Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 26 de mayo de 2002
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Cultura
Jacques Julliard

Los intelectuales deben regresar a la búsqueda de verdad

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

El único medio para mantener la paz y la prosperidad en este siglo es la creación de "conjuntos regionales internacionales", ya que los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos "nos llevan a la idea de que los sistemas de alianza del pasado ya no valen", según el intelectual francés Jacques Julliard, quien sostiene que la próxima figura de la globalización "es cierta forma de gobierno mundial sobre bases regionales".

Antes de los atentados, precisa, existía consenso en el sentido de que la globalización atañía a la economía y las comunicaciones, pero después del 11 de septiembre se introdujo la variante de medidas policiales en todo el planeta (la guerra en Afganistán, por ejemplo), y vemos además que "la globalización se utiliza mejor por parte de las fuerzas dominantes que por las fuerzas dominadas. El modo de funcionamiento de las instituciones internacionales -FMI y Banco Mundial- se percibe principalmente en beneficio de los países más ricos. No hay que escandalizarse de eso, es perfectamente lógico, lo que hay que hacer es modificarlo. Las ideas más útiles son las que darán la palabra al mundo subdesarrollado en las instituciones internacionales", agrega Julliard, subdirector de redacción del semanario francés Le nouvel observateur.

Reforzó EU su caracter de potencia

Los atentados reforzaron a Estados Unidos como potencia, "no sé si eso era lo que buscaba Bin Laden, pero lo logró", y ahora Washington ya tiene una buena alianza con Rusia y otra, aunque provisional, con China, mientras que Europa ya no es una potencia diplomática o militar. Sin embargo, advierte, "no tenemos que estar resentidos con Estados Unidos por eso, lo que tenemos que lamentar es la falta de iniciativa de las grandes naciones. No hay un sentimiento de hostilidad hacia los estadunidenses, sino de equilibrio, porque no pueden por sí mismos mantener al planeta".

Una de las consecuencias de los atentados es que ahora "la sociedad industrial se pregunta cuáles son sus fines. De ahí que se trata de una interrogación sobre el sentido mismo de la democracia. ¿Es la democracia un objetivo en sí mismo, una técnica de gobierno como cualquier otra o acaso es capaz de dar al mundo una nueva aspiración, un nuevo sistema de valores?".

Lo cierto, añade el director de la revista Intervention, es que el 11 de septiembre "fue una señal de alarma para preguntarnos por qué trabajamos y qué tipo de sociedad deseamos. Sobre eso el sistema industrial no tiene nada qué decirnos".

En este contexto los intelectuales deben regresar a su primera función: entender la realidad, ser fieles a valores sencillos como la verdad y la libertad, y no decir a la sociedad lo que tiene que hacer, puntualiza Julliard, quien visitó México para dar las conferencias "De la caída del muro de Berlín a la caída de las Torres de Nueva York", y "La invención de los intelectuales del siglo XVIII al siglo XX'', dentro del ciclo Agitadores de ideas, de Casa de Francia.

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