Comparece ante el Congreso en una sesión marcada por gritos e insultos

La reforma laboral no recorta ningún derecho; la huelga, sin justificación alguna, sostiene Aznar

Una disminución a las garantías sociales sólo se podía hacer por decreto: líder del PSOE

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 12 de junio. El presidente del gobierno español, el derechista José María Aznar, afirmó hoy que la huelga general convocada para el próximo 20 junio, en la víspera de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) en Sevilla, "no tiene justificación ni argumento alguno", y consideró que dicha protesta, además de "perjudicar al gobierno, en esas fechas y con esas circunstancias, perjudica objetivamente a España".

En una sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados, en la que hubo insultos y gritos, Aznar defendió la reforma de la ley de desempleo que aprobó vía decreto un día después de que los sindicatos convocaran al paro nacional, precisamente en protesta por las medidas previstas en dicha reforma que, según los líderes sindicales, atentan contra el Estado de bienestar alcanzado después de años de luchas sociales en España y en Europa.

"En España se creció los primeros meses del año 10 veces más que la media europea, se crean empleos y hay superávit en la seguridad social, por lo que definitivamente no se encuentran argumentos ni justificaciones cuando se convoca a una huelga general con la que se puede perjudicar al gobierno, pero también a España", sostuvo Aznar, quien agregó que su reforma laboral "no recorta ningún derecho".

Después de defender sus políticas reformistas, que no sólo han modificado leyes como la laboral y de desempleo, sino también normas en el área educativa, el presidente de turno de la UE advirtió que el gobierno, por medio de las fuerzas de seguridad del Estado, garantizará el derecho a trabajar de quien ese día no secunde la huelga general. A juicio de Aznar, "el problema es otro, es que alguien piense que a falta de convencidos sean necesarios huelguistas forzosos y a mí sinceramente eso no me parece bien, pues los servicios mínimos no se establecen para impedir que vaya a trabajar el que quiera, sino justamente para garantizar el trabajo de aquel que lo quiera hacer y garantizar la normalidad, que también es un derecho que debe ser respetado".

El presidente del gobierno español, del conservador Partido Popular, compareció en el Congreso después de una gira por Europa en la que defendió sus iniciativas de cara a la próxima cumbre de Sevilla, si bien la sesión de control al gobierno se centró en la huelga general.

Despidos "más fáciles"

Para el líder del opositor PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, con la reforma de la ley de desempleo que acaba de aprobar el gobierno "se recortan las prestaciones sociales para los desempleados de manera innecesaria, en un sistema que tiene modestas prestaciones y que además hoy tiene superávit. Con estas reformas el despido es más fácil y más barato, habrá más trabajadores sin seguro y para todo ello ha roto el clima de paz y diálogo social", por lo que instó al gobierno a negociar sus medidas laborales y evitar una ruptura total del diálogo social.

Pero Rodríguez Zapatero, después de recibir como respuesta airadas ironías de Aznar, le señaló que es "tan evidente que hay un recorte de los derechos sociales, que esto sólo se puede hacer por imposición, ya que el fin determina los medios, y ustedes han tenido que imponer la reforma sin diálogo y con un decreto, pues la única urgencia para aprobar esta reforma es la de dejar atado y bien atado un modelo social y laboral regresivo para España.

"Pero el gobierno está muy equivocado con lo que es el Estado del bienestar, que no es una concesión de los poderosos a los débiles, es un derecho de ciudadanía, por lo tanto la protección al desempleo no es una limosna a los parados, es un derecho que es fruto de la cotización de los trabajadores al sistema de seguridad social. Por eso esta huelga no lastima los intereses del país, lo que hace daño a España es su actitud antidemocrática, su modelo social y la quiebra de un consenso social básico.

"Lo que usted ha decidido cambiar por ley, utilizando su mayoría, será cambiado también por ley por una nueva mayoría", advirtió el líder socialista, quien señaló a Aznar que "ese modelo de España que tiene en la cabeza -y en las vísceras, a tenor de lo que le escuchamos los últimos días- es insolidaria e insegura y no durará mucho tiempo más".

A su vez, el líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, advirtió a Aznar que "no estamos en la España franquista y la huelga general no es un contubernio judeo-masónico, los convocantes no son la anti-España, sino que son organizaciones legales", por lo que instó al gobierno a respetar los derechos que considera la Constitución, entre ellos el de huelga.

Mientras se celebraba la sesión parlamentaria, los líderes de los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores (UGT), se manifestaron en Barcelona junto a unos 8 mil delegados de esas organizaciones y coincidieron en señalar que la huelga general tiene como único origen las reformas neoliberales emprendidas por el gobierno de Aznar, que significan "poner a los trabajadores en la antesala del despido libre".

Cándido Méndez, líder de UGT, explicó lo que a su entender ha sido la nueva reforma: "Teníamos derecho a una indemnización por desempleo, pero por la noche se coló por la chimenea no un Papá Noel (Santa Claus), sino un decretazo que nos ha quitado el derecho a esta protección", por lo que definió a Aznar como "una urraca que se apropia de todo lo que brilla".