Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 10 de junio de 2002
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Política
Lamenta el obispo de San Cristóbal la matanza de campesinos en Agua Fría

Exige Arizmendi al gobierno atender rezagos para evitar enfrentamientos entre indígenas

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

San Cristobal de Las Casas, Chis., 9 de junio. La matanza de 27 indígenas en Agua Fría, Oaxaca, ocurrida el pasado 31 de mayo, debe ser "un llamado a la conciencia del país", afirmó Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

En rueda prensa pidió que "la euforia por los triunfos de la selección mexicana de futbol no nos haga olvidar estos dramas tan terribles que están ocurriendo en el país, que avergüenzan y entristecen. Deben ser un examen de conciencia, pues es más fácil culpar a otros en lugar de que cada quien asuma su responsabilidad y analice qué nos ha faltado para poder vivir con justicia y dignidad".

Asimismo hizo un llamado a las autoridades federales para que piensen más en el campo y le den prioridad a las carencias tan graves que siguen padeciendo campesinos e indígenas, "porque Dios nos va a pedir cuentas de lo que hayamos hecho o dejado de hacer en su favor".

Arizmendi Esquivel agregó que el hecho de que indígenas y campesinos mexicanos tengan que vivir de una forma tan lamentable y deban dedicarse a muchas cosas para sobrevivir significa que el campo está muy abandonado y muchas veces no les queda más remedio que la migración, la tala inmoderada de árboles o la siembra de estupefacientes.

Sostuvo que con la matanza de Agua Fría la conciencia nacional debe estar herida y adolorida, "y todos tenemos que ver qué podemos hacer. Todos debemos ver cómo se superan las divisiones internas en las comunidades, mismas que muchas veces son provocadas por la miseria, la pobreza y la lucha por la sobrevivencia".

Por su parte, el sacerdote jesuita Pedro Arriaga, uno de los párrocos del municipio de Chenalhó y quien atiende espiritualmente a los habitantes de Acteal -donde el 22 de diciembre de 1997 fueron asesinados 45 tzotziles-, lamentó los hechos de Agua Fría y recordó que en su parroquia permanece un "gran dolor" por la matanza que perpetraron los paramilitares priístas hace casi 54 meses.

El religioso dijo también que la reciente aparición pública en Chiapas del ex gobernador Julio César Ruiz Ferro -en cuyo mandato se cometió la masacre- "ha indignado mucho a los pobladores de Chenalhó", particularmente a sobrevivientes, familiares, amigos y compañeros de las víctimas, así como a los habitantes de Acteal y de otras comunidades de donde eran originarios los indígenas.

"Los ha indignado mucho la aparición de Ruiz Ferro, lo cual es una señal de la impunidad que sigue habiendo, pues él era uno de los presuntos autores intelectuales o por lo menos fue destituido como gobernador al ocurrir la matanza; o sea, se siguen dando señales de que no se busca la justicia, como se demuestra también con el hecho de que hay órdenes de aprehensión 

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