La epidemia registra una "aparente estabilización", asegura la directora del organismo
Conasida: en la actualidad el VIH no
se disemina de manera catastrófica
Faltan más fondos para enfrentar el mal, reconoce; hasta 2001, casi 52 mil casos conocidos
JENARO VILLAMIL
De acuerdo con criterios internacionales, el VIH-sida se mantiene como enfermedad "concentrada", porque la prevalencia en la población es menor a uno por ciento (entre 0.04 a 0.09), destacó la directora del Consejo Nacional de Prevención y Control del VIH-sida (Conasida), Patricia Uribe, y subrayó que, en relación con el número de casos registrados desde su aparición, la epidemia tiene una "aparente estabilización".
En entrevista con La Jornada, reconoció que hacen falta "muchos más recursos" para enfrentar la epidemia. Validó que sólo 0.55 por ciento del gasto total en salud se destina al sida, pero subrayó que el sector público sigue siendo la fuente de financiamiento más importante, al pasar de 125.7 millones de dólares en 1999 a 162.1 millones en 2000, lo que representa 87.6 y 90.2 por ciento del gasto total contra la epidemia. En contraste, el gasto en hogares fue de 15.5 millones de dólares en 1999 y 16 millones en 2000, lo que representa 9 y 10.8 por ciento, respectivamente.
Hasta 2001, la cifra de casos de sida acumulados en México fue de 51 mil 914 personas. Considerando el retraso y el subregistro, se calculan 64 mil casos, de los cuales la mayoría han muerto, y sólo viven 20 mil 671, según los datos oficiales.
"Los infectados, es decir, personas que no tienen síntomas y no están enfermos, son entre 116 mil y 177 mil personas. Estos son portadores. La gente que se infecta y tarda 10 años en desarrollar la enfermedad... En México sólo tenemos registrados como infectados alrededor de 13 mil", precisó Uribe.
Estrategias focalizadas
Insistió en la necesidad de mantener estrategias "focalizadas" para disminuir la expansión en las poblaciones con mayor prevalencia de la enfermedad: en hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH) es de 15 por ciento, en usuarios de drogas intravenosas (UDI) es de 6 por ciento y trabajadores sexuales varones es de 6 por ciento.
Uribe consideró que la estrategia dirigida a estas poblaciones evitará que la epidemia se disemine. "No podemos hacer una estrategia generalizada. Es como si quisieras apagar un incendio echándole agua a todo el país y no donde está el incendio".
Rechazó que exista una diseminación de la epidemia hacia las zonas rurales del país: "No puedo afirmar lo de la gran diseminación. Se incrementaron los casos rurales de 4 a 6 por ciento, pero esto no significa una gran diseminación. El área rural la vemos como zona vulnerable porque hay menor acceso a la información, a servicios, porque la población tiene menos recursos, porque tiene gran movilidad poblacional".
Recalcó: "Tenemos que mantenernos alertas en las fronteras, con los jóvenes, en la población indígena, pero en este momento la epidemia no se está diseminando de manera catastrófica o importante; mis datos no lo documentan".
-Sin embargo, otros índices hablan de una tasa de prevalencia por arriba de 3 por ciento en la población abierta, como ha sido el caso del Distrito Federal.
-Son pacientes que se van a hacer la prueba, pero es una población sesgada, porque sospecha, va y se hace la prueba. Los criterios científicos no pueden aceptar estos datos para decir que existe una mayor prevalencia. Todo el tiempo estamos monitoreando (le llamamos vigilancia centinela) cómo está la prevalencia en estos grupos. A estas personas no las puedo catalogar como población de jóvenes en general. En nuestro país el sida está catalogado como una epidemia concentrada, y eso está reconocido en todos los documentos internacionales.
Se comentó a Uribe que otras informaciones hablan de una "preocupante ruralización" de la epidemia, como las declaraciones de la doctora Melba Muñiz Merlón, publicadas en La Jornada en junio de 1996, que en esa fecha consideró que 17 por ciento de los casos de sida en las zonas rurales tenía antecedentes migratorios.
Contestó que, de acuerdo con las cifras oficiales, sólo 4 por ciento de los casos de sida está en zonas rurales. "Sigue la epidemia urbanizada en México. Que en cualquier momento se puede disparar en la zona rural, es cierto, pero en este momento es predominantemente urbana. Tenemos que mantener la vigilancia en estas zonas y lo estamos haciendo", agregó.
Adelantó que en este año se dará a conocer una estrategia para prevención y atención en 50 de las localidades más afectadas y que el Plan Puebla-Panamá ya incorporó el asunto del VIH-sida como una de sus prioridades.
"Aparente estabilización"
La directora del Conasida, quien desde 1987 ha estado involucrada en la política pública para combatir la epidemia, explicó de esta forma el comportamiento del VIH-sida en México:
"La curva de la epidemia se estabilizó desde 1995. Al principio tuvo un crecimiento muy acelerado, pues se duplicaba el número de casos. En un año tenías 600, al siguiente mil 200 y luego 2 mil 400. Desde 1995 no se duplica. Hay un crecimiento como de 4 por ciento anual. Cada año tenemos unos 4 mil casos nuevos. Si comparas 47 mil con 51 mil no son el doble. Ya no es un crecimiento exponencial, pero, de todas maneras, no hay que cantar victoria. Esto es en relación con los casos de sida. Por eso decimos una aparente estabilización. Todavía en 2002 me reportan casos del año, pero también de años anteriores. Me reportan casos viejos.
-ƑEntonces es sólo aparente la estabilización?
-Hay una aparente estabilización, pero tenemos que esperar al cierre de la curva de 2000, que la vamos a cerrar en 2006. Por eso dijimos eso. A mí me conviene decir que la epidemia está aumentando para que me den más dinero, pero no puedo decir eso, porque tiene que ser con criterios científicos.
"Tampoco puedo decir que está bajando. Sigue habiendo casos nuevos cada año, no tan aceleradamente como antes. Si me dices que el próximo año la prevalencia de la enfermedad en la población será de 3 por ciento, me pongo a temblar, porque algo está mal. Esto también lo mido en la prevalencia por grupos. Si de repente en HSH me sube de 15 a 20 por ciento me pongo a temblar.
"Estamos viendo la película de lo que pasó hace 10 años. No sé si me entiendas. Esto no es la mejor manera de medirlo. Casos de sida es la gente que se infectó hace 10 años. Las cifras no me están representando lo que está pasando ahorita. Si se me dispara cualquiera, sufro."
-ƑQué es lo que hace falta?
-En el país, que las estrategias preventivas deban ser focalizadas, se han hecho aisladamente y a escala menor. La mayoría de los estados no están revisando estrategias preventivas dirigidas a HSH, a trabajadoras y trabajadores del sexo comercial, a usuarios de drogas intravenosas, a jóvenes, a mujeres.
"Hay otros que por sus características y por su situación son más vulnerables; así les llamamos. Son los jóvenes. Porque los jóvenes son inquietos, están en la búsqueda de la pareja, creen que son omnipotentes, que no les puede pasar nada, porque no les damos la información. Jóvenes, mujeres, no son los más afectados, pero sí son vulnerables. También los indígenas o los usuarios de drogas intravenosas.
-ƑNo es echarle todo el paquete a los estados?
-Hasta 1996 el nivel federal era el encargado de dar los servicios. La descentralización del sector salud es una realidad. Incluso, por ley, yo no puedo otorgar servicios. El IMSS y el ISSSTE y todas estas instituciones de seguridad social fueron creadas y conceptualizadas como un seguro para cubrir enfermedades y, sobre todo, a la maternidad. No como una estrategia preventiva. Realmente, quien siempre ha tenido el peso del gasto en salud pública ha sido la Secretaría de Salud, no debe ser así, porque somos los que tenemos menos fondos. Por eso estamos fortaleciendo la coordinación con el IMSS y el ISSSTE.
Más allá de las campañas masivas para usar el condón, añadió, se requiere mejorar los contenidos en la educación, sobre todo en el nivel de libros de texto.
Falta de inversión y medicamentos
Uribe abundó en las cifras oficiales: en el país, la mayoría de las entidades federativas están dedicando 84 millones de pesos, es decir, mil 550 pesos por persona con VIH/sida a la prevención, y lo recomendado por la Onusida es 4 mil pesos por individuo. Muy pocas entidades están por arriba de eso. El gasto total en prevención ascendió de 34.2 millones de dólares en 1997, a 43.9 millones de dólares en 2000. El gasto en atención pasó de 49.5 a 113.7 millones de dólares en el mismo lapso.
-ƑCómo impacta el recorte al presupuesto de este año?
-En nada nos afecta, porque el secretario de Salud tiene como una prioridad el gasto destinado a VIH-sida.
-ƑAunque sí afectó al IMSS con 2 mil millones de pesos menos?
-Sí, pero no a retrovirales. Está prohibido que podamos reducir la partida 2,500, que tiene que ver con medicamentos. No se puede reducir el presupuesto en este sentido. En sida no se disminuyó, a pesar de que sólo se asignaron 20 millones de pesos en medicamentos. Ahora hay 150 millones de pesos para medicamentos, a escala federal.
También rechazó que la política de compra y asignación de medicamentos del sector salud sea restrictiva. En contrapunto consideró que "los laboratorios no están queriendo bajar sus precios. Tienen amplias ganancias y posibilidad de bajarle. La única manera es que compitan esquemas. En estos momentos en nuestro país tenemos esquemas de tratamientos de antirretrovirales que cuestan 39 mil pesos por persona por año, y tenemos esquemas que cuestan 150 mil pesos por persona por año. Hay una guía de qué se debe dar a los pacientes.
-ƑQué pasa con las resistencias virales en cada paciente? ƑNo hay riesgo de que al orientar la compra de medicamentos hacia una sola firma se creen resistencias?
-No, es al revés. Si al mismo tiempo se usan todos los medicamentos antirretrovirales indiscriminadamente, se generan resistencias virales a todos los medicamentos. Si en primera instancia se usan mezclas de seis, fundamentalmente, no se generan resistencias para otros que ya se han creado.
-ƑAun cuando exista una enorme variedad de cepas y condiciones por cada uno de los medicamentos?
-Vengo de discutir precisamente el asunto de resistencias. El virus cambia muchísimo, pero eso no quiere decir que se hace resistente a todos los medicamentos todo el tiempo. No llevan al fracaso terapéutico. Si limitas y guardas tus posibilidades, no quemas todas tus armas. A los pacientes que están en lista de espera se les tiene que atender con el tratamiento previo que tenían.
-ƑExiste el riesgo de que estemos en el escenario de un pleito entre sector público y las farmacéuticas, como ocurrió en Brasil?
-Nosotros no podemos hacer lo que hace Brasil. Ellos, apoyándose en lo que se llama licencia obligatoria, por cuestión de urgencia y porque es un asunto de salud pública, tienen derecho de producir los medicamentos para consumo local. No producen todos, son como ocho. Otros los compra. La OMC aceptó que los países hicieran esto. Está dentro de las reglas. Tú tienes que producirlos.
"Brasil tiene un laboratorio estatal, nosotros no. No tenemos un laboratorio que produzca los genéricos. Es muy costoso. Cuba lo está instalando también. Para instalar un buen laboratorio necesitas invertir. No sucede de la noche a la mañana. De manera inmediata México no podría hacerlo.
"Estamos favoreciendo la competencia de medicamentos. Chile eliminó impuestos arancelarios a los medicamentos. Cada país tiene que valorar su economía y tomar las mejores opciones."