Planean solicitar ayuda federal para enfrentar la crisis
Hidalgo, Sonora y Durango, al borde del desastre por la sequía
Aumentan picaduras de alacranes por altas temperaturas
CARLOS CAMACHO, CRISTOBAL GARCIA, SAUL MALDONADO Y ALFREDO VALADEZ CORRESPONSALES
Derivado de la sequía que enfrentan varios estados del país, los gobiernos de Hidalgo, Sonora y Durango han solicitado, o estudian hacerlo, decretar esas entidades como zonas de desastres, con el propósito de acceder a recursos que palien los estragos causados a su agricultura y ganadería.
Apenas ayer el secretario de Gobierno de Hidalgo, Miguel Angel Osorio Chong, acudió a la Secretaría de Gobernación con ese objetivo. Sin embargo, le informaron que los reportes de la Comisión Nacional de Agua y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación indican que la situación en el campo hidalguense es "crítica", pero no amerita que se le declare zona de desastre, pues se esperan lluvias a partir del 15 de mayo y la situación comenzará a regularizarse.
Se informó que el embalse de las cinco principales presas de la entidad están en "buen nivel", por lo que no se puede considerar como una situación de emergencia. Sin embargo, en municipios como Jacala, San Felipe Orizatlán, Huejutla y Tepeapulco, los vecinos protestan, unos con bloqueos carreteros, otros con tomas de oficinas, para exigir abasto de agua.
El gobierno de Sonora gestiona, por su parte, que la entidad sea declarada en emergencia, debido a que por séptimo año consecutivo, la agricultura y ganadería enfrentan pérdidas por la sequía, misma que ya afecta a la población al no contar con agua suficiente para su consumo, debido a la sobrexplotación de los mantos acuíferos.
Sólo en este ciclo agrícola, en los valles del yaqui y del mayo se dejaron de sembrar unas 80 mil hectáreas, situación que se extendió a los campos de la costa de Hermosillo y el norte de la entidad.
El secretario de Fomento Agrícola del gobierno estatal, Juan María Escamilla de Voré, advirtió que la ausencia de lluvias ha provocado que el sistema estatal de presas, como la Alvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas, que abastecen a los cultivos, se encuentre a un 20 por ciento de su capacidad.
Asimismo, el gobernador de Durango, Angel Sergio Guerrero Mier, mencionó que valora con los sectores agrícola y ganadero la posibilidad de solicitar la declaratoria de zona de emergencia.
Previamente, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del estado, Fernando Ulises Adame, sostuvo que el cultivo del frijol ha dejado de ser rentable y el próximo año será difícil comercializar este grano debido a que su costo de producción se incrementará, ya sea por la sequía o por la abundancia de agua.
Dijo que con la falta de agua se necesita invertir más dinero para cultivar una hectárea, lo que provoca que su oferta sea más cara. Aunado a esto, la alta importación de frijol a precios bajos complica la producción, no sólo de este grano, sino de otros productos agrícolas.
Por otro lado, el secretario de Salud estatal, Enrique Corral Corral, dijo que las elevadas temperaturas que se presentan en Durango incidirán en el aumento del índice de picaduras de alacrán, actualmente de cinco diarias en promedio.
En lo que va del año, dijo, se han presentado 629 personas picadas por alacranes, aunque el mayor número ocurrió en abril, a raíz del incremento de las temperaturas que llegaron hasta 38 grados centígrados.
Sobre la misma onda cálida que afecta a la mayor parte del país, en Zacatecas se informó que esta semana se registraron temperaturas de 42 grados en los semidesiertos del norte y sureste, así como en la región de Mezquital del Oro, en la zona subtropical, informó Cuauhtémoc Díaz Sánchez, meteorólogo de la delegación de la Comisión Nacional del Agua.
Ignacio Fraire Zúñiga, subdelegado de desarrollo forestal de la Semarnat en Zacatecas, informó a su vez que la sequía y las altas temperaturas han ocasionado que cerca de 2 mil hectáreas de bosque, matorrales y pastizales se hayan perdido durante las semanas anteriores a causa de incendios.