Ambos funcionarios dan por "superado" su desencuentro, luego de horas de plática
Barrio y Gil quedan como "buenos amigos", con Creel como testigo
Molestia del secretario de Gobernación ante las preguntas acerca de quién había dicho la verdad
JOSE ANTONIO ROMAN
Luego de una comida en la que el secretario de Gobernación, Santiago Creel, fue el anfitrión, los secretarios de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y de la Contraloría, Francisco Barrio, aseguraron haber "superado" sus desencuentros públicos, dijeron haber quedado como "buenos amigos" y estar dispuestos a trabajar institucionalmente de manera "coordinada". Al final, incluso con una sonrisa, se estrecharon la mano ante las cámaras.
Casi dos horas estuvieron reunidos en el despacho del secretario Creel. Los tres salieron sonrientes, dispuestos a hablar con la prensa, que ya los esperaba en su ruta hacia el estacionamiento del sótano. Los tres hombres del Presidente pretendieron minimizar las recientes diferencias entre Gil Díaz y Ba-rrio Terrazas respecto al contenido de una reunión privada con el presidente Vicente Fox en la que se abordaron las investigaciones de los presuntos desvíos de fondos en Pemex y la fallida reforma fiscal.
"Nueva" etapa de colaboración
Para los responsables directos de las finanzas públicas y del combate a la corrupción, el encuentro en la Secretaría de Gobernación significa "borrón y cuenta nueva" y marca el "inicio" de una etapa de "colaboración cordial y de trabajo" entre sus respectivas dependencias, a 16 meses de haber iniciado la actual administración y de haber sido nombrados secretarios de Estado.
Respecto a las versiones encontradas que en su momento expresaron uno y otro, se preguntó al responsable de la política interna del país que aclarara quién de sus invitados había dicho la verdad. La pregunta formulada quedó sin respuesta en dos ocasiones.
-Es necesario saber a quién de los dos (secretarios) le vamos a creer en el futuro. Dí-ganos, queremos saber -se le pidió por tercera ocasión.
-Estamos aquí los tres diciendo exactamente lo mismo. Por lo tanto a los tres -respondió Creel un tanto molesto.
El pasado jueves Barrio intervino como conferencista en el segundo Congreso Nacional de Turismo, en el World Trade Center. Habló de las investigaciones de la Operación Crudo y de la voluntad del presidente Fox para ir a fondo en estos casos. Ahí mismo reveló el contenido de una reunión privada de gabinete que a principios de diciembre pasado tu-vieron en Los Pinos ocho o diez funcionarios de primer ni-vel con el titular del Ejecutivo.
En ese entonces Creel, según el propio Barrio, planteó varios escenarios de las implicaciones que podría traer la denuncia del presunto desvío de fondos en Pemex y el riesgo de ingobernabilidad que podría presentarse, amén de que la reforma fiscal podría frustrarse si las investigaciones seguían adelante.
El contralor relató que en aquella reunión de gabinete Fox señaló que aun cuando era importante para el país la reforma fiscal, en ese contexto, comparada con las investigaciones por el caso Pemex, el tema hacendario era "verdaderamente cacahuates", porque si las pesquisas sobre corrupción prosperaban se podría romper con lo peor de una vieja época e iniciar una nueva, distinta, fincada en la ley y en la vigencia del estado de derecho. "Propuso que fuéramos a fondo", sostuvo Barrio el pasado jueves.
Un día después acudió también como ponente Gil Díaz, a quien le preguntaron sobre las declaraciones hechas la víspera por el contralor. El secretario de Hacienda fingió primero que no estaba enterado, pero luego tachó de falso lo dicho por Barrio: "šeso nunca ocurrió!" Y enseguida dijo en alusión a su compañero de gabinete: "o es un mentiroso o está enfermo de Alzheimer".
Ayer, con el secretario de Gobernación de por medio, Gil Díaz y Barrio Terrazas fumaron la pipa de la paz. Comieron y platicaron durante casi tres horas "para superar cualquier tipo de desencuentro que hu-biera podido ocurrir en el pasado", planteó de entrada el anfitrión. De la oficina de Creel los tres salieron a las 16:30 horas. Ratificaron sus "esfuerzos institucionales" por combatir la corrupción en todos los frentes y en todos los casos.
Durante la improvisada conferencia de prensa, en la que ahora sí accedieron a responder algunas preguntas con gentileza, Gil Díaz afirmó que lo importante de la reunión fue haber conversado. "Estamos iniciando una nueva etapa de colaboración cordial de trabajo y todo va a salir bien." Barrio completó: "lo mismo tengo que decir. Ha sido una buena conversación. Hemos ratificado la disposición de trabajar coordinadamente".
Tras la reunión, de la cual estuvo enterado el presidente Fox, Barrio declaró que lo ocurrido en el pasado "se vuelve intrascendente".
-ƑBorrón y cuenta nueva por el bien del país?
-Así es -respondió el titular de la Secodam.
Creel añadió que el episodio "está superado", además de que les sirvió de "gran oportunidad para ratificar el sentido de unión y de convergencia que hay entre las distintas dependencias del gabinete. Por supuesto, el papel de la Secretaría de Gobernación es tratar de facilitar las cosas, y estamos contentos de que se haya dado este encuentro, además, con disposición de ambos secretarios".
-ƑNo hay ingobernabilidad?
-Por supuesto que no -respondió, tras subrayar que el encuentro sirvió para redoblar los esfuerzos en el combate a la corrupción.
La conferencia banquetera concluyó en el estacionamiento del sótano, con peticiones de los reporteros y fotógrafos para que los secretarios que recién habían fumado la pipa de la paz se estrecharan la ma-no. Incluso hubo quienes pi-dieron también un abrazo, pero quedó una pregunta sin respuesta: Ƒcuánto durará esa amistad? Luego de que las manos de Gil Díaz y Barrio Terrazas se estrecharan, con el secretario Creel como testigo, los dos primeros abordaron sus camionetas y se alejaron.