Invita la FAO a sociedad civil y ONG a participar en la lucha contra el hambre

El abastecimiento alimentario se garantizará sólo con un mercado multilateral y abierto: OMC

AL se compromete a trabajar para aliviar la situación de 54 millones de hambrientos en la región

PL, AFP Y DPA

Roma, 12 de junio. Sólo un sistema comercial multilateral y abierto puede garantizar un abastecimiento alimentario estable y seguro, con la participación de una diversidad de países ofreciendo sus productos en el mercado, afirmó hoy el director adjunto de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Miguel Rodríguez Mendoza.

Rodríguez, uno de los participantes en la segunda cumbre sobre alimentación organizada por el Fondo de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se inclinó en ese sentido en favor de que se den avances en las negociaciones sobre agricultura que desde hace dos años se llevan a cabo en la OMC.

Al abogar por políticas de acceso a los mercados, rechazó todas las formas de subvenciones a la exportación con miras a su remoción respectiva, y que disminuyan en forma significativa las ayudas internas en la materia, al considerar que distorsionan el comercio.

Expertos afirmaron en esta capital que la ONU decidió llevar la lucha contra el hambre en el mundo a las salas de clases para "alimentar los espíritus" y contribuir así a reducir a la mitad el índice de hambrientos para antes del año 2015.

No obstante, los especialistas también consideran que los bancos públicos mundiales de semillas necesitan una inyección de 260 millones de dólares de donantes para proteger las variedades de cosechas y ayudar en la guerra contra el hambre.

Por lo demás, la FAO espera involucrar a las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y el sector privado en la lucha contra el hambre en el mundo, como se observa en la invitación de que fueron objeto este día representantes de esos sectores y de asociaciones campesinas e indígenas de América Latina para reunirse con los delegados de los 183 países reunidos en esta cumbre.

Asimismo, representantes gubernamentales de América Latina y el Caribe se comprometieron a trabajar por cambios en las relaciones internacionales para aliviar la situación de 54 millones de latinoamericanos hambrientos.

En contraste, unos 40 campesinos de 16 países, entre los que se encontraba el líder sindicalista francés José Bové, ocuparon este miércoles un campo de cultivos transgénicos en el recinto de la universidad de Tuscia en Viterbo, unos 70 kilómetros al norte de Roma, en repudio a las prácticas experimentales.

La asociación Amigos de la Tierra denunció una variedad de maíz transgénico prohibida para el consumo humano, hallada en unos lotes de ayuda alimentaria distribuida en Bolivia. Se trata de la variedad Starlink, prohibida en Estados Unidos por riesgos de alergia.

A la fecha otros 19 países han firmado el tratado internacional sobre recursos genéticos de plantas para la alimentación y la agricultura, con lo que se eleva a 45 el número de signatarios, incluyendo a los 15 países de la Unión Europea (UE).

La indígena guatemalteca Rosalina Tuyuc denunció a su vez las dramáticas condiciones de miseria y enfermedades en que viven las mujeres campesinas de su país, además de las amenazas de muerte de que son objeto continuamente.