¡Viva Miguelito! Los mundos del Chamaco
Covarrubias, del programa Alas y Raíces
El Chamaco Covarrubias en libro para niños
Contiene dibujos, ilustraciones para colorear, elaboración
de ropa y creación de mapas
ANGEL VARGAS
Lo mismo Emiliano Zapata a caballo que la vida nocturna
del Harlem de la década de los veinte, el jazz de los antros neoyorquinos
que un paseo en trajinera por los canales de Xochimilco, la femenina belleza
de los torsos desnudos en Balí que el garbo al caminar de las mujeres
del istmo de Tehuantepec.
Ese
es sólo un fragmento del extenso y sorprendente mundo que Miguel
Covarrubias nos legó en su particular forma de pintar y dibujar,
en el cual, gracias a un proyecto del programa Alas y Raíces, del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), ahora pueden adentrarse
los niños y niñas mexicanos por medio del libro ¡Viva
Miguelito! Los mundos del Chamaco Covarrubias.
El volumen, integrado por texto e investigación
iconográfica de Julieta Montenegro y José G. Benítez
Muro, aborda de manera colorida y lúdica, mediante reproducciones
de imágenes y de dibujos para iluminar, diversos momentos de la
vida de ese diverso y prolífico artista e investigador, cuya existencia
transcurrió de 1904 a 1957.
Y así, los infantes se encuentran con que El
Chamaco Covarrubias siendo un niño, vio bailar a la mítica
Ana Pavlova; que desde muy joven se distinguió como excelente dibujante
y pintor y, sobre todo, que destacó como un descubridor de nuevos
mundos, merced a sus múltiples viajes por diversos confines de la
República y del mundo, algunos tan exóticos y tan distantes
para aquellos tiempos (primera mitad del siglo XX) como la isla de Balí
y diversos países de Asia y Africa.
Comprenden que no sólo fue el espíritu aventurero
el que llevó al creador por esos lares, sino también su afán
de conocimiento y de compartirlo con otros. De esa forma aprenden que a
la pintura y la escritura aunó actividades de índole académica,
como antropología y cartografía.
Además, que se hizo museógrafo y arqueólogo,
y que en esta última disciplina destacó al "descubrir a través
de la percepción profunda que la cultura olmeca es la madre secular
de las culturas de nuestro hemisferio". También se les subraya su
papel central como escenógrafo e impulsor de la danza.
De 32 páginas, el libro es asimismo una invitación
a la imaginación infantil y al juego, pues contiene secciones para
dibujar, iluminar, realizar diseños de ropa, crear mapas y recortar,
armar y ensamblar el cuborrubias, un cubo formado por otros más
pequeños en cuyas caras están plasmadas reproducciones de
algunas obras del Chamaco.
Al final del volumen, disponible ya en las librerías
Educal del CNCA, se agrega un cuestionario que desafía a los pequeños
lectores a observar cada detalle de la vida y la obra que se incluye de
Miguel Covarrubias, para que puedan hacer comentarios al respecto.