Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 13 de junio de 2002
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Sociedad y Justicia

Las instituciones de ese sector comprarán preferentemente esos productos

En puerta, confrontación entre Ssa e industria farmacéutica por los medicamentos genéricos

Trasnacionales darán inicio a una campaña para resaltar la inconveniencia de que los enfermos los reciban El mercado de fármacos en México genera ingresos por 7 mil mdd

ANGELES CRUZ

Una nueva confrontación podría darse entre la industria farmacéutica y la Secretaría de Salud (Ssa), por la determinación de esta última de que las instituciones públicas del sector compren, preferentemente, medicamentos genéricos intercambiables (GI).

Los laboratorios nacionales, que serían los más beneficiados con la medida que entró en vigor el sábado pasado, reclaman que al momento de decidir las licitaciones se privilegia el precio más bajo de los medicamentos y no su calidad. En tanto, la industria trasnacional empezará con una campaña para ''informar sobre la inconveniencia de que los enfermos reciban GI''.

Lo anterior a pesar de que desde el 27 de febrero de 2002, el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, les anunció a los empresarios de la medida que había adoptado el Consejo de Salubridad General, como una de las primeras acciones encaminadas a garantizar el consumo racional de medicamentos de alta calidad.

Esta nueva diferencia del gobierno con la iniciativa privada surge a casi cuatro años de que se inició en México el programa de medicamentos GI, como una alternativa para reducir los precios de los fármacos. De 1998 a la fecha, los genéricos intercambiables apenas ocupan 3 por ciento del mercado farmacéutico y en la Secretaría de Salud se reconoce la falta de estímulos al crecimiento de este sector.

De ahí que, aunado al objetivo de garantizar la calidad de los medicamentos, la Ssa haya decidido ser el primer demandante de GI. De hecho, las instituciones de salud del sector público son las principales compradoras de fármacos, principalmente a los laboratorios nacionales.

Actualmente, el mercado de medicamentos en México genera ingresos por 7 mil millones de dólares, de los cuales mil 400 millones corresponden a los fabricantes nacionales y de esta última cifra casi 90 por ciento proviene de las ventas al gobierno, en particular al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los laboratorios nacionales han sobrevivido en los últimos 40 años por las ventas que realizan a las instituciones públicas y también son los mayores fabricantes de genéricos intercambiables.

Por eso, serían los principales beneficiarios del acuerdo publicado por la Ssa en el Diario Oficial de la Federación, el cual establece que ''las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud deberán comprar Medicamentos Genéricos Intercambiables, siempre y cuando estén disponibles en el mercado, asegurando al Estado las mejores condiciones en cuanto a calidad, precio y oportunidad, y en todo momento se deberá actuar en los términos del artículo 134 constitucional''.

Los fabricantes nacionales tienen dudas respecto de la inclusión del concepto ''precio'' en el acuerdo, porque los responsables del área administrativa de las instituciones han privilegiado, siempre, el costo del medicamento para elegir a sus proveedores. El riesgo es que siga siendo así, apuntan.

Sin embargo, de acuerdo con información extraoficial, esta situación cambiará. Ejemplo de ello ocurrió recientemente en el Instituto Mexicano del Seguro Social, donde se emitió una convocatoria para adquisición de GI, exclusivamente. Entonces, sí habrá competencia por los mejores precios, pero únicamente entre productos químicos que hayan demostrado su intercambiabilidad, es decir, que tengan el mismo efecto terapéutico que el original.

Según la información recabada, esta mecánica se reproducirá en el resto de las instituciones sanitarias del país. Por otra parte, trascendió que privilegiar la compra de genéricos intercambiables tampoco implica desplazar a los medicamentos innovadores, esto es, los protegidos por patente. El sector público -se dijo- prácticamente no adquiere este tipo de productos, conocidos también como de tercera generación por su alto beneficio terapéutico, mínimos efectos colaterales y mayor comodidad de uso para los pacientes.

No obstante, datos proporcionados por fabricantes nacionales señalan que efectivamente el volumen de medicamentos de patente que compra el sector salud no es grande. Representa apenas 5 por ciento del total, pero implica una erogación económica de 25 por ciento de los recursos disponibles en este rubro.

Por lo pronto, laboratorios trasnacionales realizarán una serie de acciones encaminadas a ''convencer'' a los usuarios de la inconveniencia de los GI, ''al menos para algunos de los procedimientos clínicos más complejos'', como son los trasplantes de órganos.

Al parecer, no tienen intención de entablar una confrontación abierta con la Secretaría de Salud. Por ello, la industria se valdrá de los propios pacientes, quienes de viva voz narrarán su experiencia y los beneficios que han tenido con el uso de medicamentos originales, de marca.

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