Se declara "decepcionada" con los resultados
actuales
La CIDH demanda una investigación profunda sobre
el golpe en Venezuela
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, 10 de mayo. La Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) se declaró hoy "decepcionada" por los
nulos resultados de las investigaciones sobre los sucesos del 11 de abril,
previos a la asonada militar, y abogó por superar el estado "deliberante"
de las fuerzas armadas y el profundo antagonismo político para evitar
que se repita un golpe de Estado.
El presidente de la misión de la CIDH, Juan Méndez,
indicó que en esta visita a Venezuela escuchó muchas teorías
sobre las muertes de personas tras la marcha opositora que se dirigía
al palacio presidencial de Miraflores, pero que se contradicen entre sí
y carecen de sustentos o pruebas y experiencias de una investigación
seria.
Tras una semana de entrevistas con todo el espectro político
local, gubernamental y opositor, indicó que se constató la
"debilidad" del estado de derecho y sus instituciones, una profunda polarización
de la sociedad, limitaciones a la libertad de expresión y prensa
y una deliberante fuerza militar, en detrimento de la democracia.
Por lo anterior, puntualizó, "la comisión
urge al fortalecimiento del estado de derecho en Venezuela a la brevedad
posible", pues a un mes de los sucesos golpistas sólo tres o cuatro
personas han sido imputadas de responsabilidad sobre los hechos. Entonces,
dijo, se requiere abrir una investigación seria, profunda y transparente.
Expresó su respaldo a la decisión del Congreso
de conformar una comisión de la verdad para aclarar los hechos,
e indicó que debe formarse con personas confiables, expertas y que
tengan garantías de que trabajarán con independencia.
Si bien estuvo de acuerdo en que en Venezuela existe libertad
de expresión, subrayó que también prevalece un clima
de confrontación con medios y periodistas que pone en peligro el
ejercicio de los informadores en la calle. Criticó la pugna entre
el presidente Hugo Chávez y los medios de comunicación, e
instó a éstos a una "reflexión profunda", porque durante
la asonada no dieron cabida a "ciertas fuentes informativas" por razones
políticas.
A propósito de la crítica al carácter
"deliberativo" de las fuerzas armadas, este día la prensa local
difundió un comunicado de oficiales de rangos medios contrarios
al presidente Chávez, quienes impugnaron a sus compañeros
chavistas y a la revolución bolivariana; además, lanzaron
calificativos ofensivos contra los círculos bolivarianos afines
al gobierno.
También mantuvo su beligerancia un abogado de militares
sublevados, Alfonso Medina Roa, quien instó a la fiscalía
general a enjuiciar por "rebelión militar pasiva" al actual ministro
de Defensa y ex jefe del alto mando militar, general Lucas Rincón.
El ex jefe del comando unificado de las fuerzas armadas,
general Manuel Rosendo, quien se negó a poner en marcha el Plan
Avila ante contingencias como la marcha opositora del 11 de abril, que
luego derivaría en violencia, justificó que actuó
de esa manera para evitar "una masacre", ya que la manifestación
transcurría pacíficamente.
Sin embargo, dijo que asumía su responsabilidad
ante esa negativa y reconoció que el alto mando "actuó con
negligencia" por no tomar decisiones que salvaguardaran la paz en las calles.
Con todo, responsabilizó al entonces ministro de Defensa, José
Vicente Rangel, y otros sectores del gobierno, que ante la nula acción
militar tuvieron que convocar a seguidores civiles del gobierno para proteger
el palacio presidencial ante la aproximación de los opositores.
Uno de los generales golpistas, Néstor González,
admitió a su vez ante la corte marcial caraqueña haber cometido
"un error" al criticar públicamente al presidente Chávez
y al general Lucas Rincón, cuando sostuvo que el mandatario mentía
en torno a un presunto refugio en territorio venezolano de la guerrilla
colombiana.