Grupos opositores insisten en culpar al presidente
venezolano de los hechos de abril
Miles de seguidores de Chávez demandan a la
fiscalía castigar a culpables de la fallida asonada
La nación, en pleno proceso de construcción
de su propio camino, dice el canciller Dávila
AFP, DPA Y PL
Caracas, 11 de mayo. Miles de simpatizantes del
gobierno venezolano de Hugo Chávez se manifestaron hoy ante la Fiscalía
General para exigir castigo a los golpistas, mientras que opositores participaban
en una marcha en un exclusivo sector capitalino para "no olvidar" a los
muertos de los sucesos previos a la asonada del 12 de abril.
Los seguidores del gobierno chavista se plantaron ante
la Fiscalía General en un ambiente festivo y al ritmo de canciones
populares, a un mes de la intentona golpista de un grupo de generales y
civiles, pidieron al fiscal Isaías Rodríguez acelerar las
investigaciones para esclarecer aquellos acontecimientos. Rindieron también
homenaje a sus muertos en el Puente Llaguno, cerca de Miraflores.
En esta manifestación participó la dirigente
de la agrupación argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini,
quien se sumó a las exigencias de "cárcel para los asesinos,
para los golpistas, para los fascistas", y sostuvo que la clase alta siempre
está contra el pueblo, que ha tenido que salir a la calle como ocurrió
hace un mes, y dio un ejemplo en defensa del gobierno chavista.
A su vez, unas 15 organizaciones civiles opositoras y
partidos de derecha, se reunieron en Parque Este, un exclusivo sector capitalino,
bajo la consigna de participar en un "luto activo para no olvidar" a los
muertos de la marcha del 11 de abril, cuyos hechos sangrientos sirvieron
para desatar el golpe de sectores militares y la oligarquía.
Estos sectores reafirmaron su posición de beligerancia,
al insistir en responsabilizar de los hechos cruentos del 11 de abril al
gobierno, al grito de "Chávez asesino", "Ni un paso atrás"
y "Prohibido olvidar", reclamando para sí a las víctimas.
En el acto participaron agrupaciones civiles opositoras,
así como el partido derechista Primero Justicia y el socialdemócrata
Acción Democrática, así como el presidente de la Confederación
de Trabajadores de Venezuela (CTV), el opositor Carlos Ortega, quien ha
eludido comparecer ante la comisión parlamentaria que investiga
a los principales actores de los sucesos que llevaron al efímero
golpe.
El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel,
rechazó por su parte, por "tendenciosas", las acusaciones del ex
jefe del comando unificado de las fuerzas armadas, general Manuel Rosendo,
quien la víspera lo inculpó de haber "convocado" a un grupo
armado de civiles para contener la marcha opositora.
Rangel dijo carecer de injerencia entre los grupos bolivarianos,
y puntualizó que hay quienes, ante situaciones difíciles
reaccionan con valor, pero otros lo hacen con cobardía, en alusión
a Rosendo, por negarse a poner el marcha un plan militar de contingencia
ante la "conspiración" de los golpistas.
Concluyó que ante situaciones de asonada sólo
se puede defender al gobierno legítimo y la Constitución,
o incurrir en la traición.
El canciller venezolano, Luis Alfonso Dávila, expresó
en Nueva York en una sesión especial sobre la infancia de la ONU,
que su país está en pleno proceso de construcción
de su propio camino.