COPAS DEL MUNDO
Ganaron la Copa Jules Rimet en México 1970
y se la llevaron merecidamente a casa
Los brasileños, insuperables una vez más
Italia superó en feroz duelo a Alemania en semifinales,
pero no pudo ante los suramericanos
AFP
Espéctaculo, estadios a rebosar, ambiente festivo
y muy buen futbol. Todo eso y mucho más se pudo ver en el Mundial
de México 1970, para muchos el mejor de la historia, a pesar del
calor y la altura. Porque todos se afanaron en aplicar la máxima
de "no hay mejor defensa que un buen ataque", sobre todo Brasil, insuperable
una vez más.
La
seleçao dio un verdadero recital de maestría y creatividad
con un equipo comandado por Mario Lobo Zagallo, en el que sobresalían
gigantes como Pelé, Gerson, Jairzinho, Rivelino, Carlos Alberto.
No perdió un solo partido y encajó 19 goles.
En la ronda previa de clasificación hubo algunas
sorpresas, como la eliminación de Portugal, España y Francia
y, sobre todo, Argentina, que sucumbió ante una selección
peruana muy crecida desde que el brasileño Didí se
hizo cargo de ella y que contaba con jugadores como Cubillas o Sotil. Para
El Salvador, Marruecos e Israel, fue la puesta de largo.
La FIFA introdujo algunas novedades importantes para esta
cita. Comenzaron a usarse tarjetas rojas y amarillas, se estableció
la diferencia entre lanzamientos directos e indirectos y, sobre todo, se
permitieron dos cambios de jugadores por equipo, toda una revolución.
El
partido de primera ronda más emocionante fue sin duda el de Inglaterra,
campeón, contra Brasil. Ambos conjuntos salieron nerviosos al campo,
intimidados por la fama del rival. Al final los auriverdes ganaron 1-0,
aunque los ingleses mostraron un nivel excelente. Tampoco tuvieron suerte
en cuartos, donde les tocó jugar contra los alemanes occidentales.
Los germanos tenían unas ganas inmensas de desquitarse
de la final de 1966 y, después de estar en desventaja 2 a 0, se
impusieron a Inglaterra en la prórroga (3-2), gracias a su artillero
Gerd Muller. En cuartos también se apeó Perú, caído
ante los irresistibles brasileños (4-2), en otro magnífico
encuentro.
Las emociones fuertes siguieron en semifinales, donde
Italia y Alemania protagonizaron un duelo no apto para cardiacos. Cuando
la squadra azurra pensaba ganar por la mínima, Schnellinger
empató en los segundos finales. En la prórroga Alemania empezó
marcando, Italia empató, Riva sacó ventaja, nuevo gol de
los alemanes y un minuto después Rivera sentenció, por fin,
4-3.
Vendaval brasileño
En el otro lado, Brasil logró sobreponerse al fantasma
del maracanazo y aniquilar 3-1 a un Uruguay que desplegó
un juego físico, feo y agresivo durante todo el certamen.
Esta novena edición terminó de forma apoteósica
en un estadio Azteca lleno a rebosar, donde el Brasil del Rey Pelé
derrotó sin mucho problema a Italia 4-1. Tricampeón (1958,
1962 y 1970), Brasil se llevó a casa con toda propiedad la Copa
Jules Rimet.