Habrían sido muertos al menos 190 maoístas

Atacan el ejército y la policía de Nepal dos campamentos rebeldes

DPA Y PL

Katmandu, 3 de mayo. La policía y el ejército de Nepal dieron muerte a por lo menos 190 presuntos militantes maoístas durante ataques contra dos campos de entrenamiento de los rebeldes, informó este viernes la ra-dio estatal nepalesa.

Según la emisora, en el occidental distrito de Rolpa murieron al menos 150 maoístas. En El Doti perdieron la vida otros 40, de acuerdo a cifras oficiales.

El número total de muertos estuvo variando a lo largo de todo el día: mientras que en un principio se habló de cien muertos, posteriormente se redujo a 50. El Ministerio de Defensa nepalés habló de 90 muertos.

Según esa secretaría de Estado, también murieron la pasada noche dos soldados y otro más resultó herido de gravedad.

Los militares atacaron el jueves dos campamentos de los maoístas en Ghogal y Lisne Lekh, al oeste del Himalaya.

La nueva ofensiva gubernamental se inició menos de 24 horas después de una declaración de los maoístas en la que se insta a retomar las negociaciones de paz, interrumpidas en noviembre pasado.

Pero el primer ministro nepalés, Sher Bahadur Deuba, reiteró hoy su rechazo a entablar conversaciones de paz con los rebeldes mientras éstos no estén dispuestos a deponer las armas.

El lunes y martes pasados otros 30 insurgentes perdieron la vida en este reino del Himalaya, durante enfrentamientos con efectivos del ejército en los distritos de Baglumg, Tanahun y Ramechhap, al este y oriente del país, según fuentes militares.

En este contexto, Deuba viajará próximamente a Estados Unidos y Gran Bretaña, donde buscará apoyo militar y económico para acabar con la insurgencia.

El gobierno del presidente George W. Bush solicitó al Congreso de su país asistencia militar para Nepal, valorada en 20 millones de dólares, según la emisora radial independiente Kantipur FM.

En noviembre de 2001 el gobierno de Katmandú declaró el estado de emergencia, al romper los movimientos armados los diálogos de paz con las autoridades.

Los grupos alzados luchan desde 1996 por el derrocamiento de la monarquía constitucional para instaurar una república que adopte reformas sociales y agrarias, especialmente en las zonas rurales, donde la mayoría de los pobladores son pobres.

Desde entonces los constantes choques han causado la muerte de más de 3 mil 500 nepaleses, incluidos civiles, de acuerdo con informes estatales.