"No aceptaremos la iniciativa que proponen empresarios y gobierno": De la Vega
El proyecto de reforma laboral, a la congeladora, advierten legisladores
Asegura que el Congreso del Trabajo rechaza también la actitud traidora e inmoral de la UNT
FABIOLA MARTINEZ
La iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que en breve enviará el Ejecutivo al Congreso de la Unión enfrenta desde ahora el rechazo de las organizaciones obreras y partidos políticos, por lo que sólo alcanzaría a sumarse a las 16 propuestas que desde 1995 se mantienen archivadas en la congeladora legislativa.
"En el Congreso del Trabajo (CT) no aceptaremos la reforma integral que proponen empresarios y gobierno, y mucho menos la actitud traidora e inmoral de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que avanza por dos vías con total falta de seriedad", advirtió Netzahualcóyotl de la Vega, presidente de la Comisión de Trabajo en la Cámara de Senadores.
El legislador priísta resumió el ambiente que priva en la mesa de discusión en la que se elabora la iniciativa en la materia del presidente Vicente Fox: "Hay muchos intereses y hasta el momento no ha habido consenso, por lo que en el Congreso de la Unión esperamos el análisis de al menos tres propuestas distintas".
Por su parte, José Ramírez Gamero, presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, dejó en claro que ese órgano legislativo no aceptará presiones de tiempo o forma, y se someterán a un "profundo análisis todas las iniciativas presentadas, no sólo la del Ejecutivo, sino también las emanadas de partidos, con base en una amplia ronda de foros de consulta a nivel nacional".
Ante este panorama, la propuesta del presidente Fox para incluir en la reforma estructural del país cambios de fondo a la LFT podría ser aplazada una vez más ante la falta de acuerdos entre empresarios y trabajadores y, en particular, por el cúmulo de iniciativas que se encuentran en situación de rezago en ambas cámaras.
Reforma integral
Netzahualcóyotl de la Vega detalló en entrevista que en febrero de 2001 la Secretaría del Trabajo y Previsión Social convocó al Senado a formular, de manera conjunta, una iniciativa de ley para reformar la LFT, y le solicitó "que las iniciativas y minutas pendientes de discusión en el Senado no se tramitaran hasta en tanto hubiera una reforma integral como propone el gobierno".
A ello, dijo, el Senado respondió que de ninguna manera participaría en un proyecto conjunto para la elaboración de la iniciativa, porque ello debería formularse en primera instancia entre los factores de la producción.
Así, en junio del año pasado la STPS convocó a la instalación de una mesa de discusión para elaborar la propuesta, a cuyos resultados el Congreso de la Unión permanece "atento" y habrá de darle trámite, al igual que a otras iniciativas.
En su papel de representante de la CTM en la mesa que cotidianamente se reúne en la STPS, pero que aún no logra consenso, De la Vega dejó en claro que los sindicatos y confederaciones que integran el CT defenderán en calidad de "preceptos intocables" los artículos vigentes relativos a huelga y contratación colectiva, y sólo aceptarían enmiendas para elevar el empleo, la productividad y la capacitación.
Antecedentes
En 1995 el Partido Acción Nacional envió al Senado su propuesta de reforma al código laboral, cuyo eje de cambio radica en el aumento a diversas prestaciones y recorte al poder de los sindicatos corporativos o de protección.
Desde ese mismo año el entonces líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Fidel Velázquez, firmaba con el presidente de la Coparmex, Carlos Abascal Carranza, los principios para impulsar una nueva cultura laboral.
En 1998 el PRD presentó un amplio anteproyecto de reforma a la LFT, que incluye cambios, derogaciones o adiciones a los más de mil artículos vigentes, en el eje de preservar el carácter protector de la ley y esquemas para la representación sindical auténtica y democrática.
Posterior a las iniciativas de partidos políticos, legisladores en forma particular han presentado diversas propuestas sobre cambios parciales de la ley respectiva, en especial para sustituir la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos por un instituto autónomo.
Los cambios a la LFT son considerados por empresarios como la "gran reforma pendiente", ya que en los últimos 40 años sólo ha sido modificada en aspectos parciales.