Sus hogares, en riesgo por inundaciones: autoridades
Se niegan a abandonar sus casas 250 familias en Tuxtla Gutiérrez
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 26 de mayo. Autoridades municipales y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hace un año pidieron a 250 familias que habitan en las márgenes del río Santa Ana que desalojen sus hogares, debido a que pretenden demoler sus casas con el fin de prevenir alguna catástrofe por posibles inundaciones durante la actual temporada de lluvias.
Las autoridades emplazaron a 12 de las 250 familias a que urge que dejen sus hogares por el peligro que corren.
Sin embargo, los colonos se niegan a abandonar los lugares donde se asentaron hace 30 años.
Conagua y la Protección Civil del ayuntamiento capitalino dieron a conocer que aproximadamente 250 viviendas se encuentran en las riveras del Santa Ana, e incluso sobre el cauce del afluente ubicado en la colonia Bienestar Social, al suroriente de esta ciudad.
Según Juan Héctor Navarro, jefe de Protección Civil Municipal, los habitantes de Bienestar Social sufren cada año inundaciones en sus viviendas, "en mayor o menor medida, dependiendo de la intensidad de las lluvias".
Abundó que a partir de una revisión del origen de las inundaciones en esa y otras colonias de la ciudad, el organismo a su cargo detectó diversas obstrucciones en cauces naturales, siendo el caso más grave el de la Bienestar Social.
Navarro indicó que ante la situación, desde mediados de 2001 notificaron a los vecinos de la citada colonia que sus viviendas deberían ser derrumbadas por encontrarse en lugares peligrosos por posibles inundaciones.
Explicó que se ofreció a los afectados construirles un pie de casa en otra zona, propuesta que rechazaron los colonos, quienes argumentaron que el costo de sus viviendas era superior a las que se pretendía proporcionarles.
Gladis Prieto Gutiérrez, subgerenta jurídica de Conagua, dio a conocer a los colonos que ante la inminente llegada de unos cuatro ciclones en la entidad, el plazo para abandonar sus viviendas había vencido y a más tardar esta semana deberían abandonar dichos lugares, por lo que 12 de las 250 familias en cuestión fueron emplazadas a que esta misma semana dejen los inmuebles para demolerlos.
Raúl Dávila Ramírez, uno de los perjudicados, dijo que algunos de los colonos adquirieron sus viviendas de forma irregular. "No estamos en contra de que el arroyo reciba un tratamiento, de la demolición de nuestras viviendas, pero queremos un lugar digno donde vivir"