La joven acusada de subversión dice que
para Gobernación no tiene sentido su protesta
Línea del gobierno de Zedillo en mi proceso:
Zamora
"Con esa tibieza ante los militares, la CNDH avala impunidad";
recurrirá a otras instancias
BLANCHE PETRICH
En la cárcel de Chilpancingo, Ericka Zamora cumple
hoy 12 días en huelga de hambre. Desde la Secretaría de Gobernación,
donde se observa con lupa el proceso judicial que seguirá el amparo
directo que interpusieron los abogados de la defensa de esta joven acusada
de subversión y sentenciada a ocho años de prisión,
trataron de persuadirla.
"Sé que en Gober les preocupa que continúe
mi ayuno, que ellos (los funcionarios) estiman que mi protesta no tiene
sentido. Ya leí que el secretario Santiago Creel considera que mi
liberación es factible. Sin embargo, ya no creo en sus palabras,
ya me cansé de los discursos. Debe haber un gesto más concreto
para confiar en la buena voluntad de las instituciones."
El
martes de la semana pasada Ericka dejó de consumir alimentos, en
protesta por las presiones políticas que indujeron a los jueces
sobre quienes recayó el caso de El Charco (junio de 1998) a emitir
las sentencias más duras, omitiendo tomar en consideración
las irregularidades del proceso judicial, incluido el hecho de que la principal
prueba fueron las declaraciones autoinculpatorias de la detenida, arrancadas
bajo tortura por elementos del Ejército Mexicano.
"Cuando nos juzgaron (a ella y a Efrén Cortés,
coacusado en el mismo proceso, preso en Puente Grande, Jalisco) hubo línea
del gobierno de Ernesto Zedillo para actuar de la manera más dura
posible. No hubo imparcialidad ni justicia. Mi huelga, ahora, es para que
no haya línea de ninguna autoridad, en particular de la Secretaría
de la Defensa, para la resolución del tercer amparo. Es un llamado
a que no vuelva a haber presión sobre el caso."
Este procedimiento, que realiza un equipo de abogados
a cuyo frente está Bárbara Zamora, es la última instancia
a la que puede recurrir Ericka Zamora para conseguir ser exonerada de las
acusaciones que presentó en su contra el Estado mexicano, por considerarla
comandante del Ejército Popular Revolucionario.
Desde el viernes de la semana pasada la solicitud de amparo
fue presentada ante el Ministerio Público, que aún no fija
el término para la audiencia. También la semana pasada la
defensora fue citada en Gobernación, donde se entrevistó
con el jefe de la Unidad de Estudios Legislativos de la dependencia, Ricardo
Sepúlveda.
Preparación sicológica
Ericka Zamora fue entrevistada telefónicamente.
Comentó que después de 12 días de no ingerir más
que agua, miel y algunos caramelos, se siente "algo debilitada, pero anímicamente
bien". Su huelga de hambre, explicó, no fue intempestiva ni es por
capricho. "Tuve tiempo para prepararme sicológicamente."
Sobre hasta dónde está dispuesta a llegar
con el ayuno, aseguró que "hasta que vea una respuesta en los hechos,
no en las declaraciones".
Los médicos del penal la supervisan constantemente.
Los demás internos se deshacen en muestras de solidaridad. Este
fin de semana recibió la visita de los maestros que tuvo en la primaria,
en su natal El Rosario, zona de El Mezquital, en Hidalgo. También
acudieron al Cereso de la capital guerrerense representantes de organizaciones
no gubernamentales de mujeres, con el objetivo de brindarle apoyo.
En el transcurso de la semana anterior fue el general
José Francisco Gallardo quien acudió a la visita. "Me impresionó
su sensibilidad -comentó la prisionera-, pues yo me había
hecho otra idea de él. Se ve que está muy enterado de nuestro
caso. Incluso me comentó que en los procesos de él y el nuestro
había algunas coincidencias, como la de las actuaciones de los generales
Alfredo Oropeza, comandante de la novena Región Militar en Guerrero,
y Luis Humberto Portillo de Leal, comandante de la 27 Zona Militar.
"Oropeza estuvo a cargo del operativo en El Charco,
y fue responsable del interrogatorio con tortura al que fui sometida. En
la 27 Zona Militar fui obligada a firmar mis primeras declaraciones autoinculpatorias.
Oropeza y Portillo incidieron también en las acusaciones que fueron
levantadas contra Gallardo", indicó Zamora.
El militar excarcelado, que en su momento fue señalado
por Amnistía Internacional como preso de conciencia, ofreció
"hacer causa común" con la joven acusada de guerrillera.
En otras declaraciones, Ericka Zamora señaló
como un signo "preocupante" el hecho de que la Comisión Nacional
de Derechos Humanos no se haya empeñado en dejar constancia de las
torturas a las que fue sometida y que ella en su momento denunció,
ni se haya preocupado en lograr que la resolución emitida en torno
a este caso se cumpliera.
"Con esa tibieza ante los militares, la CNDH está
avalando la impunidad para el Ejército y el general Oropeza Garnica.
Eso nos obliga a acudir a otras instancias. Vamos a aportar más
datos para que haya una resolución de la Relatora de Ejecuciones
Extrajudiciales de la ONU, y vamos a insistir también ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.
"A la comunidad internacional le debe quedar claro que
el gobierno de Vicente Fox sigue violando los derechos humanos; que sólo
actúa cuando siente la presión desde el extranjero, y que
la CNDH sigue guardando silencio ante muchas aberraciones en la procuración
de justicia", concluyó.