El TSJ de Sinaloa asentó que la solución no es "de hecho sino de derecho"
Las niñas intercambiadas en un hospital del IMSS iniciaron el regreso con sus verdaderas madres
Ambas pasaron la última semana con sus progenitoras biológicas
RENATO RAVELO Y JAVIER VALDES ENVIADO ESPECIAL Y CORRESPONSAL
Culiacan, Sin., 29 de mayo. El gobernador Juan Sigfrido Millán Lizárraga se comprometió con las madres de Gabriela y Sarahí, niñas que hace más de tres años se les intercambiaron por un error del personal del Hospital Regional Número 1 de esta capital, a que el gobierno estatal apoyará los estudios que las pequeñas realicen, además de que les proporcionará asistencia médica y sicológica. El anuncio se hizo en una reunión privada, previa al intercambio de las menores en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Sinaloa.
Al evento asistieron, además de las madres de las niñas, Carmen Olimpia Montaño y Caridad Gutiérrez Peinado, el titular de la secretaría de Salud sinaloense, Víctor Manuel Díaz Simental, y la titular del DIF, Guadalupe Pietsh.
En una sala adjunta estuvieron el abogado Ricardo Arnulfo Mendoza Sauceda, promotor de los derechos humanos que representó a Olimpia gratuitamente; los también litigantes Mario Tejeda Hernández y Ana Margarita Alvarez Beltrán, así como Jorge Romero Zazueta, presidente del TSJ.
Las niñas fueron intercambiadas por la enfermera Elia Ramírez Zepeda el día que nacieron, el 21 de marzo de 1999. La equivocación se resolvió a partir de pruebas de ADN cuyos resultados se conocieron en mayo de ese año, mismos que Caridad se negó originalmente a aceptar, e incluso registró a Gabriela como propia.
Mis dos mamás
Gabriela espera en la oficina de Mendoza Sauceda; la primera impresión es que es hija de Caridad Gutiérrez. En los hechos lo ha sido durante sus tres años de vida, aunque su madre biológica es Carmen Olimpia, a quien el gobernador prometió ayudarle a conseguir trabajo.
Un poco regordeta y con un vestido nuevo, Sarahí difícilmente permanece quieta. Ella ha estado con Carmen pero la engendró Caridad; como en el caso de Gabriela, Sarahí pasó la última semana con su verdadera madre. Minutos antes de las 14 horas locales de este miércoles se asentó en un acta el intercambio de las menores no "de hecho sino de derecho".
Sarahí corre por la oficina con su vestido nuevo, mientras entre llantos Caridad abraza a Gabriela. Carmen luce un rostro un poco más brillante que por la mañana, aunque igual de confuso sobre lo que vendrá.
La única certidumbre es que estas cuatro mujeres, dos de ellas de la misma edad, una con edad suficiente para ser madre de la otra, han sellado un contrato extraño de necesitarse, a distintos niveles, para no perderse en la confusión, para aprovechar el ofrecimiento del gobernador del estado, para seguir las luchas que les quedan y que ocultan quién será a fin de cuentas la verdadera víctima de este incidente.
(CON INFORMACION DE JUDITH CALDERON)