Artistas convocan para el domingo a manifestación pacífica y celebración musical
Protestarán en Guadalajara por represión policiaca durante rave
Fue un acto de atropellamiento de derechos humanos, afirman promotores de cultura
Decenas de jóvenes fueron encañonados y mantenidos boca abajo en el suelo por más de una hora
JUAN JOSE OLIVARES
El pasado 4 de mayo en el Club Deportivo Oro, del municipio Tlajomulco de Zúñiga, en Jalisco, se efectuó uno de los más grandes operativos policiacos contra una multitud de aproximadamente mil 500 jóvenes que asistía a un festival de música electrónica o rave, en lo que se considera un acto "de atropellamiento de derechos humanos", ya que fue un operativo mayúsculo, con gran cantidad de elementos policiacos -antimotines de la Dirección de Seguridad Pública del estado de Jalisco, de la PGR y municipales- que actuaron como si trataran de someter a un ejército de insurrectos. Por tal motivo, el próximo domingo 12 de mayo, la comunidad de artistas y promotores de cultura ha convocado a una manifestación pacífica que devendrá celebración musical, en la Plaza de Armas, frente al Palacio de gobierno de Guadalajara, de las 5 de la tarde a 10 de la noche.
Algunos diarios tapatíos, como Público y Mural, consignaron imágenes de vejaciones, como los pisotones de los perros policías (que nunca llevaron bozal); algunos muchachos fueron pateados y empujados; las jóvenes fueron cateadas hasta por tres policías hombres, algunos diyéis fueron bajados de las tornamesas con una pistola en la sien y las parejas fueron separadas, entre otras cosas. Según las cifras luego del operativo se detuvo a 25 jóvenes.
Antes era el rock, ahora es la música electrónica la que se ha vuelto un parámetro de represión para las autoridades.
Ni palestinos ni narcos, sólo jóvenes en busca de diversión
Las escenas de la noche del 4 de mayo en el rave, según cuentan anónimos, no eran de Palestina, no eran de narcos o de terroristas ni tampoco de militantes políticos: eran de jóvenes, estudiantes, trabajadores, mujeres y hombres que sólo buscaban un rato de catarsis, de diversión y hasta libertinaje, pero que fueron reprimidos al grado de ser amenazados, encañonados y obligados atenderse en el suelo y permenecer en esa posición por una hora, mientras les revisaban sus pertenencias.
Según las notas periodísticas "lo que había sido anunciado como una gran fiesta electrónica terminó con una violenta irrupción de agentes de diversos corporaciones policiacas como la Estatal, Antimotines, municipales y algunos de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Salud (Feads), perteneciente a la PGR".
Estas versiones relatan que eran aproximadamente mil 500 asistentes que se convirtieron en una "alfombra humana" -ya que los que no obedecían recibieron culatazos--, que era vigilada por los policías, mientras se les revisaban sus pertenencias en busca de drogas. Los narcóticos que se les encontraban, toques de mota, tachas, y algunos ácidos, los depositaban sin identificación en una caja de cartón. Decenas de jóvenes fueron subidos a las camionetas y maniatados con tiras de plástico, pero la cifra oficial fue de 25 detenidos y acusados de delitos contra la salud, seis por vender y los restantes por posesión de drogas. La revisión fue de tres horas.
A decir de la PGR -que ofreció una conferencia el domingo pasado-, en voz del subdelegado A, Ricardo Fontesilla, la operación obdedeció a una "denuncia telefónica", por lo que se pidió apoyo a la policía estatal, y la orden de cateo requerida para el operativo, fue otorgada por el juez sexto de Distrito. En dicha conferencia el funcionario dijo que en este tipo de fiesta "se colocan casas de campaña que a final de cuentas utilizan como si fuera cuarto de hotelería para ejercer la prostitución". Según la PGR se decomisaron 300 tachas. Para DGSPE se decomisaron 174 pastillas sicotrópicas, pero la PGR dijo que eran 48, así como seis pastillas éxtasis, 620 gramos de ''vegetal verde'', 13 pipas, nueve paquetes de papel para hacer cigarros y un arma blanca.
El 5 de mayo, el director de Padrón y Licencias del ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga, Ricardo Alfonso Villegas, advirtió que no volverán a dar ningún permiso para realizar fiestas electrónicas en este municipio, luego de los hechos registrados la noche del sábado en el Club Deportivo Oro. "la verdad sí buscamos tener un municipio sano o lo más sano posible y pues, la verdad, no nos interesa esa clase de eventos dentro de nuestro municipio, porque la ciudadanía somos un poquito chapados a la antigua", dijo el funcionario.
Villegas Ureña confirmó que las autoridades municipales dieron el permiso para la realización de la fiesta electrónica del sábado pasado en Tlajomulco, pero aclaró que la autorización que otorgaron sólo preveía la asistencia de entre 300 y 500 personas. Dijo que no era la primera vez que los raves causan algún tipo de conflicot en la localidad, ya que apenas el mes pasado detuvieron la realización de tres fiestas de este tipo que se efectuaban de forma irregular, una de ellas en el Balneario La Esperanza.
Cascos, escudos, armas, madrazos y una ''amable invitación''
Dicen algunas versiones de jóvenes:"primero se interrumíó el sonido y los que estaban en la última zona de la fiesta imaginaron que los que se estaban tirando al piso lo hacían por un extraño ritual de protesta por el silencio y la oscuridad, hasta que descubrieron la verdad: eran cascos, escudos, armas y una amable invitación para unirse a otros mil jóvenes: 'Ora putos, al piso boca abajo".
De acuerdo con una de las asistentes, de nombre Adriana Vargas, ''hubo quienes no traían nada y los golpearon. me tocó ver a una morra que la aventaron y cayó en una piedra. Nosotros traíamos una casa de campaña y los policías la aventaron por una barda y no la recuperamos. Y la de un diyéi: ''Llegaron aventando madrazos, prepotentes. A uno de una cervecería le quitaron su granadora, y yo perdí todos mis discos".
En el año, otras reuniones de música electrónica han sido objeto de redadas policiales. A decir de Ismael Sánchez del colectivo Nopal Beat "es obvio que le están tirando a la música electrónica".
A decir de gustosos de la música electrónica ya no es posibe llamar raves a las fiestas electrónicas, ya que éstas han sido asociadas al consumos de drogas. Como la palabra lo dice, rave es euforia, es delirio, pero pese a que es un hecho que se consumen narcóticos, estos festivales tienen un eje de pacifismo, unidad y amor.
Tras los sucesos, se han reunido firmas para exculpar a los detenidos, pero tres jóvenes todavía están encarcelados.