Carlos Samuel García la mató en
un laboratorio de Ingeniería, presume la PGJDF
Detienen a supuesto asesino de Areli Osorno Martínez
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Carlos Samuel García, de 27 años y pasante
de la carrera de ingeniería, es quien presuntamente asesinó
por motivos pasionales a la estudiante Areli Osorno Martínez, cuyo
cuerpo fue encontrado el pasado 27 de abril junto a la puerta 4 de ingreso
a la Universidad Nacional Autónoma de México.
Renato Sales Heredia, subprocurador de Averiguaciones
Previas Descentralizadas de la Procuraduría General de Justicia
del Distrito Federal (PGJDF), informó que el presunto homicida fue
detenido en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, en Copilco, y se
busca a otra persona que lo habría ayudado a sacar el cuerpo de
uno de los laboratorios de la facultad, donde se consumó el crimen.
El funcionario agradeció al rector Juan Ramón
de la Fuente su colaboración en las investigaciones para esclarecer
el crimen, e indicó que sobre el homicidio de Cristel Estibalí
García, alumna de la Facultad de Ciencias, ocurrido el 6 de mayo
pasado, la indagación va muy avanzada.
El titular de la Fiscalía de Homicidios de la dependencia,
Guillermo Zayas González, señaló que Samuel García
fue identificado plenamente por varios testigos, compañeros de Osorno
Martínez, quienes afirman que el viernes 26 de abril los vieron
juntos en varios lugares cercanos a la Facultad de Ingeniería.
El detenido niega ser el autor del crimen, pero incurrió
en contradicciones en su declaración ministerial.
Sales Heredia explicó que el móvil es preponderantemente
pasional, como adelantó en días pasados el procurador del
DF, Bernardo Bátiz: "era pretendiente de esta muchacha; ella había
determinado contraer matrimonio y él se siente, creemos, rechazado.
Es un homicidio premeditado, alevoso y ventajoso", sentenció.
El coordinador de Servicios Periciales de la PGJDF, Pedro
Estrada González, refirió que el pasante de ingeniería
realizaba su servicio social en la misma facultad y tenía llaves
de los laboratorios, que recientemente habían sido pintados con
un esmalte vinílico. La cuerda usada para estrangular a la mujer
tenía una mancha de pintura que al ser analizada por el área
de química forense resultó ser del mismo tipo de la usada
en los laboratorios.
La hipótesis de la dependencia es que el crimen
lo cometió dentro de uno de los laboratorios, y con la ayuda de
su amigo sacó el cuerpo en el auto de éste, después
de atarlo con cinta canela e introducirlo en bolsas de plástico
y costales. Luego abandonaron el cadáver en el lugar donde fue encontrado
al día siguiente.
Los peritos recogieron del auto, un Nissan tipo Tsuru
color metálico, que pertenece al padre del presunto coautor, muestras
de cabellos hallados en el tapete de la cajuela y cerca de la palanca de
freno.
Al confrontarlas con los de la víctima para determinar
su correspondencia, el resultado fue positivo.
El subprocurador Sales Heredia negó que exista
alguna relación de este crimen con el de Estibalí García;
la única "coincidencia desafortunada es que ambos homicidios ocurrieron
en el campus universitario en un breve lapso, pero no están vinculados".
Aseguró que con los elementos de prueba obtenidos
por la dependencia, la acusación contra Carlos Samuel García
está firmemente sustentada, y en las próximas horas será
consignado al juez penal de turno anexo al Reclusorio Oriente.