Se inauguró en el Museo José Luis
Cuevas la muestra Cien obras sobre papel
Encomian las aportaciones de Rojo al arte mexicano
MERRY MAC MASTERS
La amistad de Vicente Rojo y José Luis Cuevas se
remonta a mediados de la década de los cincuenta. "Eramos muy jóvenes
entonces -rememora Cuevas- pero ese encuentro fue de gran importancia para
el cambio del arte en México. A él y a Fernando Benítez
debo hacerme iniciado en el periodismo cultural. Por la generosidad de
ambos, se me abrieron las puertas del más importante suplemento
cultural. A Fernando entregué mi primer artículo que lo publicó
de inmediato. A éste siguieron muchos otros, casi siempre ocupé
la primera página de tan importante semanario.
"Vicente
era el responsable de la diagramación, habiendo sustituido a Miguel
Pireto, que fue su maestro en el diseño gráfico. Su pintura
la conocí en la galería Proteo donde expuso por primera vez.
Tengo muy presentes sus cuadros figurativos que denotaban su origen catalán.
Los asocié a las vírgenes catalanas del Museo Marès
de Barcelona, que vi por primera vez en un libro que me regaló mi
abuela nacida en Blanes, en la Costa Brava".
Tan cálidas palabras fueron pronunciadas con motivo
de la inauguración ayer, al mediodía, de la exposición
Vicente Rojo. Cien obras sobre papel, 1960-2002, en el Museo José
Luis Cuevas. El acto fue encabezado por Sara Bermúdez, titular del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, quien dijo que la segunda
mitad del siglo XX estuvo marcada por el vertiginoso desarrollo cultural
de la posguerra. Y, "de la misma manera, las artes visuales se encaminaron
por una renovación estilística, que le permitió a
México abrazar de lleno su contemporaneidad".
Continuó: "Fue toda una generación llamada
de la ruptura la que condujo a la cultura mexicana a un estado de diálogo
e intercambio universal. Los artistas de esta generación, no han
dejado de enriquecer el panorama artístico actual. Y esta noche
(sic), Vicente Rojo nos permite recuperar el tránsito de aquellas
décadas, de los años sesenta hasta nuestro presente".
La obra del artista se exhibe en el marco de los festejos
por el décimo aniversario del recinto el próximo 8 de julio,
cuyas actividades giran en torno a la generación de la ruptura.
En Rojo, anotó Cristina Riestra, directora del Cuevas, confluyen
el talento pictórico y escultórico, así como una prolífica
labor en el campo del diseño gráfico editorial, faceta en
que ha creado toda una escuela de seguidores. Nacido en Barcelona, España,
Rojo llegó aquí en 1949, donde se nacionalizó mexicano.
Riestra recordó que Bertha Cuevas, siendo directora del museo, compartió
con José Luis Cuevas el entusiasmo de invitar a exponer a Vicente
Rojo en 1994, fecha en que se presentó la muestra intitulada Escenarios,
1989-1994, conformada por 29 pinturas y seis esculturas.
El centenar de piezas incluidas en la muestra son de pequeño
y mediano formato, y está realizado al gouache, tintas y mixtas.
Dos gouaches, Volcán encendido C1 y Volcán encendido
C2, fueron hechas apenas hace tres semanas en Cuernavaca.