Ayudará a reducir la pobreza: Rubén G. Echeverría
Necesario, agregar agenda rural al Plan Puebla-Panamá: BID
Reanudan batalla contra la construcción de hidroeléctrica
MATILDE PEREZ U.
El Plan Puebla-Panamá (PPP) responde al mandato de integración regional que tiene el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ya que va a impulsar un crecimiento económico muy bueno y ayudará a reducir la pobreza, consideró Rubén G. Echeverría, jefe de la Unidad de Desarrollo Rural del Departamento de Desarrollo Sostenible del organismo.
El PPP trae consigo grandes proyectos de infraestructura, de inversión, y eso es bueno, pero al plan hay que agregarle una agenda social y rural que incluya el elemento tierra -dijo-. Habrá que analizar la situación en cada país, pero hay muchas experiencias de otras naciones latinoamericanas que pueden servir de ejemplo, como el caso de Ecuador, donde existe una agricultura familiar, de microcooperativas y de contrato que han sido exitosas, añadió.
Al PPP hay que buscarle lo positivo, agregándole el componente rural, ya que las agriculturas de los países involucrados tienen problemas similares, expresó.
"La incorporación al plan de ese tema es cuestión de cada país y de la fuerza que ejerzan ante las agencias que lo promueven", acotó.
Por su parte, el Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas (CPNAB) reanudó su batalla contra la construcción de la hidroeléctrica San Juan Tetelcingo, obra que está dentro de la lista de proyectos de infraestructura del PPP.
Marcelino Díaz de Jesús, del CPNAB, recordó que esa obra fue presentada a los indígenas en 1990 como "una panacea para arribar al desarrollo", y -aunque con matices- eso lo repite el actual gobierno federal, la diferencia está en que esa obra está dentro del Puebla-Panamá.
La propuesta data de 1959, año en que la hoy Comisión Federal de Electricidad comenzó estudios de prospección geológica en la región del Alto Balsas con el fin de construir dicha hidroeléctrica, que formaría parte de un sistema de embalses de seis presas en el mencionado río, abundó Díaz de Jesús.
Bajo las aguas de la hidroeléctrica -según el proyecto- quedarían 22 comunidades nahuas donde habitan más de 50 mil indígenas, y algunas zonas arqueológicas aún no exploradas, entre ellas la de Teopantecuanitlan, de origen olmeca, ubicada en el municipio de Copalillo.
El proyecto -expuso Díaz de Jesús- fue cancelado en 1992 por orden presidencial. Paralelamente, el CPNAB comenzó un proceso complejo para integrar su plan alternativo de desarrollo.
"Nuestro objetivo es lograr un desarrollo integral para evitar que en el futuro el argumento de pobreza extrema sea utilizado como punta de lanza para desalojar a los habitantes de la región con la construcción de una presa", comentó.
El PPP es contrario a esos objetivos porque "no se ha diseñado atendiendo las necesidades de la gente; se contrapone a la exigencia indígena de participar en el desarrollo económico, social y cultural. No han entendido que no somos una masa social fácilmente moldeable a gusto y capricho del planeador del desarrollo rural regional.
"El PPP no desea generar un movimiento social como condición para ser aplicado. Mientras esa perspectiva no cambie, seguiremos resistiendo", advirtió Díaz de Jesús.