Han vendido 6 millones de copias de sus discos
y cambiaron la guagua por el Concorde
Después de cuatro años, la formación
original del Buena Vista, reunida para tocar en México
El fenómeno ha animado a generaciones de jóvenes
músicos con la esperanza de repetirlo
El fenómeno Buena Vista Social Club comenzó
en 1996, cuando un productor inglés de una disquera independiente,
poco conocida pero con gran gusto por el son cubano tradicional, habló
con el experimentado músico Juan de Marcos González (a quien
había grabado con su grupo Sierra Maestra anteriormente) sobre la
posibilidad de reunir a los grandes veteranos del son y el bolero cubanos.
Muchos de ellos habían sido leyendas y estaban olvidados en sus
casas en La Habana y Santiago de Cuba.
El
productor, Nick Gold, invitó a Ry Cooder a participar en el proyecto.
El guitarrista aceptó en parte porque había trabajado muy
a gusto con Gold en la producción de un disco de música africana
unos años antes y porque Cooder tenía una pasión por
la música cubana de la época de oro: en su fonoteca existían
discos de Rubén González de los años previos a la
Revolución.
Los tres interesados se reunieron en La Habana, donde
llamaron, prácticamente de un día para otro, a las glorias
de la música cubana, todos ellos muy felices de poder trabajar de
nuevo en la música. El viejo pianista Rubén González
salió de su casa por petición especial de Cooder quien no
aceptaba el hecho de que éste ya no tocaba el piano debido a su
artritis; Compay Segundo llegó del hotel donde se presentaba con
su grupo Los Muchachos; Eliades Ochoa viajó desde Santiago de Cuba
por insistencia de Nick Gold quien estaba fascinado con el cantante y guitarrista
desde que lo había escuchado en Cibáfrica, de Discos
Corasón; Ibrahim Ferrer fue invitado después de dos o tres
días de grabación en que la producción no encontraba
la voz de boleros que buscaba, cuando Juan de Marcos González se
acordó de este viejo cantante, el cual estaba, literalmente, limpiando
botas en la calle.
Encuentro de talento y buena suerte
A este club de viejas amistades se unieron más
de 20 músicos que también fueron parte de la fama internacional
de que alguna vez gozaron en los años cincuenta y sesenta, como
el bajista Orlando Cachaíto López, el trompetista
Guajiro Mirabal y el timbalero Amadito Valdés, lo cual hizo que
este encuentro no sólo reuniera un enorme talento, sino que también
contara con la buena suerte. Por ejemplo, cuando Compay Segundo supo que
su vieja amiga Omara Portuondo estaba grabando un disco en el estudio de
al lado, insistió en que entrara a cantar con él. El resultado
de esa invitación improvisada fue la grabación ?en una sola
toma? de Veinte años, selección preferida del cidí
y tema que Wim Wenders inmortalizó en su película.
El cidí Buena Vista Social Club se lanzó
en 1997 con cierta expectativa, pero es claro que nadie, ni Ry Cooder ni
el productor inglés, ni mucho menos los músicos participantes,
esperaban el éxito que esta producción tuvo. Aún antes
de ganar el Grammy, había obtenido el disco de oro en Holanda y
meses después el de Platino. En Canadá la historia se repitió.
En Estados Unidos, a pesar del bloqueo y la fuerte oposición de
los cubanos de Miami, el cidí vendió más de
un millón de ejemplares, inédito para un disco de música
alternativa cantada en español.
Hoy en día, con seis millones de ejemplares vendidos
en todo el mundo, ha provocado que llegara un ejército de productores
de discos, de videos, de festivales y conciertos a la isla, donde los hits
de los años cincuenta volvieron a animar a una generación
de músicos jóvenes, todos con la esperanza de repetir el
milagro del Buena Vista Social Club.
Mientras tanto, los músicos originales de Buena
Vista llegaron a la cima de sus carreras, firmado contratos con disqueras
trasnacionales (Virgin en el caso de Eliades, Warner en el de Compay Segundo)
y cambiaron los viajes urbanos en guagua por vuelos transatlánticos
en el Concorde. Rubén González vino tres veces a México,
donde tuvo un gran recibimiento y el mismo productor de Buena Vista le
grabó dos cidís, Presentando a Rubén González
y Chanchullo. La disquera británica, World Circuit (representado
en México por Corasón) lanzó un cidí
de Ibrahim Ferrer, producido por Ry Cooder, y el segundo está por
lanzarse este año. Omara Portuondo lanzó su disco como solista
bajo el mismo sello y en noviembre del año pasado fue invitada a
presentarse en el Palacio de Bellas Artes. Compay Segundo y Eliades repiten
éxitos similares con sus propias carreras.
Se había dicho que la experiencia del concierto
Carnegie Hall, donde se juntaron por última vez los integrantes
de Buena Vista Social Club, nunca se repetiría, pero el encuentro
tomará lugar aquí en México en el Auditorio Nacional
el 22 de mayo cuando Eliades Ochoa, Amadito Valdés, Omara Portuondo,
Cachaíto López, Rubén González, Juan
de Marcos González (actualmente el director de los Afro Cuban All
Stars), Ibrahim Ferrer, Barbarito Torres y el trompetista Guajiro Mirabal
compartirán el escenario, acompañados por la orquesta de
Buena Vista Social Club.