Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 26 de mayo de 2002
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Política

Hay documentación inimaginable, como el seguimiento al cineasta Eisenstein: Herrera

Los servicios de inteligencia, al descubierto en el AGN

De gran valía, la información sobre el Ejército, dice director del Archivo Histórico Central

ALONSO URRUTIA

Con la apertura de los archivos del Ejército, a partir de los cuales se buscaría aclarar su participación en el movimiento de 1968 y su intención en la denominada guerra sucia, se pondrá fin a 70 años de sigilo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), periodo durante el cual ninguna documentación castrense había sido enviada al Archivo General de la Nación (AGN). "Tan sólo por ello, los documentos enviados adquieren una relevancia extraordinaria", subraya el director del Archivo Histórico Central, Juan Manuel Herrera.

En entrevista, sostiene que los alcances que pueda arrojar la consulta de esta documentación dependerá, en gran medida, "del andamiaje de preguntas que los propios investigadores realicen a partir de esos documentos". Esto vendrá a complementar la otra parte de la historia oficial que ya está en las galeras del AGN desde 1982, y que fue el soporte de la investigación de la Comisión del 68, que integró la Legislatura pasada.

Sin duda, subraya Herrera, la entrega de las mil 500 cajas provenientes de la Sedena y las 3 mil 500 enviadas por el Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Migración "es un hecho impensable hasta hace pocos años".

Con 20 años de experiencia en el AGN, Herrera dice que, sin minimizar la documentación que está próxima a abrirse, "podría decir que es un archivo más que viene a complementar la riqueza de los acervos de archivo general".

Y cita un ejemplo: paralelamente a la recepción de los expedientes del 68 y la guerra sucia, el AGN recibió documentación histórica fundamental sobre el periodo revolucionario. "La Secretaría de Hacienda envió los informes de una comisión de indemnizaciones formada en 1915, que contiene los alegatos de los hacendados que demandaban el pago por sus tierras expropiadas".

Para quien esté interesado en el periodo posrevolucionario o en los asuntos agrarios, afirma, son documentos inéditos que complementarán la perspectiva histórica de esta parte de la Revolución.

Como ese tema, recién llegado, hay otros documentos que generaron en su momento gran polémica y que ahora son poco consultados. Es el caso de la lista de sacadólares que en su momento ofreció el presidente José López Portillo y cuyo respaldo documental ahora lo tiene el AGN.

Suspicacias

acta_s25fh1 Sin duda, los acervos que generan mayor expectativa de los enviados por la Secretaría de Gobernación son los provenientes de la Sedena y del Cisen, instituciones que difícilmente hubieran enviado documentación hace unos años. "Eso da cuenta de la voluntad política de dar acceso público a la consulta, y en este punto un aspecto que contribuyó de manera importante es el impulso a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información recientemente aprobada".

-ƑHay suspicacias de que los archivos pudieran estar mutilados o incompletos?

-Es normal que las dependencias que siguen funcionando remitan por partes la documentación que deja de tener utilidad administrativa o legal. En ese sentido, los acervos son completos como transferencias, pero necesariamente parciales en función del conjunto que tiene la dependencia. Ahora, el hecho de que sean completos desde la perspectiva histórica habrá que verificarlo en la medida en que se revisen los archivos, pero serán extraordinariamente valiosos y completos en el sentido de instituciones como la Dirección Federal de Seguridad (DFS, antecedente del Cisen), que ya será considerado como un archivo completo o cerrado.

Para Herrera, la posibilidad de que los archivos lleguen mutilados es difícil. Da razones: las diversas referencias institucionales que tiene cada documento oficial hace muy complicada la desaparición de alguno.

Los expedientes recibidos hace unas semanas, subraya, vienen a completar y enriquecer la información oficial sobre el periodo, pues el AGN sólo tiene informes hasta los años setenta. Hace 20 años, la Secretaría de Gobernación envió una gran cantidad de documentos provenientes, entre otras dependencias, de la DFS y la Direcci—n de Investigaciones Pol’ticas y Sociales (DIPS).

Sin embargo, afirma Herrera, en su momento la entrega no gener— tanta expectativa como ahora, pues paralelamente el AGN abr’a sus puertas en su sede actual, el antiguo Palacio de Lecumberri.

ÒFue un a–o importante para la reorganizaci—n del AGN y para documentar la historia reciente. Los archivos recibidos de la DFS y la DIPS fueron, en buena medida, sustento para la creaci—n del Centro Hist—rico de Investigaciones Pol’ticas y Sociales, que en principio dirigi— Arnoldo Mart’nez Verdugo.Ó

Con la nueva remesa de documentaci—n Òse complementar‡n los dos acervos que ayudar‡n a explicar al pa’s los hechos graves de aquellos a–os, e incluso ir m‡s all‡. Permitir‡, por ejemplo, conocer a detalle gran parte de la historia reciente de los servicios de inteligencia mexicanos, desde el llamado Departamento Confidencial, en 1918, hasta la desaparici—n de la DFS y la DIPS, en 1985Ó.

Es interesante, continœa, conocer algunos detalles sobre el trabajo de los organismos de inteligencia en MŽxico. Hay documentos en el AGN que dan cuenta del seguimiento que se daba a personalidades extranjeras que se encontraban en el pa’s, como es el caso de Sergei Eisenstein, el cineasta ruso, o de otros m‡s. ÒExiste documentaci—n inimaginable para abordar cualquier cantidad de temasÓ.

archivo general 11 Por ejemplo, se encuentra en el AGN el archivo completo del comitŽ organizador de los Juegos Ol’mpicos de MŽxico 1968, que en su momento fue utilizado para la restauraci—n de las esculturas de la Ruta de la Amistad, pero igualmente podr’a haber en ese archivo las previsiones de seguridad que se adoptaron entonces y que pudiera vincularse con el movimiento estudiantil.

Y es que las investigaciones, dice Herrera, pueden ser muy variadas a partir, incluso, de la misma documentaci—n. ÒUno de los acervos m‡s consultados es sin duda el de la Santa Inquisici—n, y no por eso se puede hablar de que est‡n sobrexplotados. Los archivos son por definici—n inagotables, todo depende de los cuestionamientos que se hagan quienes los consultanÓ.

Anualmente, comenta, acuden al AGN alrededor de 50 mil usuarios, de los cuales 2 mil son propiamente investigadores. Sin embargo, uno de los sectores que m‡s acude es el campesino, pues decenas de comunidades recurren c’clicamente en busca la documentaci—n original que acredite sus tierras y utiliza en sus litigios para defender sus derechos agrarios.

Otros usuarios comunes son todos aquellos interesados en su genealog’a, en especial quienes profesan la religi—n mormona, donde pr‡cticamente es una obligaci—n conocer a sus antepasados. ÒTenemos m‡s de 200 mil rollos de microfilm de registros parroquiales y civiles donde se puede indagar el pasado de las personas. Hay registros parroquiales desde el siglo XVIÓ, asegura Herrera.

La tem‡tica es variada: van desde el archivo personal del general L‡zaro C‡rdenas, hasta los archivos secretos del Vaticano referentes a la Iglesia en MŽxico y a las negociaciones entre la Santa Sede y el gobierno mexicano en diversas etapas hist—ricas.

Su consulta, concluye Herrera, depende en gran medida de los Òciclos de investigaci—n y preocupaciones en boga. Hace unos a–os, los conflictos obreros eran muy estudiados, pero actualmente han sido relegados Es un poco que los temas se pongan de modaÓ.

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