Necesario, rescatar su ''normalidad'', coinciden en el foro de Palenque
Especialistas, contra la visión esotérica
y mítica prevaleciente sobre los mayas
Apenas comienza a desvirtuarse una concepción bucólica sobre
esa civilización: Lacadena
Doris Reents considera inadmisible ignorar que los mayas son una comunidad
contemporánea
ANGEL VARGAS ENVIADO
Palenque, Chis., 19 de junio. Pese a los aportes
de las investigaciones que se han realizado sobre los mayas en las décadas
recientes, todavía prevalece en el mundo una visión mítica
y esotérica de esa cultura, lo cual, opinan algunos de los especialistas
extranjeros participantes en la cuarta Mesa Redonda de Palenque, ha impedido
ubicarla en el lugar que le corresponde en la historia de la humanidad.
Según el epigrafista español Alfonso Lacadena,
de la Universidad Complutense de Madrid, es en tiempos recientes cuando
apenas comienza a abatirse ''esa concepción bucólica que
presentaba a los mayas prácticamente como una civilización
poco menos que extraterrestre, integrada por seres que parecían
fuera de este planeta, por sus grandes logros arquitectónicos, artísticos,
astronómicos, su gran religiosidad y, sobre todo, por no hacer la
guerra''.
Más allá de ser una moda
Sin restar méritos al grado de desarrollo y perfección
alcanzado por esa cultura mesoamericana, Lacadena puntualiza que las investigaciones
en términos de arqueología, epigrafía e iconografía
han permitido descubrir ''su normalidad" y en consecuencia estudiarla con
los mismos principios que se utilizan para otros grandes pueblos antiguos,
como el egipcio, el griego y el romano.
Se trata de una situación que ha decepcionado a
muchas personas ajenas al ámbito académico, considera, pero
que sin duda beneficia el conocimiento y el reconocimiento que merecen
los antiguos mayas, quienes, ante la visión exótica que se
tenía de ellos, ''se encontraban en franco peligro de ser sólo
una experiencia del momento, una moda pasajera".
Tal visión es compartida por la antropóloga
estadunidense Dorie Reents, quien resalta que cuando los mayas sean vistos
como ''una civilización con absolutos logros en la historia en la
humanidad" y no predominantemente bajo una óptica incluso metafísica,
''será cuando comenzarán a apreciarse conforme lo merecen".
Y enfatiza: ''Como decía Linda Schelle: llegará
el día en que se enseñará a nuestros hijos en las
escuelas que, en la historia de la humanidad, al lado de Julio César
de Roma y Pericles de Atenas, se encuentra Pakal de Palenque".
Al igual que el antropólogo francés Claude
Francois Baudez, Reents considera imperativo ''traer al mundo contemporáneo"
la filosofía y la cosmovisión de los antiguos mayas, como
una ''propuesta viable para el desarrollo de nuestra civilización".
Baudez, por su parte, subraya el profundo sentido humanista
que se desarrolló en ese pueblo indígena: ''Hay quienes se
alarman cuando me refiero al humanismo de los mayas y me cuestionan que
cómo es posible decir eso cuando practicaban sacrificios humanos
y ritos de sangre. Pero siempre he sustentado que prefiero gente que mata
a otra gente para que el cosmos siga funcionando y el sol amanezca cada
día, que aquella que tira bombas indiscriminadamente por el simple
placer de matar".
Astrólogos, no astrónomos
Con sus matices e incluso en ocasiones marcadas diferencias,
estos especialistas coinciden en definir la sencillez de la cultura maya
y lo negativo y lo perjudicial que han sido los mitos en torno de ella
para su desarrollo.
Baudez, por ejemplo, señala que ''algunas de esas
visiones exóticas" han impedido que entre las mayorías se
sepa que ''el talento astronómico de los mayas obedeció más
a intereses por interpretar los astros para saber el porvenir, que por
conocerlos y estudiarlos con fines científicos; es decir, eran astrólogos
y no astrónomos."
Doris Reents va más allá y asegura que esas
falsas percepciones atentan incluso contra los mayas contemporáneos:
''Es increíble que no sólo en el resto del mundo, sino incluso
que en México y Centroamérica desconozcan que los mayas todavía
están con nosotros y que los crean extintos.
''Para muchos es todavía un gran enigma saber hacia
dónde se fue esa gran cultura y no hay tal; quienes ahora la integran
están aquí, en nuestro tiempo, son parte de la comunidad
humana contemporánea. Además de los gobiernos e instituciones,
es deber de todos los investigadores interesados en esta civilización
no sólo abocarse en los estudios de su pasado, sino crear también
oportunidades para que los mayas modernos hablen de su cultura y puedan
continuar desarrollándola."