La recesión, agravada por la crisis argentina

Inmoviliza a Uruguay huelga contra aumentos de impuestos a salarios

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Montevideo, 12 de junio. Una huelga general convocada por la central sindical única de Uruguay PIT-CNT, en protesta por aumentos impositivos a los salarios y jubilaciones y por empleos, paralizó este miércoles gran parte de la actividad del país.

La medida de fuerza, segunda en 15 días, fue convocada mientras la recesión que afecta a Uruguay desde hace más de tres años fue agravada por la crisis económica que sufre Argentina, que golpeó el comercio, el turismo y hasta el sólido sistema financiero de este país, histórico refugio de capitales argentinos.

La recesión ha hecho subir el desempleo en Uruguay a 15 por ciento de la fuerza laboral, el más alto en su historia, equivalente a unas 200 mil personas, en un país de 3.2 millones de habitantes.

La huelga afectó visiblemente la actividad bancaria, las empresas estatales de electricidad, agua, energía y petróleo, así como la enseñanza pública, los servicios de salud y el transporte.

Los comercios permanecieron abiertos en Montevideo en la mañana, pero en la tarde muchos habían bajado las cortinas.

"Creemos que el acatamiento al paro general fue muy bueno, tanto en Montevideo como en el interior" del país, dijo a Reuters el secretario de propaganda del PIT-CNT, José Suárez.

Varios cientos de trabajadores realizaron concentraciones en distintos barrios de Montevideo y de ciudades del interior, en las que leyeron proclamas contra la política económica del gobierno que, aseguraron, durante años no ha implementado medidas efectivas para reactivar la economía y ge-nerar empleos.

"No se toma en cuenta a los trabajadores. En la actualidad hay más desocupación, más impuestos para los pocos que trabajan y no hay medidas para el aparato productivo", añadió el dirigente sindical.

El gobierno del presidente Jorge Batlle se encuentra presionado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que reduzca un abultado déficit fiscal, que hasta febrero era equivalente a 4.7 por ciento del producto interno bruto.

Con ese fin, el gobierno logró en mayo que el Congreso Nacional aprobara alzas en el impuesto a salarios y jubilaciones y en otras tasas, con el fin de obtener ingresos extra por 230 millones de dólares, y así disminuir el déficit.

Pero las medidas gubernamentales fueron criticadas por sectores opositores y los sindicatos, que ya estaban alarmados por el creciente desempleo y los bajos niveles de los salarios.

La reducción del déficit y reformas en diversas áreas del Estado son condición del FMI para liberar nuevos préstamos destinados a fortalecer el sistema financiero, golpeado por retiros de ahorristas temerosos de que se instale en Uruguay un congelamiento de depósitos similar al argentino.

Los préstamos, que serían de unos mil 500 millones de dólares, se sumarían a un crédito aprobado en marzo por 743 millones de dólares, y se destinarían también a fortalecer las debilitadas reservas monetarias del Banco Central.