Por una comida en Tokio se deben pagar $800

Cuesta $91 mil presenciar los partidos del Tricolor

VICTOR ZENDEJASXX

Para quien decidió viajar 15 días a Corea y Japón desde México con el propósito de presenciar los encuentros del Mundial 2002 de futbol, el gasto total que le significó dicho acontecimiento con avión, hospedaje en hotel de tres estrellas, desayunos tipo americano y pases de entrada a tres partidos de la selección mexicana fue de 91 mil 751 pesos.

Un análisis publicado en la Revista del Consumidor cita que el costo promedio de una comida en un restaurante de Tokio es de 800 pesos, por lo que durante una estancia de 16 días significaría un gasto total, sólo por ese concepto, de 12 mil 800 pesos.

El precio del boleto para los partidos de apertura y semifinal en clase preferente es de 4 mil 750 pesos, en tanto que en esa misma categoría pero para la final en el estadio Yokohama es de 7 mil 125 pesos. Las monedas conmemorativas de oro, plata y níquel se cotizan en 2 mil 838, 425.79 y 212.84 pesos, respectivamente. Todo lo anterior, cita la publicación, suma 119 mil 902.63 pesos, cantidad que puede incrementarse considerablemente por infinidad de gastos imprevistos.

En un comparativo titulado por la Revista del Consumidor "Danza con números", se explica que el precio que pagó un coleccionista por la camiseta verdeamarelha que usó Pelé durante el Mundial México 70 fue de 225 mil dólares; el premio económico que obtendrá el equipo campeón de la Copa Mundial será de 7.7 millones de dólares, de las entradas para los partidos que tendrán en conjunto Corea y Japón se esperan 3 millones 180 mil dólares, y la cantidad por la que el jugador de futbol soccer, David Beckham firmó un contrato con la marca deportiva Adidas para promover sus productos fue de 6 millones de dólares.

Negocio lucrativo

En el reparto del pastel cinco empresas de televisión pagaron más de 460 millones de dólares para adquirir los derechos de trasmisión del Mundial 2002 y montar un aparato mercadológico varios meses antes, con el único fin de llegar al consumidor y hacerlo entrar en un ambiente de fiebre futbolera para que se ejerzan gastos de esa magnitud.

Cita que en las últimas décadas, el futbol ha dejado de ser un simple deporte para convertirse en una práctica en la que se invierten millones de dólares en promoción, con el fin de cautivar aficionados, dando origen a uno de los negocios más grandes y lucrativos que existen. La Revista del Consumidor añade que la venta de publicidad es más lucrativa que la misma trasmisión de los partidos.