Balance positivo para el país durante la vigencia del acuerdo bilateral

En 58 años del Tratado de los Ríos sólo en cinco ocasiones México ha quedado a deber agua a EU

La actual sequía, peor que la más intensa y larga de las que tiene registro la Conagua

Durante los 58 años de vigencia del Tratado de los Ríos, México sólo en cinco ocasiones ha tenido débitos de agua con Estados Unidos, y es a partir de los ciclos 25 y 26 -de 1992 a la fecha- que los volúmenes del líquido rebasan los mil millones de metros cúbicos. El balance del tratado bilateral, en términos generales, es positivo para México e incluso con un saldo favorable a lo largo de cada periodo.

Pero la sequía recurrente, que comenzó en 1993, hace que la situación actual sea considerada crítica por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ya que los escurrimientos al río Bravo entre 1993 y 2001 -de acuerdo con los datos acumulados- tienen niveles menores a los registrados entre 1950 y 1956, que estuvieron entre un máximo de mil millones y un mínimo de 500 millones de metros cúbicos de agua. Ese periodo está clasificado entre las sequías más fuertes y prolongadas en el país.

El registro en el periodo 1993-2001 establece que el promedio de escurrimientos ha sido de 492 millones de metros cúbicos, apenas 60 millones por encima de la cuota anual de 431.72 millones de metros cúbicos que México debe entregar anualmente a Estados Unidos.

Cifras de la Conagua establecen que durante cuatro ciclos México incluso entregó un volumen superior al acordado bilateralmente. Ello aconteció en los ciclos: 2 (de octubre de 1958 a septiembre de 1963), aforó dos mil 834 millones de metros cúbicos; 3 (de octubre de 1963 a septiembre de 1968), en que dio 2 mil 198 millones de metros cúbicos; 4 (de octubre de 1968 a agosto de 1972) cuando canalizó 2 mil 752 millones de metros cúbicos, y 21 (de septiembre de 1988 a noviembre de 1991) en que destinó 2 mil 446 millones de metros cúbicos.

El Tratado de los Ríos indica que siempre que la capacidad útil asignada a Estados Unidos en las presas internacionales -Falcón y La Amistad- se llene con aguas que pertenezcan a ese país, se considerará terminado un ciclo de cinco años y todos los débitos totalmente pagados, y en ese momento comenzará un nuevo ciclo.

Por ello, no todos los ciclos desde la firma del tratado son de cinco años, hay dos que duraron un año y 10 de entre uno y nueve meses máximo. Los ciclos más cortos fueron: el 9 (del 7 de noviembre de 1978 al 16 de noviembre de 1978), nueve días durante los cuales México entregó 47 millones de metros cúbicos de agua, y el 17 (del 2 de junio de 1987 al 23 de junio de 1987), 21 días en los que envió 93 millones de metros cúbicos.

Los ciclos en que los balances resultaron negativos para México -que concluyeron con una deuda pagada durante el siguiente lapso- fueron: el 1 (de octubre de 1953 a septiembre de 1958) en que se entregaron mil 570 millones de metros cúbicos de los 2 mil 158.6 millones fijados para México en un quinquenio; el 22 (del 3 de noviembre de 1991 al 17 de diciembre de 1991), aunque muy corto, cuando quedó a deber 19 millones de metros cúbicos, y los dos últimos (25 y 26), motivo de fuerte polémica entre los productores agropecuarios de ambos países.

El agua es asunto de seguridad nacional, destaca el gobierno federal en el programa nacional hidráulico 2001-2006; su manejo y preservación son -asevera- factores de la estrategia para garantizar el equilibrio entre una mejor calidad de vida y la preservación del patrimonio natural.

La importancia del tema se evidencia en los ingresos anuales promedio en las seis presas de la región norte del país, que dependen principalmente del río Bravo, y la baja sistemática del volumen detectada desde 1993. La relación de los ingresos hasta 1992 y en el periodo 1993-2001 es la siguiente: La Boquilla y Francisco I. Madero, de mil 643 millones de metros cúbicos a mil nueve millones (-39 por ciento); Pico de Aguila y San Gabriel, de 169 millones de metros cúbicos a 90 millones (-47 por ciento); Luis L. León, de 871 millones de metros cúbicos a 290 millones (-67 por ciento); Venustiano Carranza, de 489 millones de metros cúbicos a 159 millones (-67 por ciento); La Amistad, de mil 107 millones de metros cúbicos a 482 millones (-71 por ciento), y Falcón, de 770 millones de metros cúbicos a 223 millones (-55 por ciento).

La disponibilidad de agua llevó a que las extracciones promedio anuales para riego también disminuyeran. En el distrito 005, de Delicias, alimentado con las presas La Boquilla y Francisco I. Madero, se dispuso durante el periodo 1993-2001 de 883 millones de metros cúbicos anuales (34 por ciento menos que hasta 1992). En ese orden, la relación para los siguientes distritos es: 103, Río Florido, presas Pico de Aguila y San Gabriel, 74 millones de metros cúbicos (-28 por ciento); 090, Bajo río Conchos, vaso Luis L. León, 106 millones de metros cúbicos (-5 por ciento); 004, Don Martín, presa Venustiano Carranza, 109 millones de metros cúbicos (-52 por ciento); 025 Bajo río Bravo, presas La Amistad y Falcón, 464 millones de metros cúbicos (-41 por ciento).

En consecuencia, las superficies cosechadas en dichos distritos también tuvieron reducciones. En Delicias la superficie cosechada disminuyó 47 por ciento, al pasar de 87 mil 205 hectáreas (hasta 1992) a 46 mil 146 (1993-2001); Río Florido, 29 por ciento menos, de 6 mil 269 a 4 mil 447 hectáreas; Bajo río Conchos, menos 31 por ciento, de 5 mil 819 a 3 mil 994 hectáreas; Don Martín, menos 63 por ciento, de 19 mil 726 a 7 mil 370 hectáreas; Bajo río Bravo, menos 33 por ciento, de 189 mil 518 a 127 mil 754 hectáreas. Incluso en este último distrito de riego se propuso a los agricultores, y lo hicieron, cambiar el padrón de cultivos sustituyendo maíz por sorgo, que requiere un solo riego.