Repudio obrero a la reforma laboral vía decreto

Amenaza huelga general al fin de la presidencia de Aznar en la UE

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 7 de junio. El gobierno del presidente español, José María Aznar, deberá enfrentar el 20 de junio una huelga general convocada por los principales sindicatos del país, para protestar por la polémica reforma del régimen de desempleo, precisamente la víspera de la cumbre de la Unión Europea, que se realizará en Sevilla.

El paro tiene además connotaciones que trascienden lo local, ya que a raíz de que Aznar detenta la presidencia de turno de la Unión Europea (UE) la totalidad de los sindicatos europeos decidieron apoyar la medida y alzar la voz ante la reitera pérdida de derechos sociales y labores en la región.

La cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE, que se celebrará el 21 y 22 de junio, será sin duda una de las reuniones multilaterales europeas que más polémica y crítica han generado.

En la citada reunión, además de endurecer la política regional contra la migración, se profundizará en una serie de medidas de carácter laboral que han puesto en vilo la estructura sindical española y europea, que están en pie de guerra ante la paulatina pérdida de logros "históricos".

De momento, en España el diálogo entre sindicatos y gobierno está roto a raíz de que el Ejecutivo aprobó la reforma laboral, que pretende modificar aspectos básicos de la legislación respectiva, sobre todo la que afecta a la protección al desempleo.

Las dos centrales principales del país, Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores, convocaron a la huelga bajo el argumento de que, además de que las reformas van en contra del bienestar de los trabajadores, el gobierno eludió en todo momento el diálogo, que consideran básico para aprobar una iniciativa de esta envergadura y que afecta a millones de personas.

Pero el gobierno las tildó de "oportunistas" y de que querer "dañar la imagen de España" en un encuentro de la importancia como una Cumbre del Consejo Europeo.

El origen de la primera ruptura del go-bierno con los sindicatos, que hasta ahora habían mantenido un diálogo fluido, fue el hecho de que Aznar impusiera "por sorpresa" y vía decreto una reforma laboral que merma los derechos de los cesantes y abarata el costo del despido para las empresas.

Esta última es una de las propuestas que más polémica provocó en la reciente Cumbre de Barcelona, en la que 150 mil sindicalistas europeos manifestaron en las calles su malestar.

Pero haberse tramitado la reforma vía decreto provocó todavía más malestar en las fuerzas sindicales europeas y españolas, que ven en las modificaciones propuestas por Aznar una brecha que se pretende se-guir en el conjunto de la UE.

Entre estas modificaciones al llamado "Estado del bienestar" destacan la retirada de la prestación por desempleo a quienes rechacen "ofertas adecuadas de trabajo", se estipulan como obligación que el desempleado acepte las ofertas que reciba si éstas no superan los 30 kilómetros de distancia, y se promueve la desaparición paulatina del "subsidio por desempleo" para los campesinos del sur del país.

La fuerza sindical española ya movilizó todo su aparato para que la cita más importante de carácter internacional para Aznar -la culminación de su presidencia de turno de la UE- se vea precedida por el paro na-cional que, además, contará con el apoyo de prácticamente la totalidad de las formaciones políticas, también inconformes con el fondo y la forma de las reformas emprendidas por el gobierno.