Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 11 de mayo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política
Luis González Souza

Diplomacia "pistolera"

Grave, muy grave, es la principal noticia de nuestro periódico, ayer: "Fox: opositores a EU atacan mi política exterior". Pero qué bueno que alguien se atrevió a publicarlo tal cual es. Y si es así, entonces hay que entender que estamos frente a una de las peores involuciones -retroceso suicida- en la historia de México. Involución, por cierto, iniciada por lo menos dos décadas atrás, cuando el priísmo abrió las puertas al neoliberalismo en nuestro país.

En esas fechas pasamos, en el escenario internacional, de un México combativo, promotor de las mejores causas de la humanidad, primero a un México apagado, silencioso, y luego a un México esquirol, sobre todo en materia de deuda externa (Consenso de Cartagena, préstamo a Argentina para evitar su moratoria, etcétera). Con la firma del TLC a finales de 1993, la involución agarró hasta vuelo jurídico e institucional. Como en su momento escribimos (México en la estrategia de EU, Siglo XXI, y Soberanía herida, Nuestro Tiempo), lo que entonces se institucionalizó fue una desigual y abusiva distribución de funciones entre nuestro país y la potencia vecina. La escribimos así: EU-vanguardia tecnológica frente a un México-maquilador, y como correlato político, EU-amo y México-peón.

Algo peor era difícil de imaginar, pero nos equivocamos. Y es que a la arrogancia del gobierno foxista se suma una gran capacidad de producir sorpresas. Sorpresas te da la vida, es un libro que escribió el canciller foxista. Hasta ahora entendemos el entrelineado: "Y si no ocurre así, la nueva diplomacia sí garantizará las sorpresas (obvio, si queda bajo mi mando)". Volviendo a la involución comentada, en menos de dos años, esa diplomacia tan nueva como grotesca ya nos regaló un par de grandes sorpresas. Primero, con el "apoyo incondicional y absoluto" a la nueva guerra de EU, del México-"puente" proclamado por Salinas y Bush Sr., pasamos a un México-tapete, o en el mejor de los casos, un México-soldado raso. Luego, y por si fuera poco, pasamos a un México-pistolero. Vale la pena aclarar el matiz: malo es dejarse pisotear, peor aún es disponerse a hacerle al amo el trabajo más sucio: denunciar, perseguir, acorralar y hasta matar a los incómodos. Y es precisamente esto, ¡y contra el propio pueblo mexicano!, lo que Fox hizo anteayer ante sus amigos del Council of the Americas en Nueva York. No contento con sepultar los restos de lo que una vez fue una política exterior digna y progresista, ahora el sedicente conductor del país pasó a señalar a la ciudadanía digna y nacionalista de nuestro país como la culpable y el estorbo contra una buena relación con Estados Unidos.

Autoexhoneración ante el amo, descarga de culpas y amarre de navajas entre dicha ciudadanía y el gobierno de Bush II, e inclusive, orden de disparo contra aquella. Eso, y no otra cosa, es lo que se desprende de las pocas frases que La Jornada de ayer pudo presentar como literales (entrecomilladas) del discurso de Fox en Nueva York: 1) la política exterior foxiana "está bajo el ataque de aquellos que rechazan los lazos con Estados Unidos". Aparte de chillón, mentiroso, porque nadie, o pocos, están contra esos lazos; muchos sí, en cambio, luchamos y no cejaremos por lazos tan fructíferos como dignos. 2) Dicha oposición "afecta inevitablemente nuestra capacidad de desempeñar un papel más constructivo en todo el hemisferio". Otra vez doblemente falso: tal capacidad más bien depende de factores como el apoyo y el consenso ligado a posiciones dignas, en ausencia de las cuales -como hoy ocurre- el "papel" del gobierno es más bien destructivo. 3) Y lo que más se asemeja a una orden de ejecución, "el no asumir ese papel (por culpa de los nacionalistas) podrían contribuir a una pérdida de control en nuestro hemisferio". Eso sí, pistoleros agudos, porque saben tocar las fibras más sensibles del Estados Unidos-matón: ¡pérdida de control! Y para colmo, ¡en nuestro -¿"nuestro", kimosabi?- hemisferio!

Resulta, pues, que el dizque nuevo gobierno mexicano ahora está dispuesto a guerrear o pistolear no sólo contra los enemigos extremos de Estados Unidos, sino también, con los estorbos mexicanos. Está dispuesto no sólo a consolidar la dupla México-peón y EU-amo, sino acabar (o al menos denunciar) a toda suerte de disidencias.

No hace mucho, el propio canciller Castañeda reconocía y hasta escribía sobre "los límites de la amistad" entre México y EU. Ahora él es el primero en impulsar una "amistad" -en rigor, servidumbre- sin límite alguno. Y para colmo de soberbia autoritaria, una servidumbre sin crítico ni estorbos de cualquier tipo. Servidumbre sin límites (ni críticos), podría ser un bonito título para el siguiente libro. Así de bajo hemos caído, y cualquier solución pasa por reconocerlo.

Sólo dos preguntas finales; 1) ¿Podremos evitar que la pistolización de la diplomacia desemboque en la pistolización de todo México, fujimorazos incluidos? Y 2) ¿El inicio, digamos, interno de dicha pistolización fue el silencioso pero dictatorial descabezamiento de la directiva de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano (ASEM)?

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año