Liquidó la empresa familiar a Germán
Lizárraga, el mayor de los hermanos
Inicia El Recodo gira por Corea y Japón; encabezan
la porra de la selección nacional
La mayor parte de las bandas están grabando pendejadas,
dice el ex integrante
Querían que me sentara a descansar y yo no soy
de ese tipo de personas, reclama
ARTURO CRUZ BARCENAS
La banda sinaloense El Recodo, con más de 60 años
de tradición, viajará el próximo viernes a la ciudad
de Tokio, para encabezar la porra de la selección mexicana y apoyarla
durante su participación en el Mundial de Futbol de Corea-Japón
.
El grupo musical, que viaja con un equipo de 60 personas
entre músicos, técnicos, representantes y periodistas, actuará
también en las ciudades japonesas de Fukui, Niagata y Shinkasen.
Posteriormente se trasladará a las ciudades de Sydney y Canberra,
en Australia, donde ofrecerá dos actuaciones en las universidades
respectivas, pero no contará con la presencia del músico
más veterano de la familia y pilar del sonido de tambora, que ha
caracterizado a esta agrupación: Germán Lizárraga,
ya que éste fue liquidado por la empresa que formó su padre,
el viejo clarinetista Cruz Lizárraga.
La banda de El Recodo ha visitado el viejo continente
y Africa, así como constantemente Estados Unidos. Es tal vez la
agrupación de música popular norteña más importante
del país, al grado que se le conoce como La madre de todas las
bandas, la cual tiene en su haber más de 180 grabaciones y una
infinidad de reconocimientos. Con esta gira se reafirma el sueño
de Cruz Lizárraga, quien alguna vez declaró que no descansaría
hasta que "la banda se encuentre por todos los ámbitos de la Tierra",
afirmación que es difundida por medio de un boletín de prensa
de la casa disquera del grupo y que confirma, también, la exageración
verbal de los sinaloenses.
Pero
poco a poco se ha ido cumpliendo esta máxima, ya que al sonido de
la banda El Recodo, se le ha ido identificando en el extranjero como parte
de la música tradicional mexicana, tanto como lo ha sido el sonido
del mariachi, aunque habría que apuntar que El Recodo se ha separado
del sonido original que creó su fundador, y por hacerle caso al
marketing de las disqueras y la moda impuesta por el movimiento
grupero, El Recodo actualmente es una mezcla de ritmos, que no siempre
es afortunada; y para prueba están sus más recientes grabaciones.
Así también lo reconoce, de alguna manera, Germán
Lizárraga: "El Recodo ha atravesado fronteras, pero aún se
puede hacer más a nivel de instrumentación". Y corrige lo
supuestamente dicho por su padre, "El no deseaba que la banda El Recodo
pisara todos los ámbitos de la Tierra, sino que la música
de banda tradicional se diera a conocer en el mundo". Eso era, es, lo importante.
''Fue toda una vida''
Luego de 51 años de pertenecer a El Recodo como
clarinetista, Germán Lizárraga no estará en esta gira,
pues fue liquidado por la empresa que ahora dirigen sus hermanos menores
y la última esposa de Cruz, Doña Chuyita. Sin él
estará ausente uno de sus símbolos artífices en la
conservación del sonido original de la banda. A Germán Lizárraga
le pidieron, según nos cuenta, que se "quedara quieto", lo cual
ha significado "separarme de mi propia vida", indicó en medio de
un largo suspiro.
Con 51 años de trayectoria en la banda más
popular de México, en entrevista con este medio, Germán,
conocedor de este género de profunda raíz en Sinaloa y otros
estados de la República, expresó tajante: "Lamentablemente,
la mayor parte de las bandas están grabando... ¿cómo
decirte?... ¡pendejadas!".
Ve mal que algunos grupos norteños estén
tocando "corridos que ofenden la integridad humana. No es la cultura musical
que debemos tener, por eso intento hacer algo diferente -ya tiene otros
compañeros-, para que la música de banda se salve".
El otrora líder de El Recodo, que fundó
su padre cuando él nació, en la década de los 30 del
siglo pasado, en su natal Mazatlán, Sinaloa, expuso lo que para
él significa haber finiquitado la sociedad con tal agrupación
-"el 22 de diciembre de 2001 fue mi última presentación con
la banda, en Uriangato", precisó-. Sus ojos se abren más
cuando con emoción habla de ese grupo de trabajadores con los que
viajó de una ciudad a otra, de pueblo en pueblo, cruzando ríos,
valles y montañas. "Fue toda una vida".
-¿Qué siente al ya no estar con El Recodo?
-Es difícil de contestar. Si me salí fue
por situaciones que se dieron desde hace dos años. Soy pacífico
y no me gustan los problemas. Me separé de mi propia vida. Pero
ahora, con lo nuevo, me siento con el corazón hinchado. Todo lo
que he hecho, considero que mi padre lo está aprobando.
Llevo a El Recodo ¡en la sangre!
Suspira. Recuerda para sí las presentaciones en
Holanda, Francia, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Estados Unidos
y Marruecos. Mucha gira, mucho turismo. Hace memoria del momento más
doloroso, decisivo de su vida: "Estábamos hospedados en un hotel
de Morelia -en diciembre pasado-; ahí cité a los muchachos,
incluyendo a la gente que ayuda en el manejo de la banda, y les comuniqué
que me retiraba de ésta, primeramente porque sentía que mi
salud estaba mal y quería curarme y, dependiendo de los resultados,
podría volver.
"Tenía problemas con mi estómago, con mis
oídos, con mi rodilla (derecha). Me operaron de todo eso. Me pidieron
-sus hermanos- que descansara un mes. Le dije a Chuyita -la última
esposa de su padre- y se alegró de que saliera de la banda, pero
le aclaré que iba a seguir en la música. Hizo comentarios.
Eso fue el pasado 22 de enero; el 24 del mismo mes les entregué
todo". Obviamente, dijo, hubo lágrimas. "Soy sentimental. Llevo
a El Recodo en el estómago, los oídos, en la rodilla... ¡en
la sangre! Si dijera lo contrario... mentiría. Si le pasara algo
a El Recodo al primero que le dolería sería a mí.
Yo ayudé a construir esa obra".
Banda Estrellas de Sinaloa
Reiteró que cuando él nació su papá
armó la banda, en 1938. "Estar 51 años fue un orgullo y una
gran experiencia. Los últimos 16 años estuve al frente; eso
me da confianza de que podemos seguir dentro de la música. La banda
en general llegó y se encajonó en un sistema en el que todo
mundo toca lo mismo.
"Oyes una banda, y otra y otra, y todas tratan de imitar
a El Recodo. Mi nuevo proyecto -cuyo primer disco saldrá en junio-
no se parece a El Recodo. Habrá innovaciones en el sonido, en los
ritmos, con canciones más frescas, letras más entendibles,
de acuerdo con la época que corre, y eso me motiva. El Recodo ha
atravesado fronteras, pero aún se puede hacer más a nivel
de instrumentación, y es lo que voy a hacer". "Poncho y Joel
-sus hermanos del mismo padre, recordado en Mazatlán como El
muchacho alegre- querían que me quedara quieto; esa fue una
de las razones por las que dejé El Recodo", indicó quien
tiene hoy 64 años de vida y un nuevo proyecto que se llamará
Germán Lizárraga y su banda Estrellas de Sinaloa, al cual
"se le está metiendo mucho dinero. Sigo vigente", aseguró.
-¿Va a competir con sus ex compañeros?
-¡No! ¿Cómo voy a competir? De ninguna
manera. No puedo ni debo. Es una institución y sería pegarle
a esa pared de frente. Voy a hacer algo diferente.
-¿Por qué salió de El Recodo? -se
le insiste?.
-Se me fue inculcando que yo ya había llegado a
donde debía llegar, y que no tenía que preocuparme, y que
me sentara a descansar, pero no soy de ese tipo de personas. Me gusta estar
activo, porque siempre he pensado que aquel que dice ya no puedo, se sienta
y se va engarruñando. Hay cosas que no quiero decir, porque quiero
mucho a la banda, a lo que mi padre me heredó. Por eso no me puedo
sentar y decidí seguir trabajando en lo que mi padre me enseñó.
Por ahora sólo se puede hablar de una sola banda, la de El Recodo,
pero se puede impulsar esta música que no sólo es de Sinaloa,
sino de México. Hay muchas partes donde la banda aún no entra,
debido, básicamente, a que tal música se encajonó.