Un diputado panista reveló a obispos que hay pruebas de complot, dice Arizmendi
Norberto Rivera: "alguna ligazón deben tener" los casos Posadas, Colosio y Ruiz Massieu
JOSE ANTONIO ROMAN
La Iglesia católica tiene confianza en que el gobierno del presidente Vicente Fox aclarará el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo; por eso el Episcopado Mexicano solicitó recientemente la reapertura del caso, dijo el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, quien no descartó que este homicidio esté vinculado con otros de esa época.
"Poco importan para el esclarecimiento de este crimen las virtudes o defectos del cardenal Sandoval, del ex procurador Jorge Carpizo y de la subprocuradora María de la Luz Lima Malvido. Nuestro anhelo es el conocimiento de la verdad", subrayó el cardenal al comentar sobre la guerra de declaraciones que entre estos personajes se ha presentado en los medios de información en las semanas recientes.
A nueve años del asesinato de Posadas Ocampo, ocurrido el lunes 24 de mayo de 1993, en el estacionamiento del aeropuerto de Guadalajara, Rivera Carrera consideró que la reapertura del expediente, por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), representa "una posibilidad más de conocer la verdad sobre este caso y sobre los grandes crímenes que en ese tiempo se cometieron".
Entrevistado al término de su acostumbrada misa dominical, no descartó que el homicidio de Posadas Ocampo tenga relación, por ejemplo, con los de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu. "Alguna ligazón debe haber", destacó.
Respecto a la desaparición de evidencias y testimonios del expediente de las pesquisas, entre las que se encuentra la declaración el entonces nuncio apostólico Girolamo Prigione, Rivera Carrera lamentó que haya gente que no le interese conocer la verdad, pero por fortuna -agregó- las personas que dieron su testimonio todavía existen y se pueden completar las investigaciones.
Por su parte, el obispo de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, José Luis Chávez Botello, consideró que con la reapertura del caso se abre un espacio para llegar a la verdad. Dijo que la información de la PGR dada a conocer el pasado viernes, cuando anunció oficialmente el reinicio de las investigaciones, generó cierta frustración en algunos sectores sociales que esperaban más de las autoridades, "pero el hecho mismo da pie a la verdad y a la justicia".
Para la Iglesia, el caso nunca estuvo cerrado, señala el obispo de Tapachula
En conferencia de prensa, con motivo de la peregrinación anual de los fieles de las tres diócesis de Chiapas a la Basílica de Guadalupe, el obispo de Tapachula, Rogelio Cabrera López, consideró que para la jerarquía católica el caso Posadas "nunca estuvo cerrado". Ciertamente la dificultad era siempre de tipo legal, al grado de que el expediente quedó en reserva, lo cual implicaba que estaba pendiente. "Mientras un caso no esté totalmente resuelto es un caso abierto. Por desgracia México tiene muchos abiertos", expresó.
Durante la conferencia, ofrecida en el área de prensa de la Basílica, el prelado de la diócesis fronteriza aseguró que la exigencia de que se aclaren los hechos no la considera algo personal contra el ex procurador Jorge Carpizo, pero lamentó que en nuestro país los caminos de la justicia "sean siempre tan difíciles".
En tanto, el obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, recordó la visita que el diputado panista por Jalisco, Fernando Guzmán, les hizo a los obispos en su pasada asamblea plenaria, donde les informó con detalle sobre las investigaciones del caso Posadas. "No recuerdo términos técnicos exactos, si estaba o no reabierto, pero se nos dijo que sí ha-bían encontrado varias pruebas que indicaban que el asesinato había sido resultado de un complot."
Arizmendi se refirió también a las opiniones divergentes que sostuvieron el cardenal Sandoval, que siempre ha mantenido la hipótesis del complot, y los obispos Luis Reynoso (finado) y José Fernández Arteaga, quienes como representantes del presidente del Episcopado Mexicano ante la Comisión Intersecretarial, que revisó el caso Posadas, avalaron la hipótesis oficial de la confusión.
Esa postura de los obispos, justificó Arizmendi, fue tomada con los elementos que se tenían hasta ese momento, pero cada día se ha avanzado más en este caso y hoy se tienen más datos, testimonios y pruebas jurídicamente valederas para demostrar que hay indicios que apuntan hacia un complot en el asesinato del cardenal Posadas Ocampo.