Confirma intoxicación por coca en el cadáver del militar
Lesiones que causaron la muerte de Martínez Romero serían por golpes: Semefo
SUSANA GONZALEZ G.
El director del Servicio Médico Forense (Semefo), José Ramón Fernández Cáceres, informó que la pancreatitis aguda y los dos infartos pulmonares por los que pereció José Gabriel Martínez Romero, mayor intendente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), detenido el 19 de mayo pasado por policías preventivos, fueron de origen traumático, lo que significa que pudieron ser ocasionados por golpes.
La conclusión anterior se desprende de los estudios químico-toxicológicos e histopatológicos practicados por el Semefo al cadáver del militar como parte de la necropsia legal, mediante los cuales también se comprobó que Martínez Romero presentaba un cuadro de intoxicación aguda por el consumo de cocaína antes de fallecer.
No obstante, Fernández Cáceres acotó que el Ministerio Público deberá determinar el origen de dichos golpes, para saber si fueron propinados por los policías al momento de someterlo o por alguna caída.
Frente a estos resultados, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a través de su vocero Fabián Medina, reiteró que la dependencia pidió la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) para investigar si los policías involucrados en la detención de Martínez Romero vulneraron sus garantías individuales.
En la SSP, indicó, "estamos en la absoluta disposición de poner (en manos) del Ministerio Público (MP) o de la autoridad que así lo requiera a cualquiera de los elementos o en su conjunto a todos los elementos que participaron en la detención del militar, en la que desafortunadamente perdió la vida".
Por lo pronto, los uniformados "siguen trabajando de manera normal, dado que no existe ningún impedimento legal para que continúen con sus labores hasta que el Ministerio Público determine lo que corresponda", señaló Fabián Medina, quien apenas la semana pasada fue nombrado vocero de la SSP, en una conferencia convocada por la tarde que no duró más de 10 minutos y en la que apenas se aceptó un par de preguntas por parte de los reporteros.
En tanto, Roberto Pérez, fiscal para servidores públicos de la procuraduría capitalina, manifestó que se requieren más pruebas para determinar la posible responsabilidad de los uniformados y dijo que aunque ya se ha tomado la declaración de varios policías, todavía falta que algunos elementos se presenten al MP así como determinar quiénes se encargaron de someter al mayor intendente.
El militar fue detenido la mañana del domingo 19 de mayo luego de escandalizar en el hotel Amazonas, localizado en la colonia Obrera, donde estaba alojado. Con arma en mano, el militar pretendía ingresar a un cuarto que no era el suyo y amenazaba a una pareja, por lo que el personal de seguridad del inmueble solicitó la intervención de la policía.
Los tripulantes de las patrullas 2440 y 2450, de la Coordinación Territorial Cuauhtémoc-8, así como los dos policías responsables de la Suburban o panel G-946, según consta en el reporte interno de la SSP, acudieron al llamado y tras despojar al mayor intendente de su arma -una pistola calibre .45, con registro 70B04220 de Sedena- lo trasladaron a la cuarta agencia local del Ministerio Público.
Sin embargo, los funcionarios responsables del lugar se negaron a atender el caso, al argumentar que puesto que al detenido le había sido asegurada un arma de uso exclusivo del Ejército Mexicano debería ser llevado a la agencia especializada de la PGR. La panel mencionada arribó al MP federal en Azcapotzalco una hora después de que el militar fue detenido, pero para entonces Martínez Romero ya había muerto.