Nadie está obligado a lo imposible, advierte el panista
No hay agua para pagarles, dice Calderón a legisladores de EU
Antes de comprometerse, Fox debe analizar la sequía: Luebbert
Acuerdan en la interparlamentaria revisar nivel de las presas
ROBERTO GARDUÑO Y ANDREA BECERRIL ENVIADOS
Guanajuato, Gto., 17 de mayo. La delegación mexicana asistente a la 41 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos introdujo un tema que no estaba en la agenda: el diferendo por el agua entre ambas naciones. En voz del diputado Felipe Calderón Hinojosa advirtió a los congresistas estadunidenses que nuestro país "está consciente de sus responsabilidades, pero nadie está obligado a lo imposible".
Durante la inauguración del encuentro, mientras el representante Jim Kolbe y el embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, ponían caras adustas -el primero pedía dejar atrás la ira-, Calderón Hinojosa dijo: "antes de disputar un agua que no existe, veamos juntos cómo preservar mejor nuestros recursos".
Washington "investigará a fondo"
El diputado panista introdujo así el tema, que incluso fue tratado por la tarde en los trabajos de la interparlamentaria. Por la mañana, Davidow expresó de inmediato su inconformidad y aseguró que la administración de Washington hará una investigación a fondo, porque no está de acuerdo con la versión de México, ya que, según información de sus satélites, sí hay agua en la cuenca del río Bravo. Igualmente, representantes estadunidenses como Silvestre Reyes insistieron en que hay un adeudo no cubierto sobre el líquido.
Sin embargo, Calderón Hinojosa llevó a la apertura misma una postura unitaria que la delegación mexicana valoró y discutió a profundidad una noche antes, durante un encuentro previo en el que priístas y perredistas advirtieron de la urgencia de establecer la postura del Congreso de la Unión frente al anuncio del presidente Fox de cubrir un supuesto adeudo de agua al vecino país del norte.
En su calidad de jefe de la delegación mexicana, Calderón Hinojosa retomó el acuerdo y en su discurso de inauguración dijo también a los congresistas de Estados Unidos "que no hay relación entre seres humanos o entre países que crezca y se fortalezca si es un juego de suma cero, donde una parte gana lo que la otra pierde".
La clave, insistió, es encontrar los caminos de la prosperidad que permitan beneficios comunes a los pueblos de ambas naciones. El Congreso mexicano, precisó, es plural, pero en materia de política exterior, particularmente en la relación México-Estados Unidos, todas las fuerzas coinciden en tres grandes puntos: respeto a la soberanía nacional, regularización de migrantes que trabajan y pagan impuestos, y generación de oportunidades para los mexicanos mediante la posibilidad de colocar sus productos en el mercado estadunidense.
Incluso, el panista expresó a los 13 representantes de Washington, encabezados por el republicano Jim Kolbe, la esperanza de que este encuentro entre legisladores de ambos países permita abordar "los complejos y vitales problemas de nuestra frontera común, desde la seguridad hasta la calidad de vida de los mexicanos que viven a ambos lados, y cómo afrontar juntos el terrible problema de la sequía".
En su discurso de inauguración, el presidente de la delegación de Estados Unidos, Jim Kolbe, celebró que las recriminaciones que en los últimos años caracterizaron las reuniones interparlamentarias hayan quedado atrás, para dejar paso a un tono cálido y respetuoso. Dijo también que en su país no han olvidado que el Congreso mexicano adoptó una resolución de solidaridad con los estadunidenses, inmediatamente después de los atentados terroristas del 11 de septiembre.
El representante republicano insistió en la necesidad de que los encuentros entre legisladores sigan centrados en los intereses compartidos. "Es imperativo que busquemos consejo mutuo, porque de no hacerlo vamos a cosechar el fruto al que aludió Benjamín Franklin, uno de nuestros fundadores, cuando dijo: cualquier cosa que comienza en ira termina en vergüenza".
Davidow: sí hay agua, y debe compartirse
Después del discurso de Calderón Hinojosa, en el que llamó a no disputar el agua que no existe, Kolbe se veía serio, pero no tanto como el embajador Davidow, quien estaba realmente enojado y no lo ocultaba. En entrevista dijo no compartir lo expresado por el jefe de la delegación mexicana, ya que a su juicio sí hay agua en la cuenca del río Bravo, y debe compartirse.
"En el caso de Chihuahua, hoy en día hay 25 mil hectáreas recibiendo agua de riego, en el distrito de Delicias. Entonces sí hay", agregó el embajador de Estados Unidos en México.
Sostuvo que en los recientes 10 años no se ha entregado a Washington 50 por ciento de la cuota del río Bravo. De acuerdo con el tratado internacional en la materia, dijo, México está obligado a dar a Estados Unidos la tercera parte del vital líquido de los seis ríos que riega el Bravo, "pero ahorita no ha llegado, lo que merece una investigación a fondo, para ver más agua de la que se está quedando en Chihuahua, dado que en Texas se requiere".
Davidow expresó que espera que en 15 días, como prometió el presidente Fox, México entregue a Estados Unidos "algo de agua, porque en los últimos meses los agricultores de Texas no han recibido ni una sola gota".
-ƑQué en febrero no se les entregó agua?
-Sí, pero mínima.
-ƑCómo van a investigar si hay o no agua en el río Bravo?
-Usted es reportera, Ƒpor qué no va allá?
-Usted es quien desconfía, Ƒcómo saben que sí hay agua?
-Tenemos satélites, pero hay necesidad de mandar un equipo de la Comisión Binacional del Agua para hacer un estudio, que ya va a empezar -aseguró Davidow.
Después, menos enojado, el diplomático regresó a hablar con los reporteros y matizó sus afirmaciones. Señaló que tampoco es un asunto para pelearse, pero la poca agua que hay debe compartirse.
Los representantes estadunidenses coincidieron con la visión del embajador. Incluso, el legislador demócrata por Texas, Silvestre Reyes, reconoció que los congresistas tienen fuertes presiones de los agricultores texanos, quienes consideran que México tiene suficiente agua para pagar su deuda.
Por la tarde fueron los representantes de Estados Unidos quienes llevaron el tema a discusión, con los mismos argumentos. Oscar Luebbert, senador del PRI, les respondió que no hay adeudo alguno y que el problema debe verse de manera conjunta y bajo otra óptica.
El priísta tamaulipeco echó por tierra cada una de las argumentaciones del embajador Davidow y de los congresistas del vecino país del norte. Les dijo que si bien se regaron 25 mil hectáreas de un distrito en Chihuahua, hay otros 200 mil distritos en Tamaulipas y parte de Coahuila que no han recibido ni una gota de agua.
Además, les precisó que de acuerdo con el Tratado para la Distribución de las Aguas Nacionales de los Ríos Bravo y Colorado, México no tiene adeudo alguno con Estados Unidos, toda vez que ese acuerdo binacional da a nuestro país la posibilidad de cubrir su cuota del líquido cinco años después de vencido el plazo. Es decir, el ciclo actual vence en septiembre próximo, y a partir de ahí hay un quinquenio para cubrir el compromiso.
Asimismo, Luebbert expresó que la pretensión de Estados Unidos de que se le entreguen entre un millón 700 mil y un millón 900 mil litros cúbicos de agua no tiene posibilidad alguna de ser cubierto, toda vez que se trata del líquido generado durante todo un año por la cuenca del río Bravo.
También hizo notar a los congresistas que en nada ayuda a resolver el problema "generar confusión con versiones que hablan de un agua que no existe y dan esperanzas a los texanos de hacerles llegar ese elemento básico, cuando no es posible por la sequía del Bravo".
Después de su explicación, ambas delegaciones acordaron que a partir de mañana, representantes de ambos países en la comisión internacional que da seguimiento al tratado verifiquen la situación de las presas y su nivel real de agua, anunciaron por la noche Felipe Calderón Hinojosa y Jim Kolbe, presidentes de ambas delegaciones.
Al final, en entrevista, Luebbert comentó que en lugar de dejarse presionar por Estados Unidos y "acelerarse" al anunciar que en 15 días dará una solución al problema, el presidente Fox debe resolver la severa crisis de agua en la frontera.