KOREA JAPAN
Zubeir Beya, uno de los pilares ofensivos, junto con Alí Zituni y Zied Jaziri
Túnez, defensa de hierro que será puesta a prueba
AFP
Una defensa de hierro es el punto fuerte del equipo de Túnez, que se dispone a participar en su segundo Mundial consecutivo, el tercero de su historia.
Los tunecinos hicieron un más que correcto Mundial en 1978 en Argentina, donde derrotaron a México, empataron contra Alemania y perdieron frente a Polonia. Veinte años más tarde, en la Copa de Francia, las cosas fueron menos brillantes, con dos derrotas y un empate.
Túnez efectuó una campaña de clasificación para el Mundial 2002 sin grandes riesgos. Invicto, logró seis victorias y dos empates, con un total de 28 goles en 10 partidos, encajando únicamente cinco.
El seleccionado tuvo dos entrenadores en su ruta a Corea del Sur y Japón: el italiano Francesco Scoglio, que le dio un toque defensivo, y el alemán Eckhard Krautzen, que siguió en la misma dirección.
Después llegó un tercero, el experimentado francés Henri Michel, ex seleccionador de Francia, Camerún, Marruecos y Arabia Saudita, pero al final será Ammar Suayah quien dirigirá al equipo en el Mundial.
Al igual que sus predecesores, Suayah retendrá a una mayoría de jugadores que actúan en el Esperanza de Túnez, y llamará a jugadores del Estrella del Sahel y del CS Sfaxien, los otros dos grandes clubes nacionales, para formar su equipo base.
Túnez puede apoyarse en una eficaz defensa, aunque serán puestos a dura prueba en la primera ronda del Mundial ante los atacantes de Bélgica, Rusia y Japón.
En el mediocampo, un "extranjero", Zubeir Beya, del Besiktas de Estambul, es la estrella del equipo, mientras que el dúo de atacantes está compuesto por Alí Zituni y Zied Jaziri, quienes marcaron cinco goles cada uno en las eliminatorias y con Beya lograron convertir más de los tantos tunecinos.
La estrella
Zubeir Beya es un futbolista de buen nivel que supo pasar con éxito las distintas etapas. Comenzó, inevitablemente, en el Estrella de Sahel, equipo en el que va a simbolizar el retorno al primer plano. En seis temporadas, estuvo en dos finales de la Copa de Túnez, dos finales de la Copa de Africa de clubes y ganó el campeonato nacional 1996-97.
Su calidad técnica y fuerte personalidad le permitieron convertirse en uno de los pilares del Friburgo de la Primera División alemana, desde 1997. En la temporada 2002 pasó al Besiktas turco.
En el seleccionado participó en la epopeya de 1996 (finalista de la Copa de Africa de Naciones) y en la clasificación para el Mundial Francia-98. A pesar de los decepcionantes resultados en tierra gala (dos derrotas y un empate), Túnez consiguió clasificarse para la segunda Copa del Mundo de su historia.
En total, en 79 partidos este centrocampista ofensivo anotó 16 goles para la escuadra nacional.
Zubeir Beya conquistó totalmente el corazón de los hinchas al anotar dos goles en el último partido en su grupo de las eliminatorias, que dio a Túnez la clasificación para el Mundial 2002.