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Con abnegación, los Diablos Rojos se impusieron a los checos
Bélgica consiguió su pase en la repesca
AFP
Compromiso, solidaridad, rigor. La selección belga tuvo que buscar en el fondo de sí misma todas sus cualidades tradicionales para obtener el boleto al Mundial 2002, en la repesca contra la República Checa (1-0, 1-0), para la cual, sin embargo, no eran favoritos.
Los Diablos Rojos lograron entonces la clasificación para su séptima Copa del Mundo consecutiva. En los Mundiales, Bélgica, pequeño reino europeo de 10 millones de habitantes, siempre quedó bien: cuarto en el Mundial mexicano, en 1986; llegó a cuartos de final en 1982, y cinco veces a octavos de final.
Al conceder sólo una derrota en diez partidos de clasificación, los hombres del seleccionador Robert Waseige recuperaron la eficacia que tanto les faltó en la Eurocopa 2000, que organizó conjuntamente con su vecino Holanda. Los compañeros de Marc Wilmots sufrieron en ese momento una verdadera afrenta al ser eliminados en la primera ronda.
Autor de algunos errores durante la Eurocopa 2000, el portero Filip de Wilde perdió su puesto en favor de Gert de Vlieger (Willem II/Holanda).
La defensa se mantiene estable con hombres que juegan en el extranjero: Eric Deflandre (Lyon/Francia), Jos Valgaeren (Celtic Glasgow/Escocia) y Nico van Kerckhoven (Schalke 04/Alemania). Unicamente el veterano Eric van Meir, defensor del Standard de Lieja, hizo su aparición en la línea defensiva, lo mismo que Daniel van Buyten, del Olympique de Marsella.
Pocos cambios en el mediocampo con Bart Goor (Hertha Berlín/Alemania) y Gert Verheyen, del FC Brujas. Este dúo estuvo generalmente apoyado por Johan Walem, de regreso al Standard de Lieja luego de cuatro temporadas en Italia, o por Yves van der Haeghe, del Anderlecht.
Desde la Eurocopa 2000 no varió la dupla de atacantes, Marc Wilmots y Emile Mpenza, ambos en forma en el Schalke 04, aunque este último se perderá el Mundial por una lesión.
Robert Waseige
Llamado a remplazar a Georges Leekens en 1999, luego del fracaso de los Diablos Rojos en el Mundial de Francia-98, Robert Waseige tuvo el visto bueno de todos hasta la Eurocopa 2000, que Bélgica organizaba junto a Holanda.
Sus cualidades innatas de "jefe de grupo" fueron decisivas durante las eliminatorias para el Mundial 2002, en el cual los Diablos Rojos obtuvieron, a fuerza de abnegación y solidaridad, el bolleto en la repesca contra República Checa.
A pesar de una carrera de 12 años como jugador, pasados entre el FC Lieja, el RWD Molenbeek y Winterslag, en donde terminó su carrera en 1971, Waseige no logró construirse un palmarés resonante. Ganó su primer trofeo como entrenador al conquistar la Copa de Bélgica 1990 con el Standard de Lieja.
Sin embargo, Waseige supo sacar el máximo provecho de los equipos que dirigió, como el Winterslag: asumió en 1971 en Tercera División y en tres temporadas lo llevó a la categoría superior.
Fue entonces contratado por el Standard de Lieja antes de volver, por dos temporadas, al Winterslag. Posteriormente entrenó a Lokeren, FC Lieja y RSC Charleroi.
En 1996 aceptó una proposición del Sporting de Lisboa, pero no terminó su temporada en Portugal ante la falta de resultados. Regresó entonces a Charleroi, hasta ser convocado, en 1999, por los dirigentes de la Federación Belga.
Marc Wilmots
Luego de 60 partidos en 11 años, Marc Wilmots puede ser considerado como el "patrón" de los Diablos Rojos. Combativo, con una particular atracción por las redes adversas, es uno de los preferidos de la hinchada belga.
Este mediocampista ofensivo del Schalke 04 alemán es el líder indiscutible en la selección. Con un estado físico impresionante, buena condición para los disparos finales y buen juego aéreo, compensa sus posibles imprecisiones técnicas con su temperamento ganador.
Wilmots descubrió el futbol en el equipo de Jodoigne, comunidad situada entre Bruselas y Lieja. Tras cinco años en Saint-Trond, dio sus primeros pasos en un equipo profesional en el Malinas, con el que ganó su primer título de campeón de Bélgica.
Fue en ese periodo en que el seleccionador Guy Thys lo convocó para integrar el ataque. Su primera selección se remonta a 1990, contra Rumania (2-2), pero Wilmots, tal vez un poco falto de experiencia, no fue convocado para el Mundial-90.
Formó parte de la selección para el Mundial de Estados Unidos-94, pero sólo jugó uno de los cuatro partidos de los Diablos Rojos, eliminados en octavos de final por Alemania.
Mejor goleador de la eliminatoria europea, con ocho anotaciones, será la punta de lanza del ataque de Bélgica, aunque no podrá contar con su compañero del Schalke 04, Emile Mpenza, que se lesionó a última hora y se perderá el Mundial.