El déficit fiscal cero propuesto por
De la Rúa "siempre nos pareció excesivo", señala
Responde el FMI a las críticas de Stiglitz sobre
las políticas económicas para Argentina
Otorga el fondo "gracia" de un año al país
sudamericano en un pago de 130 mdd
EU y el órgano financiero buscan la caída
de Duhalde, estiman analistas en Washington
AFP Y DPA
Washington, 16 de mayo. El Fondo Monetario Internacional
(FMI) se defendió este jueves de las críticas realizadas
por el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, quien señaló
que las políticas del organismo para Argentina, que se centran en
una reducción cada vez mayor del déficit fiscal, sólo
han empeorado la grave crisis económica.
El vocero del FMI, Thomas Dawson, indicó que la
idea del gobierno de Fernando de la Rúa, obligado a renunciar tras
un levantamiento popular en diciembre pasado, de lograr un déficit
fiscal cero durante el 2001, "nos pareció un ajuste excesivo. Esto
contradice la visión del profesor Stiglitz", indicó.
Según
Dawson, Stiglitz también se equivoca al indicar que la corrupción
no es parte del problema, y al no reconocer "la soberanía del pueblo
argentino" en la toma de decisiones económicas.
En una nota publicada el domingo en el diario The Washington
Post, Stiglitz sostiene: "creo que los latinoamericanos tienen razón"
cuando afirman que la crisis no se hubiera impedido si Argentina hubiera
seguido más a rajatabla los consejos del FMI, con mayores recortes
de gastos para enfrentar la recesión. "En Estados Unidos, cuando
tenemos recesión, todos coinciden en que el remedio es un estímulo
fiscal", recordó el Nobel.
En Argentina, numerosos analistas recuerdan que en la
pasada década, cuando Argentina era citada como el mejor alumno
del FMI, el organismo no comentó las numerosas denuncias sobre corrupción
en el seno del gobierno de Carlos Menem, como tampoco criticó la
política que ató el peso al dólar, uno a uno, desde
1990.
Por lo pronto, el FMI dio un respiro a Argentina al aplazar
por un año un vencimiento de 130 millones de dólares, de
los casi 5 mil millones que debe pagar ese país al organismo multilateral
en 2002.
La noticia de la gracia del FMI se conoció un día
después que el presidente Eduardo Duhalde consiguiera que el Congreso
modificara la Ley de Quiebras para permitir que los acreedores se queden
con activos de las endeudadas empresas locales, una de la larga lista de
exigencias del FMI, que también quiere eliminar una ley que permitiría
juzgar a banqueros y financieros responsables de la colosal fuga de depósitos
que precipitó la crisis.
La posibilidad de una ayuda parece alejarse cada vez más,
mientras el secretario del Tesoro estadunidense, Paul O'Neill, dijo hoy
que Argentina está haciendo un progreso "irregular" para estar en
condiciones de acceder a la ayuda financiera. En este sentido, recordó
que los legisladores aún deben aprobar la eliminación de
la Ley de Subversión Económica.
Para algunos analistas en Washington, el FMI y Estados
Unidos buscan en realidad la caída del gobierno argentino. En Washington
se cree que Duhalde "representa a los viejos polílticos corruptos
que nos llevaron a donde estamos y no va a poder liderar una solución",
sostuvo Arturo Porzencanski, del banco ABN AMRO.
Walter Molano, de la firma BCP Securities, sostuvo que
"Washington espera que la tensión social eventualmente explote y
fuerce el colapso del gobierno de Duhalde", en un proceso conocido como
la "afirmación de la sociedad civil".
Pero el vocero Dawson también negó estas
acusaciones, al asegurar que "hemos estado trabajando estrechamente con
este gobierno".