a sentirnos desechados, rechazados por la sociedad y solos", planteó el también experto en adicciones, quien tiene 70 años de edad.
Con relación al alcoholismo, estudios han revelado que entre "2 y 3 por ciento de los alcohólicos tienen más de 65 años", pero también se sabe que no todos ellos adquirieron esta dependencia en la tercera edad, sino que su enfermedad es resultado de una extensa historia de abuso, que a veces se extiende entre 10 y 20 años. En México, un sondeo realizado por el doctor Agustín Vélez, del Conadic, en 1999, reveló que los adultos mayores beben porque experimentan "estrés, por la falta de recursos sociales y sus deficientes posibilidades para enfrentar situaciones".
Otros estudios indican que "beben porque no tienen otra cosa que hacer en su tiempo libre, por soledad, por la pérdida de sus familia y por problemas económicos y de salud". Para la mujer, los principales motivos son "la pérdida del esposo o de los hijos, las dificultades económicas y la soledad".
