Les deben dinero ganado entre 1942 y 1965
Proyecto legislativo en EU para que viejos braceros recuperen su sueldo
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 12 de junio. Felipe Nava, mexicano de 80 años de edad, llegó hoy a Washington a fin de continuar su lucha para conseguir los sueldos ganados aquí y que le fueron negados hace seis décadas.
Nava y varios de sus compañeros atestiguaron el momento en que el representante Luis Gutiérrez presentó un proyecto legislativo ante la Cámara baja, que podría ayudar a que cientos de miles de braceros mexicanos finalmente recuperen los sueldos que jamás les fueron pagados por su trabajo aquí entre 1942 y 1965.
''Aproximadamente un total de 60 millones de dólares fue deducido de sus sueldos por el gobierno de Estados Unidos y después entregado al gobierno de México, el cual tenía la obligación de pagar estos fondos a los trabajadores al regresar de Estados Unidos'', explicó Gutiérrez en conferencia de prensa frente al Capitolio.
Estos mexicanos fueron parte de un programa de trabajadores huéspedes establecido por los gobiernos de México y Estados Unidos en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Los trabajadores en este llamado Programa Bracero fueron contratados por el gobierno estadunidense, que a la vez los colocó en empleos agrarios y en industrias que carecían de mano de obra durante la guerra.
El 10 por ciento de sus salarios fue retenido por el gobierno para ser entregado a los braceros cuando éstos regresaran a México. Pero la mayoría de estos trabajadores o las familias que les sobreviven acusan que estos fondos nunca les fueron entregados y, por lo tanto, presentaron una demanda legal en Estados Unidos para obligar a que los dos gobiernos restituyan estos pagos. Con intereses, el monto debido podría sumar entre 500 y mil millones de dólares.
El proyecto legislativo presentado hoy, promovido por siete representantes estadunidenses, tiene la intención de facilitar la resolución de este caso a favor de los demandantes. Pero el gobierno mexicano dice que una gran mayoría de los fondos sí fueron entregados a los trabajadores y que sólo en unos cuantos casos los braceros no recibieron el pago que les correspondía por su labor.
Finalmente, ellos contrataron a un abogado neoyorquino, quien ha insistido ante los medios de comunicación estadunidenses en que aun los que no recibieron su dinero sabían de la existencia del mismo y simplemente no realizaron los trámites para recibirlo.