ENTREVISTA
Santiago Creel Miranda, secretario de Gobernación
Concretar la transición, objetivo del llamado de Fox a "gobernar juntos"
Para Creel, el presidencialismo es un sistema que no da más, lo que se refleja en el enfrentamiento entre poderes. Según su visión, es conveniente promover la corresponsabilidad del Congreso en la conduccción de la vida política del país
ALONSO URRUTIA
La convocatoria presidencial a gobernar juntos no se agotará únicamente con el PRI; por el contrario, se buscarán acuerdos con el PRD y otras fuerzas para lograr el objetivo de "gobernar el cambio" y "concretar la transición", dice el secretario de Gobernación, Santiago Creel, quien de inmediato acota: "eso no significa que se vaya a poner en la mesa de negociaciones la aplicación de la ley para deslindar responsabilidades del pasado en casos de quebranto patrimonial o violación de derechos humanos".
Para Creel, el presidencialismo mexicano no da para más. Es un sistema no ideado para la democracia. La confrontación entre poderes sólo refleja que la rigidez de una estructura diseñada en 1917 -que funcionó con el ejercicio de atribuciones metaconstitucionales que avasallaron al Congreso- no es viable en un México plural. Eso piensa el secretario de Gobernación, para quien la ruta es una transformación radical hacia un semipresidencialismo que aliente la corresponsabilidad del Congreso.
Involucrado en las negociaciones con Estados Unidos sobre el acuerdo migratorio, el funcionario es claro: la relación con el país del norte pasa necesariamente por el acuerdo migratorio. No concretarlo, advierte, implicaría necesariamente una transformación cualitativa de los términos de nuestras relaciones con Estados Unidos.
En una larga conversación con La Jornada, Creel alude a los desencuentros con el Poder Legislativo como producto del debate de cualquier sociedad democrática, pero insiste en los conceptos sobre Cuba: "no cabe duda de que es una revolución distorsionada", cuya situación en materia de derechos humanos ha variado y México no se podía quedar callado, como no lo hizo cuando hubo violaciones en la Nicaragua de Somoza, el Chile de Pinochet o la España franquista.
La crítica conviene a la democracia
-ƑCuál es su diagnóstico de esta confrontación de poderes y sus secuelas?
-Vivimos una situación inédita. La democracia llega a todos los sectores y se refleja en un debate y diálogo entre poderes. Antes no ocurría. No había diálogo y el papel del Congreso era muy distinto. Hoy está más vivo que nunca y el Ejecutivo ya no cuenta con facultades metaconstitucionales que le permitían imponerse al Congreso. šQué bueno que así sea! La antigua relación ha cambiado. Habría que analizar que buena parte de las iniciativas del Ejecutivo se han aprobado por parte del Congreso, no las más importantes en la forma como el Ejecutivo deseaba: la reforma a los derechos de los pueblos indígenas, la reforma hacendaria, pero se aceptan. Se dieron debates intensos y, como el caso del viaje negado por el Senado, expresamos nuestras razones. Esta va a ser la práctica que ocurrirá ahora, pero no quiere decir que no se acatan. Jamás se puso en duda la legitimidad ni la legalidad de lo que aprueba el Congreso, como tampoco la Corte. Que la crítica fluya es algo que conviene a la democracia.
-Sin duda esta dinámica dificulta la operación política...
-Por supuesto que la dificulta, puesto que el Congreso está dividido. No contamos con la mayoría y tenemos que buscar convergencias. Si no las hay lo diremos, entraremos al debate, pero cuando cada uno de los poderes hable de acuerdo con sus atribuciones, no hay más que acatarlo.
-En este contexto el Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional no termina de concretarse, ha habido más confrontaciones. ƑQué ha pasado con su instrumentación práctica?
-Ha habido un debate muy intenso, pero el acuerdo tiene la virtud de realzar los encuentros y no los desencuentros. Plantea una agenda amplia que se desahoga poco a poco. Quisiéramos que fuera a una velocidad mayor, pero estamos entrando en un momento en donde va a dar mejores dividendos. ƑPor qué lo digo? El año pasado fue de gran intensidad electoral. Era muy difícil coincidir y competir, una situación compleja. Este año, de menor actividad electoral y con dirigencias partidistas renovadas, ayudará a avanzar sin esa intensidad en los comicios y con liderazgos estables.
-ƑPor qué no han prosperado las iniciativas fundamentales del Ejecutivo?
-No diría que no han prosperado, sino que lo han hecho parcialmente, no con la visión que originalmente se tenía, pero eso pasa en todas las democracias. Hubiéramos querido tener otra legislación en materia de pueblos indígenas, otra reforma hacendaria, sin embargo algo resultó de lo que planteamos en las negociaciones con los legisladores y que acatamos, como fueron los cambios aprobados por el Congreso. Han salido leyes muy parecidas a las que planteó el Ejecutivo, como la Ley del Seguro Social, la de Transparencia y Acceso a la Información. Iguales no, no podría ser, porque perdería el sentido que tiene el Congreso. Si queremos que nuestros planteamientos salgan exactamente igual eso sería como volver al pasado, cuando el Congreso no era tal, sino una oficina de gobierno. šQué bueno que esto ha sido superado! Hay que ver esto como los nuevos asuntos en tiempos democráticos. Hay cosas que han podido sortear tormentas y otras que no, pero lo aceptamos porque vivimos la democracia. El Congreso, en algunos casos, aceptará iniciativas y en otros las modificará o rechazará, como también nosotros tenemos la facultad de veto, pero no nos perdamos viendo las hojas, lo más importante es que estamos en un México democrático y poco a poco construimos la voluntad nacional que antes provenía sólo del Presidente.
-ƑNo siente que esto puede generar desencanto por el cambio democrático, en las expectativas generadas por el presidente Fox y en sus promesas de campaña?
-El reto más importante que tenemos es probar que el sistema democrático sirve mucho mejor que los sistemas autocráticos que tuvimos; que la democracia funciona para las cosas que más necesita la gente: seguridad pública, una economía fuerte, salarios, servicios. Ahí es donde probaremos que la democracia funciona. El debate que tenemos en las leyes no es menor, porque tiene que ver con la probanza de que la democracia es mucho más funcional que cualquier otro sistema.
-Usted ha hablado de que el sistema político es poco funcional, Ƒqué cambios urgentes propondría para favorecer una mejor relación entre poderes?
-Tendríamos que empezar por ver las relaciones que guardan éstos, el sistema de división de poderes al amparo de un esquema presidencialista, si en el futuro pensamos que la división y la correlación de las fuerzas políticas va a ser más o menos igual, independientemente de quién esté en el poder, y que no habrá un partido dominante como lo fue el PRI, sino partidos que se alternen en el poder sin ese grado de hegemonía; tenemos que cambiar el sistema. Hay que flexibilizar el sistema presidencial para llegar quizá a un semipresidencialismo, que pueda dar incentivos de colaboración al Congreso respecto del Ejecutivo y refleje adecuadamente la pluralidad del país. El sistema presidencial rígido no sirve en este momento. Hay que tener la visión de que este cambio puede ser tan importante como el que se dio con las Leyes de Reforma.
La importancia del debate abierto
-ƑVe un ambiente propicio para generar consenso para esos cambios?
-Hay un ambiente necesario, lo propicio lo tenemos que ir construyendo, y es por ello que los acercamientos que se han dado con el Congreso son un comienzo para construir un nuevo ambiente político. Nos reunimos con el PAN, con el PRI y esperamos hacerlo con el PRD, el PVEM y el PT, ya después de haber pasado el conflicto con el Senado por el rechazo del permiso del viaje presidencial y la discusión sobre Cuba y veamos que las coincidencias pueden ser mucho mayores. No necesariamente estar de acuerdo en todo, pero sí debatir abiertamente.
-El tribunal electoral emitió un fallo en el que ordena reabrir la investigación de los gastos de campaña del presidente Fox, lo cual es un revés político para el Ejecutivo...
-No le doy otra lectura sino la misma que le he dado a los demás fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Estos no se discuten, se acatan.
-Este, en particular, es delicado porque afectaría la legitimidad del presidente Fox.
-Se debe acatar. En consecuencia, el caso regresará al IFE, que actuará en consonancia con el fallo, y quienes deban cumplir con él, sean personas físicas o morales, así como las autoridades, lo tendrán que hacer. Esa es la posición del gobierno.
-ƑAhora sí la Secretaría de Hacienda entregará la información al IFE?
-Lo que tengan que hacer las autoridades lo van a hacer en acatamiento del fallo, y también lo que tengan que hacer personas físicas o morales lo deberán hacer.
-ƑQué pasó con las investigaciones que había iniciado la PGR -todavía con Zedillo- acerca de algunas empresas de hermanos del presidente Fox?
-No tengo conocimiento de ello. En todo caso, las autoridades que procuran justicia deberán informar de esto.
-ƑCómo debe entenderse el llamado del presidente Fox al PRI para gobernar juntos?
-Es obligado en una sociedad plural y pluripartidista que el gobierno estreche vínculos y logre acuerdos con las distintas fuerzas. El elector dio un mandato claro al no entregar el control del Congreso a una sola fuerza y ese mandato debe entenderse como que las fuerzas políticas requieren ponerse de acuerdo para cuestiones diversas. Tener acercamientos es obedecer ese mandato y para que así exista un buen gobierno. La propuesta de gobernar juntos significa resolver la necesidad de alcanzar acuerdos con el PRI, el PRD y los otros partidos para concretar las reformas institucionales que requiere el país y consolidar una auténtica transición. El presidente Fox ya se reunió con el PAN, lo ha hecho con el PRI y se buscará la manera de lograrlo con el PRD.
-Existen cuestionamientos de que podría haber negociaciones...
-Lo que en ningún momento ha estado ni estará en la mesa de la discusión con otras fuerzas políticas son las investigaciones que se han suscitado para deslindar responsabilidades del pasado, sean vinculadas a quebrantos patrimoniales o violación de derechos humanos. Todo lo que se acuerde con los partidos tendrá los criterios del acuerdo político: legalidad, plena transparencia y promoción de la democracia. Esto es, respeto a las decisiones de las mayorías pero la no exclusión de ninguna minoría.
-ƑSe buscarán negociaciones para las reformas estructurales?
-Estamos dispuestos a poner en la mesa esas reformas estructurales que requiere el país, en especial, las vinculadas con el mejoramiento económico, combate a la inseguridad, la justa redistribución del ingreso y la transparencia en el ejercicio de la función pública. Contamos con un sistema que no fue ideado para una democracia, pero tenemos que hacer de él un sistema de instituciones democráticas bajo el signo de la responsabilidad compartida.
-Hay un punto que ha unificado a la oposición contra el gobierno: es la política exterior y la conducción del canciller Jorge G. Castañeda...
-Estamos al amparo de la Constitución, pero en la dimensión de un gobierno democrático que tiene como sustento los derechos humanos, a partir de los cuales lanza su política exterior. El gobierno ha sido consecuente no sólo con su política exterior en derechos humanos, sino con su política interior. Ningún gobierno anterior supera las excarcelaciones de quienes se les habían violentado sus derechos; en acercamiento con defensores de garantías; en acatar resoluciones de la CNDH; en instaurar un fiscal especial para revisar la guerra sucia; en ratificar una docena de tratados internacionales pendientes de otros gobiernos. No podríamos más que actuar en consecuencia en la política exterior, en ello se fundamentó el voto que se dio en Ginebra. Argumentamos en la defensa de los derechos de nuestros migrantes en Estados Unidos, y contra la última resolución de la Corte estadunidense, la denunciamos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y se van a formular quejas ante la Organización Internacional del Trabajo o las que se harían al amparo del Tratado de Libre Comercio.
-Hay acusaciones del Congreso sobre un viraje en la política exterior y del abandono del respeto a la autodeterminación.
-Si vemos la política exterior de antaño, también se ha argumentado la causa de los derechos humanos en el rompimiento de relaciones con Somoza en Nicaragua, con Pinochet en Chile. El fundamento fue la violación de derechos humanos y nadie argüía que era injerencista. Hoy sí lo dicen, pero la verdad es que habrá que revisar nuestra política exterior. En el caso de El Salvador hubo una declaración conjunta de México y Francia en la que se reconocía como fuerza beligerante al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Nadie arguyó una política intervencionista, pero el gobierno mexicano le dio foro y reconocimiento a una fuerza que no estaba constituida al amparo de la Carta Magna de El Salvador, aunque esto ayudó mucho al proceso de paz, en el que México jugó un papel muy importante. Anteriormente, cuando hubo ejecuciones en el gobierno franquista, México las denunció y antes rompió relaciones con Franco. Tampoco se argumentó la no intervención.
-ƑPara el gobierno foxista la Doctrina Estrada está vigente?
-Sí, pero tiene esa dimensión fundamental de derechos humanos que jugaron un papel importante en nuestra relación con la España franquista, con Chile gobernado por Pinochet o cuando Nicaragua era gobernada por Somoza o con gobiernos militares en Latinoamérica. Hay que hablar con franqueza y no desvirtuar lo que ha sido nuestra historia en política exterior. En el caso de Cuba la revolución tuvo principios iniciales de cambio en el que muchas naciones, incluido México, estaban, si no de acuerdo, en una actitud de simpatía por la revolución. Pero sin duda ésta se ha distorsionado. México no podía quedarse callado. Aquí la no intervención no es aplicable porque se da por medio de Naciones Unidas. Cuba y México estamos obligados a acatar los resolutivos y apoyar las instancias de esa organización internacional.
-Sorprendió que el encargado de la política interior saliera a defender al secretario de Relaciones Exteriores...
-No hay otra, el gobierno es uno solo y quien está a cargo del gobierno es el que dicta la política interior y exterior. Habiendo un debate intenso era importante expresar mis ideas sobre los derechos humanos. Tras escuchar los ataques de Fidel Castro no me iba a quedar callado. Quise salir al debate marcándolo de una manera muy clara en torno a los derechos humanos y preguntar si la democracia que vivimos en México es la misma que se vive en Cuba.
-Cuando se reunió con Tom Ridge, el jefe de la seguridad interior de Estados Unidos, se habló de un acuerdo fronterizo. ƑQué alcances tiene y a qué compromete a México?
-No es un acuerdo en sí, son bases de entendimiento en donde hay que instrumentar acciones simétricas. ƑCuáles son? Acciones conjuntas para que las inversiones en infraestructura fronteriza se realicen complementariamente; acordar los siguientes pasos fronterizos que deben abrirse; qué nivel de inversiones necesitamos en los sistemas migratorios de identificación y ver si es conveniente que sean compatibles. Hay un dato que aclara hacia dónde queremos ir. El flujo de bienes en los diez años anteriores se multiplicó por ocho, sobre todo a partir del TLC, pero no se hizo ninguna inversión en infraestructura para ese nuevo comercio. Necesitamos inversiones, pero si no son simétricas entonces podemos errarle y no mejorar la eficacia fronteriza. Esto es aplicable al flujo de personas. Son acciones no obligatorias, pero que fijan criterios para que se puedan dar con mayor eficacia. Por eso se habla de fronteras eficaces, de fronteras inteligentes.
-ƑLa prioridad que tiene la seguridad para Estados Unidos es la misma que tiene México?
-La seguridad es una prioridad para México, independientemente de esa relación, para que nuestras fronteras operen con eficacia, sin obstaculizar el libre flujo de personas, porque somos un Estado libre, pero si saber quiénes entran al país y quiénes tienen malas ideas para frenarlos. Para ello requerimos sistemas de seguridad. El concepto de fronteras eficaces tiene que ver con infraestructura, con flujo de personas y bienes, lo que redundará en una mayor seguridad.