Ganar aficionados al futbol, la meta: Mathis
Satisfacción en Estados Unidos pese a eliminación
AFP Y DPA
Los
Angeles, 21 de junio. La eliminación de la selección
estadunidense ante Alemania por la ventaja mínima en los cuartos
de final dejó una mezcla de alegría y frustración
entre los aficionados, que a lo largo y ancho del país se prepararon
para recibir un nuevo milagro.
No obstante, los fanáticos, agotados por las últimas
desveladas para presenciar los partidos de su selección, se mostraron
felices por ver cómo su equipo se metió entre los ocho mejores
del mundo y llegaba más lejos de lo esperado en una Copa Mundial,
lo que se considera toda una hazaña sin precedente y así
lo han hecho constar el técnico Bruce Arena, dirigentes y la prensa
especializada.
El capitán Claudio Reyna, quien brilló ante
Alemania al punto de haber sido declarado por la FIFA el jugador más
valioso del partido, tiene un lugar reservado en el Salón de la
Fama del futbol estadunidense.
Arena, satisfecho por el desempeño de sus jugadores,
quienes sudaron la camiseta y vendieron cara la derrota ante los teutones,
declaró hoy al diario The Miami Herald, desde Ulsan, que
dentro de cuatro años se verá el impacto de la actuación
de EU.
El técnico clamó porque los dirigentes apoyen
más al futbol, contraten mejores jugadores para su liga profesional,
que se invierta más y que el público vaya a los estadios,
como cuando se fundó la MLS (Major League Soccer), hace siete años;
o como dijo el delantero Clint Mathis: "Estaremos satisfechos de nuestra
actuación en este Mundial con sólo saber que hemos logrado
sumar un aficionado estadunidense al futbol''.
En
la ciudad de Columbus (Ohio), una de las sedes tradicionales del futbol
local, miles de personas llegaron a temprana hora para entrar al estadio
sede del equipo y presenciar el partido en una pantalla gigante. "Estoy
descontento ahora que todo ha terminado, pero si miramos lo que pasó
la última vez (en Francia 98), donde quedaron en último lugar,
lo único que puedo pensar es que habríamos hecho un pacto
con el diablo para llegar tan lejos'', dijo James Lewinson.
Lo mismo ocurrió en el estadio JFK de Washington,
donde otros 4 mil rabiosos fanáticos deliraron durante casi dos
horas, en espera de un nuevo milagro del equipo de Arena, mientras que
en Nueva York miles de bares y restaurantes permanecieron abiertos hasta
altas horas de la mañana.