Asegura el líder del gremio, Rosendo Flores, que el Presidente obedece
a intereses externos
SME: por acatar presiones extranjeras, Fox plantea
reformas al sector eléctrico
Comienza
el gremio nueva etapa de lucha contra la apertura de la industria al capital
privado
FABIOLA MARTINEZ
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ha iniciado
una "nueva etapa de lucha" en contra de la apertura de la industria eléctrica
al capital privado y exige al presidente Vicente Fox "respeto a la voluntad
de los poderes Legislativo y Judicial y a la soberanía del país",
declaró Rosendo Flores Flores, secretario general del gremio. "Nuestra
posición es irreductible", dijo.
En 1999, los 35 mil electricistas que atienden la zona
centro del país y están afiliados al SME fueron calificados
por el ex presidente Ernesto Zedillo como "ignorantes, necios y dogmáticos";
no obstante, frente al gobierno actual se colocan de nuevo a la cabeza
de los grupos opositores a la privatización de la industria eléctrica.
Flores, líder del SME desde 1997, advierte en
entrevista con La Jornada que este sindicato -constituido en 1914,
durante la Revolución Mexicana- no retrocederá en su postura:
"somos mexicanos y haremos valer el derecho a la soberanía, pues
no somos traidores a la patria, voraces o sumisos ante presiones extranjeras,
como el presidente Fox".
-¿Cómo interpreta la insistencia del Presidente
de aplicar cambios estructurales en materia de energía eléctrica?
-Esa postura revela a qué intereses responde el
gobierno, sin importar el color de su partido. En 1999, Zedillo argumentó
que eran necesarios los cambios a los artículos 27 y 28 constitucionales
para evitar apagones. Ahora, Fox agrega que los cambios son necesarios
para que el país crezca económicamente a 7 por ciento. Bajo
esa tesis, ¡ya mejor que venda el país completo para que alcancemos
el doble de esa previsión!
-El Presidente afirma que no busca la privatización,
sólo algunas reformas para asegurar la generación de energía
en las próximas décadas. ¿Qué opinan de ese
argumento?
-Es parte de una desesperación por lograr la apertura
y así cumplir a los organismos financieros internacionales, de lo
contrario no se explica la actitud del Presidente, tanto en México
como afuera, y sobre todo cuando los poderes Legislativo y Judicial han
dicho lo contrario. Es claro que la asociación de inversionistas
particulares en la generación de energía rompería
con el concepto de servicio público al que se refiere la Constitución,
por lo que la insistencia de Fox sólo es para cumplirle a los intereses
extranjeros, al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial; es la
presión de ellos y la sumisión de Fox por la que sale a ofertar
el país. No hay otra respuesta, por más que le busquen.
-El SME históricamente y en particular desde 1999
ha empujado diversas acciones para evitar la privatización de la
industria eléctrica; hoy, cuando se insiste en modificar la estructura
de ese sector, ¿ustedes retoman esa bandera?
-Sí, tenemos que hacerlo porque es un derecho constitucional
y una obligación como mexicanos, sobre todo como parte del sector
eléctrico. No
tenemos por qué retroceder en nuestra posición.
Tenemos claros los efectos de las privatizaciones que se han hecho en otras
partes del mundo, por lo que invariablemente agravan las condiciones que
en apariencia habrían de resolver. En México sería
un error incrementar la participación de capital privado, porque
los privados se van a apoderar del sector eléctrico.
-Una vez ya les dijeron "ignorantes, necios y dogmáticos",
otros califican al SME como socialista o de izquierdas, ¿qué
responden a ello?
-Que somos mexicanos y que estamos haciendo valer el derecho
a ser libres, el derecho a la independencia y a la soberanía que
como mexicanos hemos conquistado y está claramente establecido en
la Constitución. El gobierno puede decirnos necios, pero nosotros
desde esta postura podemos decirle que no somos traidores a la patria.
Vemos una actitud más voraz del actual gobierno en ese sentido,
mientras el país está más pobre y se multiplican las
zonas en las que sólo se come una vez al día.
-Entonces, ¿el SME volverá a defender su
postura como en 1999, año en que integraron un frente nacional de
resistencia?
-Sí, nuestra posición es irreductible en
cuanto a la pretensión de modificar los artículos 27 y 28
constitucionales y en contra de que se incremente la participación
de capital privado en el sector eléctrico, pues ello sería
una derrota para el pueblo y un efecto negativo en la economía del
país como el asunto actual del agua, en el que mientras por un lado
los mexicanos padecemos de sequía, el presidente Fox dice 'démosle
agua a Estados Unidos, démosle energía, démosle petróleo',
¡y lo bueno que Fox no es Leonardo Rodríguez Alcaine, porque
si no diría démosle a nuestra hermana!
-¿Qué valor da el SME a las declaraciones
de Fox en el extranjero?
-Han dicho que lo que digamos fuera del país no
tiene valor (recientemente el vocero del SME, Ramón Pacheco, viajó
a Cuba para manifestar el respaldo de este gremio a la revolución
cubana), por lo que creemos que lo que dice el presidente Fox afuera tampoco
debiera tenerlo. Es muy importante lo que él diga aquí; que
respete su palabra, que se ajuste a lo que él mismo reconoce en
el sentido de que el Ejecutivo propone y el Legislativo dispone, es decir,
que respete la división de poderes.
Los discursos de Fox y Martens, contrarios a la realidad
-El secretario de Energía, Ernesto Martens, dijo
que ya es insostenible seguir obteniendo millonarios recursos de Pemex
y de la Comisión Federal de Electricidad como si se ordeñara
una vaca ¿qué opina?
-El asunto viene de los administradores que ponen desde
el gobierno federal. Por ejemplo, en Luz y Fuerza del Centro (LFC) nosotros
manifestamos nuestra inconformidad ante los constantes cambios de director,
porque siempre llega un nuevo funcionario que se trae a sus amigos, políticamente
hablando, y se genera un problema de administración. Ahora ya no
sólo traen a sus cuates sino a las esposas de los ministros (sic),
como la esposa de Víctor Lichtinger (secretario de Medio Ambiente),
que la verdad viene a LFC a ratitos para revisar si están sanos
nuestros jubilados; otro caso es el de la hermana de José Woldenberg
(presidente del IFE), que sólo está para revisar aspectos
de capacitación de los trabajadores. Entonces, el hecho de que sigan
con esa línea refleja que el interés por beneficiar a CFE
y LFC que expresan Martens y Fox en sus discursos es contrario a la realidad.
-También desde 1999 el gobierno afirmó que
en LFC las prerrogativas del SME y sus trabajadores afectan las finanzas
de la empresa ¿estarían dispuestos a modificar su esquema
de trabajo, el número de comisionados sindicales o su contrato colectivo,
incluso a aceptar ajustes de personal?
-No estamos dispuestos a negociar nuestro contrato colectivo
y jamás negociaremos el despido de trabajadores. Afirmamos que aun
sin pagarnos un solo centavo de salario no se resolvería el problema
financiero de LFC que representó en 2001 ventas por 21 mil millones
de pesos, y a la vez una erogación de 19 mil millones de pesos por
la compra de energía a CFE, sumado a 4 mil millones de pesos en
pérdidas por robo de energía. En cambio sí estamos
dispuestos a la modernización y estamos a la espera de ello.