Pemex deberá asumir parte de los riesgos,
condicionan
"Plena seguridad jurídica" para invertir en
gas, exigen extranjeros
Las trasnacionales mostraron gran interés en
explotar la Cuenca de Burgos Piden ventajas que afirman dan otros países
ISRAEL RODRIGUEZ J. Y ROBERTO GONZALEZ A.
Empresas internacionales demostraron estar ansiosas por
participar en la explotación del yacimiento de la Cuenca de Burgos,
el área más importante del país en reservas y producción
de gas no asociado, pero establecieron como condición para invertir
que el gobierno mexicano ofrezca plena seguridad jurídica para realizar
el negocio y que Petróleos Mexicanos (Pemex) asuma parte de los
riesgos en caso de que los proyectos no aporten la rentabilidad esperada.
El interés de las principales compañías
petroleras internacionales por explotar el yacimiento de gas en Burgos,
en el noreste del país, quedó de manifiesto cuando más
de 500 representantes de las 75 empresas del ramo más importantes
participaron en una conferencia de dos días, que concluyó
ayer, en la que Pemex ofreció que otorgará todas las facilidades
para que inviertan en esa región alrededor de 8 mil millones de
dólares.
Para los inversionistas extranjeros, la posibilidad de
realizar negocios en Burgos representa un amplio atractivo por el potencial
de explotación del yacimiento de gas, un hecho que por sí
mismo justifica la avidez con que han concurrido a la conferencia organizada
por el gobierno.
Las reservas en esa zona son de 6.5 billones de pies cúbicos
de gas, de las que 33 por ciento son probadas. Al otro lado de la frontera,
en el sur de Texas, que geográficamente corresponde a la misma Cuenca
de Burgos, las reservas son de 27 billones de pies cúbicos.
En la conferencia, inversionistas extranjeros demandaron
se modifiquen los contratos de servicios múltiples (CSM) presentados
por Pemex para realizar obras de exploración y producción
en el yacimiento de gas, con el propósito de limitar los riesgos
que deben asumir las compañías privadas que participen en
el proceso, y exigieron que haya plena seguridad jurídica.
Bajos precios, entre las inquietudes
"Nos
preocupa que la empresa privada que vaya a realizar las obras bajo los
CSM asuma todos los riesgos, como los relacionados con una menor producción
o con bajos precios internacionales del gas, que puedan reducir la rentabilidad
de las inversiones", opinó Antonio Suárez Torres, director
de nuevos negocios, exploración y producción de la firma
española Repsol YPF, quien participó en la conferencia de
dos días organizada por la Secretaría de Energía y
Pemex para dar a conocer entre inversionistas internacionales los contratos
de servicios múltiples.
"Falta claridad en los riesgos que asumen las firmas que
vayan a invertir, y consideramos necesario que Petróleos asuma parte
de esos riesgos", señaló el representante de la empresa española.
"Pemex está luchando contra una legislación arcaica, porque
México está en inferioridad de condiciones en esta materia
y compitiendo con 30 países que están desarrollando proyectos
similares", añadió.
La actual legislación mexicana prohíbe expresamente
que en la contratación de servicios la paraestatal asuma riesgos.
A modo de respuesta a esas inquietudes, el director general
de Pemex, Raúl Muñoz Leos, dijo que los CSM son compatibles
con el exhaustivo marco legal que rige a la paraestatal. Afirmó
que no existe asimetría entre el riesgo y los beneficios de Pemex
y de los contratistas que participen en el proceso.
Explicó que las reservas de gas natural en la Cuenca
de Burgos están internacionalmente certificadas, lo que garantiza
la rentabilidad de las obras, que los CSM "no son concesiones ni contratos
de riesgo, y que las empresas que presten sus servicios a Pemex recibirán
por ello un pago razonable".
Sin embargo, los temas relacionados con el riesgo que
asumirán las compañías privadas y la incertidumbre
al respecto predominaron entre los asistentes a la conferencia oficial
internacional El sector del gas en México. Aunque la modalidad de
CSM ofrece incluso una rentabilidad garantizada, los potenciales inversionistas
demandaron aún más beneficios y flexibilidad operativa.
Para mantener el interés de las compañías
extranjeras para traer sus inversiones, el gobierno ofreció ayer,
en el marco de la conferencia, que además de los CSM existen otras
áreas atractivas en las que pueden incursionar los capitales privados.
Según Marcos Ramírez Silva, director general de Pemex Gas
y Petroquímica Básica, estas "áreas atractivas" son:
el transporte de gas, la interconexión y la construcción
de nuevas plantas de compresión de gas, así como la comercialización
del energético, esta última actualmente restringida por la
ley.
Ramírez Silva dijo durante su intervención
en la conferencia que los contratistas de los CSM podrán operar
como comercializadores de venta de segunda mano, es decir, comprando el
gas a Pemex Gas y Petroquímica Básica, y posteriormente los
particulares podrían operar como comercializadores, "ampliando sus
oportunidades de negocio en el mercado de gas natural".
El consultor en temas energéticos George Baker,
gerente de Baker & Associates, planteó que existe un amplio
interés de las empresas internacionales por participar en la explotación
de la Cuenca de Burgos, como lo demuestra, dijo, la gran asistencia al
acto organizado por el gobierno mexicano.
"Los empresarios entienden que este es un proceso difícil
que va en contra de 60 años de cierta tradición. Hay que
esperar para que los términos claves de los contratos sean aclarados,
para saber qué tan riesgoso y qué tan prometedor es el programa.
El hecho de que haya habido estos ruidos y controversias e impugnaciones
por el lado constitucional debe entenderse como parte de la fricción
previsible de ir contra 60 años de tradición priísta",
señaló.
Además del reclamo para que Pemex comparta el riesgo,
otros potenciales inversionistas exigieron que el gobierno mexicano ofrezca
plena garantía de que no afrontarán retrasos o contingencias
por cuestiones legales, ante la oposición que hay en el Congreso
para avalar la estrategia planteada por Pemex.
En este sentido, Colin I.M. Braitwaite, director de desarrollo
de negocios en gas de la firma trasnacional Shell, dijo que para invertir
en México "las compañías mundiales buscan estabilidad
legal y fiscal".
En el mismo sentido se pronunció James J. Emme,
vicepresidente de exploración de Anadarko Petroleum Corporation.
Dijo que para invertir en este proyecto los empresarios reclaman "un ambiente
de negocios predecible, así como un marco fiscal y legal completamente
claro".
Añadió que no ha quedado claro si los incentivos
que ofrece el gobierno son suficientemente transparentes para que se comprometan,
sobre todo ante las opciones de inversión que tienen en otros países.
A su vez, Ian Mallory, director en México de Duke
Energy International, pidió que las empresas que participen en la
explotación de gas también puedan operar las plantas productoras
del hidrocarburo, lo que está prohibido por la Constitución.
Hacia un "Pemex paralelo"
El mecanismo de CSM para que empresas privadas realicen
la exploración y la explotación del gas natural en el noreste
del país apunta a la creación de un Pemex paralelo, dado
que las cláusulas de este documento indican que las compañías
serán las únicas responsables de la contratación de
los trabajadores operativos y especializados y del cumplimiento de las
prestaciones sociales que generen, lo que en la práctica significa
un desplazamiento de los sindicalizados de la empresa paraestatal, afirmó
Víctor Rodríguez Padilla, investigador de la UNAM y asesor
en el Senado de la República.
El también miembro de la organización no
gubernamental Mesa Ciudadana para la Observación de la Energía
indicó que con la aplicación de los CSM habrá un hoyo
por más de 7 mil millones de dólares que dejará de
percibir el erario público. Explicó que la intención
es crear dos sistemas fiscales diferenciados para Pemex y para las empresas.
Mientras la paraestatal está obligada por ley a entregar un impuesto
de 60.8 por ciento sobre el valor de sus ventas, las compañías
privadas sólo pagarían el impuesto sobre la renta (ISR),
cuyo índice oscila entre 32 y 35 por ciento, con lo que se coloca
a Petróleos en franca desventaja.
El especialista, quien acudió al acto de presentación
de los contratos, precisó que "por cada dólar que ingrese
del proyecto Burgos con los CSM, a Pemex sólo le tocarán
10 centavos, y sobre ese pequeño monto todavía tendrá
que pagar impuestos y derechos. En el mejor de los casos, le quedarán
cinco centavos una vez que la Secretaría de Hacienda reciba lo suyo".
José Jiménez Probert, del despacho legal
Winstead y Rivera, comentó que la mayoría de los inversionistas
no saben y se están preguntando qué pasaría en caso
de una controversia constitucional. La interrogante es: ¿los contratos
quedarían sin efecto o carecerían de validez? Pero, por otro
lado, las autoridades siguen diciendo que es plenamente constitucional,
pero aun así la incertidumbre política está afectando
mucho este proceso, destacó.