Se aplicó desde enero para frenar vandalismo, alcoholismo y prostitución: el edil
Lleva 4 meses bajo toque de queda el poblado indígena maya de Chichimila, Yucatán
Recchaza el alcalde panista que recibiera asesoría militar para esta acción
LUIS BOFFIL CORRESPONSAL
Merida, Yuc., 23 de mayo. En Chichimilá, una pequeña población indígena maya ubicada al oriente del estado, se aplica todas las noches, desde principios de año, un toque de queda que, según el alcalde José Tzab Ortiz, es una medida necesaria para frenar el vandalismo, el alcoholismo y la prostitución.
El edil, de extracción panista, rechazó que dicha medida haya sido diseñada para reprimir a sus adversarios políticos afiliados al PRI, y que recibiera asesoría militar.
El funcionario aludía a la 32 zona militar que se encuentra instalada en la ciudad de Valladolid, colindante con el municipio de Chichimilá, en la cual se preparó el proyecto de crear pelotones rurales para coadyuvar en las tareas del Ejército Mexicano en esa región. Al parecer el plan castrense ya no se llevará al cabo.
-No hay nada de eso, la situación de vigilancia en la población está controlada por unos 20 elementos que conforman la policía municipal y, eventualmente, el respaldo de agentes antimotines de la secretaría de Protección y Vialidad -indicó.
El pueblo de Chichimilá está situado a 195 kilómetros al oriente de Mérida y, según datos del INEGI, tiene una población, en su mayoría hablante del maya, de 3 mil 500 personas, con altos índices de migración hacia otras partes del estado y el extranjero.
Tzab Ortiz, quien prefiere denominar a su proyecto "vigilancia nocturna", precisó que está consciente de que la medida inconformó a numerosos pobladores y que ello es aprovechado por la militancia priísta para exigir su renuncia al cargo de edil. "Se trata de meter orden, pero no hay violencia ni represión. Se trata de combatir a las personas que incumplen la legalidad y el orden", precisó en entrevista telefónica.
De hecho, Tzab Ortiz ya fue denunciado ante el Congreso local por priístas por actos represivos, a raíz de ese toque de queda. Actualmente el Poder Legislativo analiza la petición de juicio político contra el concejal panista.
Según el alcalde, parte de la población alentada por el PRI, prometió colgarlo en la plaza principal si no deroga sus medidas.