Las trasnacionales pretenden neocolonizar los territorios indígenas, sostiene
Los acuerdos de San Andrés, antídoto del Plan Puebla-Panamá: activista mexicano en Europa
Participa en encuentro paralelo a la cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe
ARMANDO TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 16 de mayo. El presidente Vicente Fox Quesada "no está dispuesto a cumplir los acuerdos de paz en el conflicto de Chiapas, porque sencillamente, si se analiza la estrategia del Ejecutivo federal, los acuerdos de San Andrés son el antídoto a un pilar de los proyectos del gobierno mexicano: el Plan Puebla-Panamá, el cual impone a los indígenas la expulsión y a vivir en la esclavitud de las maquiladoras", manifestó Daniel Luna, representante de la Coordinadora Regional de los Altos de Chiapas, quien participa en el Foro Social Trasatlántico, el encuentro que realizan organizaciones civiles de varios países como contraparte a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea-América Latina y el Caribe.
En representación de la sociedad civil en resistencia, Daniel Luna difunde por Europa una realidad que choca frontalmente con la versión que ha expresado el mandatario mexicano en relación con el conflicto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y las comunidades indígenas del país.
Para hacerlo ha viajado a Holanda, el País Vasco, Cataluña y Madrid, en espera de emprender el viaje a Suiza, Bélgica y Francia, donde denunciará el "doble lenguaje" de Fox Quesada, que por un lado habla de apertura y de una profunda transformación del sistema político mexicano y por otro bloquea los acuerdos de paz con el EZLN.
En entrevista con La Jornada, expresó que "en los hechos la discriminación de las comunidades indígenas ha sido la misma durante muchos años en México. La marginación y el despojo también. No se reconoce que existen diferencias, como el lenguaje, ya que si la educación que proporciona el Estado llega a las comunidades, sólo es con la intención de castellanizar a la población".
Un proceso de exterminio
"Ha sido un proceso de exterminio que les reclama dejar de ser indígenas, con la intención de minar y destruir a las comunidades. Sin embargo, después de 500 años los pueblos indígenas sobreviven. El dato de que 10 por ciento de la población mexicana conserva su lengua, su cultura, su forma de organizarse y sus autoridades tradicionales demuestra que la resistencia que han tenido en cinco siglos las comunidades indígenas es ejemplar", señaló el activista mexicano.
Dijo que en la actualidad lo que más les "preocupa es que esta opresión y discriminación racial hacia los pueblos indígenas siempre los ha hecho ser rebeldes, ya que las circunstancias los han obligado a estar al frente de los movimientos subversivos. Por eso, al llegar 1994, otra vez ocurre un despertar, no sólo en la población indígena sino también en la mestiza y europea, con un sentido de justicia histórica".
Explicó que "este sentimiento global genera una nueva perspectiva de la lucha india en México y América Latina", debido a que las organizaciones indígenas "ven en el EZLN un representante válido para sus reclamos históricos".
Daniel Luna, quien participó en la mesa de debate sobre derechos y cultura indígenas, con representantes de Colombia, Bolivia, Guatemala y Ecuador, explicó que, en relación con el incuplimiento de los acuerdos de San Andrés, "con el PRI vimos cómo la política era prolongar el conflicto y no resolver las cosas. Ahora, con Fox, se aparenta una gran apertura, con el uso de los medios de comunicación que representa una auténtica vanguardia publicitaria, pero al final, con la marcha zapatista, se demuestra que el EZLN tiene apoyo popular en todo el país y queda de manifiesto que el zapatismo es el movimiento que tiene más arraigo y apoyo popular en México".
Informó que un grupo de representantes de comunidades indígenas de México, Colombia y Bolivia realiza una gira por varios países europeos (Holanda, España, Suiza, Italia y Bélgica) con la idea de difundir que los proyectos oficiales, como el Plan Puebla-Panamá, sólo son pedacitos del cuerpo de lo que será el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuya única pretensión es sustituir la economía campesina por una economía de mercado, que irá acompañada de una sistemática militarización de Estados Unidos. "Pero detrás de ese proyecto está la neocolonización de los territorios por las trasnacionales estadunidenses y europeas, que además destinan parte de sus recursos para financiar a grupos paramilitares, como lo hace la Repsol española en Colombia", finalizó.