''La multidisciplinariedad enriquece el acto
escénico''
Ruby Tagle asume que la danza posee un lenguaje que
no miente
ANASELLA ACOSTA NIETO
Para la bailarina Ruby Tagle el cuerpo posee un lenguaje
contundente, que "no miente".
Alumna de Christine Bastine, reconocida coreógrafa
en Europa, Tagle participa en la temporada Cuerpos en movimiento que
comenzó el pasado mayo en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico
y que inaugura un espacio permanente de danza-teatro.
En entrevista, Tagle habla sobre sus pasiones dentro del
acto escénico y comparte su visión del arte multidisciplinario
a partir de la cinética corporal.
''El cuerpo es un código universal. Los gestos
y las posturas corporales las entiende cualquiera, independientemente de
la lengua o del discurso más elaborado o paraoficioso. El cuerpo
no miente. Por más subterfugios que las personas creen para estar
a salvo o para construir una imagen ideal de sí mismos, el cuerpo
lo evidencia todo. Hay en él una naturaleza salvaje y propia; eso
es lo que me apasiona", expresa la también coréografa.
Tagle describe su pasión dentro del arte: ''Me
interesa el acto escénico a partir del movimiento, luego viene la
palabra. Raúl Serrano, con quien tomé un curso de pedagogía
teatral, me explicó que en una situación límite el
cuerpo siempre acciona primero, después hablamos, justificamos y
entendemos. Pero la respuesta inmediata siempre es corporal.
''El acto escénico se convierte en una situación
límite, ya sea danza o teatro. En él vivo las últimas
consecuencias. Pienso en el último movimiento de la vida y asumó
el riesgo". La condición, señala, es el impulso interno de
formar parte de un acto que nos trascienda como individuos. La amenaza
es que ese impulso se convierta en una búsqueda de poder y en tal
circunstancia pierde su esencia.
El caos también genera belleza
En 1993, Tagle comienza a desempeñarse en el territorio
de las técnicas teatrales. De ello deriva una visión multidisciplinaria
en la creación de sus actos escénicos, la cual trasciende
las fronteras del lenguaje tradicional de la danza, pero nunca lo abandona.
-¿Cuál es la razón de decidir ampliar
los horizontes de la danza al arte multidisciplinario?
-Las inquietudes personales. En el espectáculo
de Cartas de los ángeles -su primer montaje unipersonal estrenado
en 1995- hago ese tratamiento teatral de los personajes en un acto dancístico,
me percato de la necesidad de profundizar en la música y en el soporte
del discurso para dar mayor fuerza al personaje.
''Hay espectáculos que apuestan por la belleza
-prosigue-. Algunos por el riesgo físico, otros por la modernidad
del discurso, pero lo que me interesa es integrar todo eso y si puedo darle
claridad y estructurarlo superando los límites de realidad y tiempo,
me sentiría muy satisfecha. Soy coreógrafa, sí, pero
si me ajusto un poco más a todo lo que hago soy una bestia de escena.
''Necesitamos enriquecernos mucho más de otras
disciplinas. La danza se alimenta de la música, la literatura y
las artes plásticas. Se puede profundizar más en esa dirección
y emplearlas como aderezo extra."
Ruby Tagle se refiere también a las ventajas que
la experiencia aporta en el escenario: ''La fuerza empieza a contenerse
en la sutileza. A nivel sensorial e intelectual ocurren cosas interesantes.
La energía se cualifica, eso lo admiré en Alicia Alonso,
cuando sus pies caían en el escenario sin hacer el menor ruido;
lo único que se escuchaba era el viento, la música y el sonido
del espacio''.
-¿Hacia dónde se dirige la multidisciplinariedad?
-La mutidisciplinariedad siempre ha existido, pero cada
vez va a ser mayor el intercambio de ideas; incluso ya hay espectáculos
montados con personas de teatro, danza y arte circense.
''Tengo el sueño y el deseo de que logremos articular
un discurso clave propio dentro de este mosaico tan diverso de posibilidades
dancísticas que hay. Una maestra muy sabia me dijo que cuando pasan
cosas horribles hay que abrazarlas, porque el caos también genera
belleza. Ahora creo que estamos en un momento de transición.''